Personas adictivas que te llevan a volar ( ADDISON X KARA X LENA X AMELIA)

XV

Lena POV

Estaba sentada con Amelia en un restaurante con vista al mar. En este momento tenía la mejor vista que podría desear. Amelia con el cabello un poco revuelto, una sonrisa perfecta, de esas que te hacen saber que todo está donde tiene que estar, que tú estás donde tienes que estar. De fondo podía ver él las olas del mar azotando contra la orilla. Siempre he amado contemplar el mar de noche, pero con Amelia en frente parecía que siempre le había faltado algo al paisaje. 

-no lo puedo creer- dijo riendo y trayéndome de vuelta a la realidad

-eso es porque no las viste en la mañana, más bien no viste a Andrea en la mañana- 

-nunca hubiese pensado que a Addie le gustaban las mujeres- dijo y su risa cesó- ¿puedes creer que estuvo casada con mi hermano?- 

-la verdad, no. Desde que conocí a Addie supe que era queer, nunca pensé que lesbiana, pero sí Bisexual-

-en fin, nunca pensé que se fuese a acostar con tu ex- dijo mirando fijamente su plato, ¿no tenía como saberlo verdad? 

-¿a qué te refieres con mi ex?- pregunté 

-oh - su actitud emanaba culpa y vergüenza- Cuando te mandé ese mensaje, bueno, ya te dije que no era verdad, pero no te conté lo que pasó antes - tomó una bocanada de aire- fui a buscarte a Metrópolis, pero me dijeron que tu empresa ya no estaba ahí y me dieron una dirección en Ciudad Nacional. Fui a buscarte Lena - eso hizo que mi corazón dejara de latir por un segundo y un nudo se formara en mi garganta - Pero cuando llegué, no estabas, me fui y te vi con ella, pensé que estarías mejor sin mí y que te quitaría un peso de encima- sus ojos estaban vidriosos

-Ames, jamás has sido una carga para mí, todo lo contrario. Cuando estoy contigo, el mundo se vuelve menos pesado, todo lo que no seas tú importa menos. Y lo mío con Andrea es más complejo que llamarla una ex, pero te puedo asegurar que no es como tú piensas- dije tranquila

-¿entonces, cómo es?- preguntó, podía ver los celos en su mirada. Gracioso que incluso sabiendo que estoy aquí con ella y la argentina está en la cama con su amiga no pueda evitar pensar que hay algo entre nosotras

-Andrea sí fue algo así como mi pareja- la castaña levantó una ceja recordándome a Addie - cuando estábamos en la universidad, hace muchos años. Nos dimos cuenta de que lo nuestro no iba a ninguna parte y que solo nos sentíamos muy solas. En fin, seguimos con lo nuestro que ya había pasado más a ser una amistad con beneficios que una relación. Eso duró un par de meses, ensuciamos algo muy lindo y nos arrepentimos cuando nos dimos cuenta de que nuestros sentimientos eran un desastre. Conversamos y decidimos alejarnos un tiempo. No podíamos mantenernos lejos la una de la otra, como te dije, estábamos muy solas y eso nos hacía volver una y otra vez a la otra. Luego de un tiempo luchando con esto, Andrea decidió irse a Argentina un tiempo. Terminó sus estudios ahí. No hablamos durante ese tiempo, teníamos un trato. 1 llamada, solo teníamos eso, después de todo éramos amigas, siempre supimos eso. Pero nos estábamos haciendo daño, así que ese sería nuestro S.O.S. en caso de sentir que no podíamos solas. En fin, Andrea hizo más amigos, se volvió una persona más sociable. Yo, por el contrario, me acostumbré a la soledad. Un día recibí una llamada de Andrea, estaba de vuelta, su voz sonaba rota. En menos de una hora estábamos juntas. Le habían roto el corazón. Lo peor, había sido yo. Yo no estaba con nadie, solo era un rumor. Andrea usó su llamada y eso solo significaba una cosa- 

-¿qué cosa?- dijo ella con curiosidad, me generaba tanta ternura que esta explicación fuera por sus celos y ahora parecía un niño escuchando un cuento 

-Que o nos volvíamos a ver, o nos separábamos definitivamente- 

-¿y?- 

-Y nos separamos, nos hacíamos daño Ames. Yo la amaba, la amo. Ya no como antes, pero en ese momento, luego de decirle que no podíamos estar juntas, me desgarró ver como compraba pasaje de vuelta a Argentina en el siguiente vuelo. Solo quedaba mi llamada. Pero la verdad no la tuve que utilizar. Desde ese momento nos llamábamos todas las semanas. No podía verla, porque correría a ella nuevamente y era algo que realmente no quería hacer. Pero solo la tenía a ella, no tenía amigos, ni familia y menos pareja. Solo a ella. Pero teníamos otro trato, como yo no había usado mi llamada y ya no me servía de nada, yo tenía un boleto. Cuando yo la necesitara podía volar a Argentina o Andrea volver. Ninguna pregunta, solo teníamos que hacerlo. Entonces te conocí y cuando me fui sentí que volvía a estar igual de sola que cuando Andrea se fue y la llamé, pero me dijo que no podía, la odié, era una promesa, un pacto, nuestro pacto y era mi única amiga. Ese mismo día me la topé en una fiesta, siempre estuvo aquí, no quería verme, con justa razón. Al otro día apareció en mi oficina con una botella de mi whiskey favorito. Descubrimos que el tiempo separadas era todo lo que necesitábamos. Distancia física. Porque nos hizo darnos cuenta de que no necesitábamos ser una pareja o tener sexo para estar juntas. Podemos solo ser amigas y estar la una para la otra. - Como si el tiempo hubiese estado calculado, mi teléfono comenzó a sonar - Hablando del diablo - dije contestando la llamada de Andrea 

-Luthor- 

-Rojas- dije - hasta que te acuerdas de que viniste por tu amiga- 

- luego hablamos de eso, ¿dónde estás? - 

-claro que hablaremos de eso Andrea - dije rodando los ojos - estoy en la playa - 

-no sé si lo sabes Luthor pero la playa es muy grande - 

-te mando la ubicación- dije rogando que llegara pronto porque con Amelia habiamos acordado llevar todo esto lento y ya no aguanto las ganas de besarla.