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Con rapidez entro en mi cuarto, entro al baño y miro mi reflejo en el espejo, estoy sonrojada.

Malditamente lo estoy.

Trago saliva, no entiendo lo que me pasa, al igual que no entiendo este calor que surge de repente por mí cuerpo, por primera vez en años, que un hombre me mire con la intensidad y el deseo que vi en su mirada no me asquea ni me aterra.

Me excita.

¿Qué carajos pasa conmigo?.

-Rachel -me llaman y volteo.

Hago una mueca al ver a la persona frente a mí, no se cansa.

- ¿Qué quieres?.

-No voy a tolerar más tu actitud de niña malcriada -dice acercándose lentamente a mí.

Me río.

-Nadie te obliga a aguantarme, lo haces porque te da la gana, cuando quieras te firmo el divorcio -me burlo.

-Eso nunca amore, primero muerto antes que perderte -me arrincona contra la pared y entierra la cara en mi cuello.

Me estremezco al sentir su respiración en mi oído seguido de sus manos tomar con fuerzas mis caderas.

-No me toques -susurro asqueada.

-Eres mi mujer, nuestro matrimonio jamás se ha consumado, todo por tu maldito trauma de esa noche -dice furioso.

-En primera, no soy tu mujer, solo nos une un puto papel, en segunda, no es un maldito trauma, me violaron Antoni, me rompieron -lo empujó con fuerzas apartándolo de mi cuerpo -. Acabaron con mi inocencia y con la Rachel buena que habitaba en mí.

- ¡Siempre he querido repararte! Pero no me dejas tocarte.

- ¡Porque me asquea tu toque! -le suelto -. No soporto que me mires con deseo, con lascivia, no puedo soportar la idea de que tan siquiera me toques.

-Soy tu marido mi amor.

- ¡No me llames así! ¡Sabías de sobra lo que hacías cuando aceptaste casarte conmigo, yo no te amo, ni ahora, ni nunca!.

Asiente y su rostro refleja ira, me agarra bruscamente del brazo sacándome a empujones del baño, me empuja hacia la cama subiéndose encima de mí.

- ¡Suéltame!.

- ¡No! Vas a ser mía por las buenas o por las malas -lo miro a los ojos retorciéndome.

No.

Esos ojos.

- ¡Carajo Antoni suéltame! -grito.

Pone una mano en mi boca y la otra la utiliza para intentar quitarme el top deportivo. Me besa el cuello y cierro los ojos conteniendo las lágrimas que quieren salir.

No voy a llorar, no le voy a dar ese placer.

Despunta mi pantalón y me lo saca a la fuerza, sigo removiéndome en un vago intento por liberarme.

-Mientras más guerra me des, más lo voy a disfrutar -susurra en mi oído.

Joder que asco.

Se quita su pantalón junto a sus bóxer, hace a un lado mis bragas y posiciona la cabeza de su miembro en mi entrada.

Aprieto la mandíbula esperando sentir el dolor, no de nuevo, no quiero pasar por el mismo infierno.

Una lágrima traicionera baja por mi rostro y el la limpia con su lengua.

-Ahora lloras, pero pronto lo disfrutarás amore -susurra y quita la mano de mi boca.

-Eres él... -mi voz tiembla y frunce el ceño.

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⏰ Última actualización: Apr 12 ⏰

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Pasiones Candentes [Chrischel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora