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El día tan inesperado llegó, los siete reyes por fin se iban a reunir. Siendo honesta, algo dentro de mi no quería que eso pasara, pues después del recuerdo que llegó a mi mente, otros más comenzaron a aparecer. Yo odiaba eso y no quería que aparecieran, pero mi mente me jugaba una mala pasada y seguía mostrándome mi verdad. Era una chica alfa que estaba enamorada de su padre. Y además, cometía sin remordimiento el pecado mas grande de los siete reinos, el incesto.

Trate de convencer a Malleus de que, no era buena idea que yo apareciera junto con él, pero el insistía en que quería presentarme con ellos. Desgraciadamente no quería que Malleus comenzará a sospechar, así que, me ví obligada a acceder.

Esa mañana, Malleus se convirtio en Dragón para poder llegar a tiempo. Al parecer, ellos se quedaron de ver a las 12:00pm. Así, los chicos y yo subimos en Malleus.

Gracias a los siete grandes, llegamos a tiempo. Y no saben lo sorprendida que me quedé al ver la inmensa cantidad de gente que rodeaba el castillo central. Lilia me dijo que fue creado hace más de 700 años, cuando él, aún era muy pequeño, con el fin de que los líderes de las siete naciones se reunieran algún día. ¡Si! Es sorprendente saber que las hadas viven bastante tiempo.

-¿Estás nerviosa Aurora? -me pregunto de repente Lilia.

-¿Yo? ¿Por qué lo estaría? -pregunte desconcertada, pues siendo honesta si estaba nerviosa pero se me pasó un al distraerme con la gente.

-Jamas habías salido del castillo, me supuse que estarías nerviosa

Me quedé un momento callada. Luego, solté un largo suspiro.
-No, no lo estoy.... Lilia ¿Puedo pedirte un favor?

-Sabes bien que puedes pedirme lo que quieras

-Si alguien pregunta sobre mi, diles que soy tu hija. Diles que soy Aurora Vanrouge, y soy una hada al igual que ustedes

Lilia me miró un par de segundos sorprendido, para luego mostrarme una sonrisa.
-No sé que es lo que pasa, pero claro. Soy y seré feliz de decir que eres mi pequeña hija

No pude evitar abrazarlo, Lilia era un buen hombre. Y ya sé que no merecía una mentira mía, pero todo lo hacía por el bien del reino y de ellos.
-Gracias... Papá -le dije.

Lilia me abrazo más fuerte al escuchar que le dije papá. Sin embargo, tuvimos que separarnos al escuchar por Malleus que debíamos de sujetarnos para poder aterrizar.

No saben como me sentí en ese preciso momento. Sentía que mi alma se salía de mi cuerpo; No quería verlo, no quería ver a Vil porque sabía que iba a correr a sus brazos.

Al bajar de Malleus, me aferre a los brazos de Lilia. Todos me miraron algo extrañados.
-En verdad estás nerviosa, no tienes por qué estarlo -me dijo mi ahora nombrado padre.

-Lilia, no sé porque estoy nerviosa -le dije. Sin embargo, Malleus llegó detrás de mi y me abrazo.

-No tienes porqué estar nerviosa, eres la reina del majestuoso mundo de las hadas. Todos los reinos son los que están por debajo de nosotros. Ellos son los que tienen que tenernos miedo -me dijo Malleus.

-Malleus tiene razón, nadie en este mundo es más importante que ustedes dos. Ambos son los temibles reyes del reino Diasomnia -dijo Lilia.

Trague saliva y asentí. Luego miré a Sebek y a Silver quienes se unieron a nosotros. Ahí, mi esposo les ordenó:
-Sebek, Silver este es un territorio neutro. Sin embargo, no confío en ellos. Si algo sucede, saquen a su reina de aquí y regresen a Diasomnia

Qυédαтe coɴмιɢo (мαlleυѕ х тυ ғeм х Vιl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora