Thriller Trainꫀe

Capítulo 145: La primera noche

Tras terminar de cenar, el sol poniente se hundió lentamente en el horizonte a lo lejos.

Los aprendices se levantaron de la larga mesa. Pasaron junto a una vajilla dorada que contenía montones de pan ácimo y vino de uva, y unos candelabros en forma de lágrima colocados sobre manteles blancos. Llegaron a la puerta lateral de la catedral y contemplaron la oscuridad del exterior.

La gruesa puerta de madera de la entrada principal ya había sido cerrada y reforzada con un pestillo de madera más grueso que un diccionario.

El cielo y la tierra se habían oscurecido.

La Ciudad del Bien de noche era completamente diferente de la Ciudad del Bien de día. Durante el día, la luz sagrada parecía salpicar toda la ciudad. Todo estaba impregnado de cálida luz solar. Por la noche, las puertas de todas las casas estaban bien cerradas. Incluso las ventanas lo estaban. Al mirar a la calle, sólo se veían hileras de tenues farolas, que le daban un aspecto sombrío y desolado.

Pronto, el cielo nocturno empezó a oscurecerse aún más.

Hilos de lluvia comenzaron a caer del cielo, primero como una ligera llovizna y luego con un repiqueteo constante, golpeando el suelo.

En las profundidades de las nubes, parpadeaban débiles relámpagos. A través de la oscuridad, se podían ver claramente las chispas eléctricas generadas por los relámpagos bajo la lluvia torrencial.

"Lo siento, invitados. Por favor, descansen un rato en la sala lateral".

Expresiones de pánico aparecieron en los rostros de las monjas. Rápidamente cerraron también la puerta lateral de la catedral y, disculpándose, guiaron a los aprendices hasta el vestíbulo de invitados de la catedral para que tomaran asiento.

Una vaga premonición apareció en los corazones de todos. Las siguieron obedientemente sin decir palabra.

La sala lateral no era grande. Estaba situado en la parte trasera de la catedral, cerca de las habitaciones para el clero. Dentro, había un círculo de mullidos sofás con mullidas almohadas.

La chimenea del centro de la sala lateral ardía incansablemente, la leña de alta calidad emitía un agradable sonido crepitante. El ambiente era cálido y acogedor.

En marcado contraste, el ambiente entre todos era solemne y pesado.

Debido a la eliminación de sus recuerdos borrosos por el sistema y a los extraños e inesperados sucesos ocurridos, nadie habló durante un rato.

Xu Su estaba sentado solo junto a la chimenea, mirando las llamas que salían de la leña, sumido en sus pensamientos.

No sabía qué le pasaba. Estaba claro que se encontraba en una instancia de terror y no tenía tiempo para pensar en otras cosas, pero sus emociones eran turbulentas y no podía calmarlas.

Cuando Xu Su entró en el bucle infinito, aún estaba en la universidad, preparándose para el examen de admisión de Posgrado. Como estaba estudiando en el extranjero, no había vuelto a casa en todo el semestre.

Ese día coincidió con unas vacaciones escolares. Había hecho las maletas y, nada más llegar a casa, tuvo una fuerte discusión con su familia.

El propio Xu Su había olvidado de qué iba la discusión. Los humanos siempre eran así. Frente a los extraños, eran cautelosos y cuidadosos. Guardaban todas sus emociones y actitudes para los más cercanos.

En un arrebato de ira, se encerró en su habitación y jugó durante varias horas, negándose a salir.

Siempre había tenido una personalidad fogosa. Su temperamento se encendía rápidamente, pero desaparecía con la misma rapidez. Inevitablemente, no podía evitar arrepentirse de sus actos después de calmarse y reflexionar.