Capítulo 28

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Respiro profundamente antes de tocar el timbre de la casa de Mitsuya. He pasado días preparándome para esta conversación, enfrentando mis miedos para lo que sea que tenga que enfrentar. Pero cuando la puerta se abre, no veo a Mitsuya, sino a sus hermanas menores, Luna y Mana.

— ¡Sumi! Que alegría verte despues de tantos días — exclamo con una sonrisa que yo devolví, aunque por dentro siento una punzada de decepción al no ver a Mitsuya.

— Estábamos preocupadas desde ese día en el que te fuiste rápidamente — Lina suspira — No pudimos encontrarte por más que buscamos.

Me sentí muy avergonzada en ese momento. Fuí una tonta...

— Hola chicas ¿Está Mitsuya en casa?

Mana hace una mueca de tristeza y comparte una mirada rápida con su hermana antes de responder.

— Lo siento, Sumi. Mitsuya se fue de viaje a Roma por trabajo. Dijo que tiene algunos proyectos de diseño que terminar en el extranjero.

Siento un nudo en el estómago al escuchar eso. Todo mi plan, mis preparativos, mi valentía para enfrentar a Mitsuya, se desmoronan ante mí.

— Oh... ¿Cuánto tiempo estará fuera?

Luna se encoge de hombros

— No lo sabemos con certeza. Depende de cuánto tiempo le tome completar sus proyectos — me sonríe apenada — Pero seguro que estará de vuelta en un par de semanas... Me gustaría que todo vuelva a la normalidad.

Igual yo.

Siento que Mitsuya se fué por mi culpa... Tengo tantas ganas de llorar.

Un par de semanas. Para mí, eso parece una eternidad. No sé si podré esperar tanto para hablar con Mitsuya, para aclarar las cosas entre nosotros.

Esa pared que yo misma puse en medio.

— Gracias chicas. Supongo que volveré otro día a visitarlas entonces — digo tratando de ocultar mi desilusión.

— ¡Oh, no te vayas tan rápido! — exclama Mana, agarrando mi brazo — ¿Por qué no entras y pasas un rato con nosotras?

¿Debería?

Vacilo por un momento, pero luego asiento con una sonrisa.

— Está bien, gracias. Sería agradable pasar un rato juntas.

Las tres entramos en la acogedora sala de estar, donde nos sentamos y comenzamos a charlar animadamente. Luna y Mana comparten historias sobre lo que han estado haciendo desde la última vez que nos vimos, mientras yo me esfuerzo por mantenerme presente en la conversación.

Una cosa que eh notado es que nunca mencionaron el tema de la mujer que apareció esa vez en la puerta, justo el día de mi cumpleaños.

«¿Que habrá pasado ese día?» pensé mientras las escuchaba hablar y trataba de concentrarme en la plática.

Pero mi mente sigue volviendo a Mitsuya. Me pregunto que estará haciendo en este momento. Me pregunto si estará pensando en mí también.

— ¿Estás bien, Sumi? — pregunta Luna, notando la expresión preocupada en mi rostro.

Asiento saliendo de mi ensoñación.

— Sí, estoy bien. Solo... un poco distraída, supongo.

Mana me da una palmadita en la mano con simpatía.

— Ánimo. Seguro que echas de menos a Mitsuya pero sabes que volverá pronto, ¿verdad? Y podrás hablar con él entonces.

Asiento de nuevo, agradecida por el consuelo de mis amigas, si, ellas ya son mis amigas.

OBSESSION || Ran HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora