Capitulo 3

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Xóchitl se encontraba revisando unos documentos, aunque no podía concentrarse. El beso con Claudia seguía fresco en su memoria.

De pronto, escuchó que tocaban la puerta. Al abrir se encontró con la intensa mirada de Claudia.

"Tenemos que hablar" dijo Claudia seriamente, cerrando la puerta tras de sí.

"Claudia, lo de antes fue un error. Somos rivales" respondió Xóchitl, aunque su cuerpo decía lo contrario.

"Lo sé, pero ya no puedo ocultar lo que siento por ti" insistió Claudia acorralándola contra la pared.

Xóchitl quería resistirse, pero la pasión pudo más. Se fundieron en un apasionado beso, explorando sus bocas con deseo.

"Esto está mal..." susurró Xóchitl entre besos, aunque sus manos ya recorrían el cuerpo de Claudia.

"Shh, déjate llevar" respondió Claudia con voz ronca, empujándola hacia el escritorio.

Pronto la ropa comenzó a estorbar. Xóchitl sabía que no debía, pero ya no podía detenerse...

Los cuerpos ardientes de Xóchitl y Claudia se fundían en una danza prohibida sobre el escritorio. La ropa ya era un estorbo que habían desechado con premura.

Xóchitl gemía sin control ante las expertas caricias de Claudia. Su cuerpo la traicionaba entregándose plenamente a ella.

Pero la culpa comenzaba a invadirla. "Claudia, detente... Alguien podría entrar" jadeó, aunque su cuerpo rogaba por más.

"Shh, olvídate de todo excepto de mí" susurró Claudia besando su cuello.

Xóchitl ya no podía resistirse. Se dejó llevar completamente por el éxtasis del momento.

Pero la culpa la embargó cuando alcanzó el clímax. "Esto no puede volver a pasar" dijo apartándola suavemente.

Claudia la miró con deseo. "Lo sé, pero no puedo evitar desearte" respondió acariciando su mejilla.

Xóchitl sabía que aquello iba más allá de la política. Pero su deber estaba primero...

Claudia X Xóchitl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora