Claudia X Xóchitl

Capítulo 8

Xóchitl yacía en el suelo, tratando de recuperar el aliento después del encuentro con Claudia. Aunque su cuerpo se sentía saciado, su alma estaba herida.

Claudia la miraba con frialdad, vistiéndose con calma. "Eres patética, suplicando por más como la puta barata que eres" dijo con desdén.

Las lágrimas asomaron a los ojos de Xóchitl. "Pensé que lo nuestro significaba algo" musitó con la voz quebrada.

"Nunca ha significado nada para mí, gorda estúpida" escupió Claudia con crueldad. "Solo quería divertirme contigo".

El corazón de Xóchitl se rompió en mil pedazos. "Eres un monstruo" susurró entre sollozos. Odiaba haberse enamorado de alguien tan fría.

"Llora todo lo que quieras, vaca. Nadie te amará jamás" se burló Claudia antes de marcharse, dejándola destrozada.

Xóchitl comprendió que solo había sido un juego para Claudia. Juró que se vengaría de su crueldad cueste lo que cueste.

Xóchitl llegó a su mansión hecha un mar de lágrimas. Apenas podía creer lo cruel que había sido Claudia con ella.

Se encerró en su habitación, deseando poder arrancarse el dolor del pecho. No podía dejar de repetir sus crueles palabras una y otra vez.

"Nunca me había sentido tan humillada" sollozó abrazando una almohada. Odiaba haberse entregado en cuerpo y alma a alguien tan despreciable.

De pronto, la invadió una oleada de furia asesina. Claudia no se saldría con la suya, le haría pagar cada lágrima con creces.

"Vas a suplicar clemencia cuando termine contigo, perra" siseó limpiándose las lágrimas. "Te destruiré como tú lo hiciste conmigo".

Pasara lo que pasara, se vengaría cueste lo que cueste. Haría que Claudia se arrepintiera de haberse cruzado en su camino. Nadie humillaba a Xóchitl así y salía impune.