¡Tus Deseos son Órdenes!

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Al día siguiente,  la leve luz entró por los ventanales de la habitación. Ambos amantes estaban dormidos en la cama abrazados y casi desnudos. El primero en levantarse fue el japonés, su cuerpo se sentía pesado, le recordó lo ocurrido durante la noche. Preparó el agua y entró en la tina para relajar sus músculos.
Por un momento se puso a reflexionar lo que había hecho en el departamento de su pareja, en aquel momento estaba decidido a suicidarse y dejar todo atrás...sin embargo, una sonrisa vino a sus pensamientos y recordó a su compañero.

Soy un idiota- dijo agobiado- debo dejar de darle problemas a Víctor. No debo arruinarlo...otra vez.

Se apoyó en el borde de la bañera y se relajó mientras las sales de baño hacían su trabajo. Introdujo un dedo en su interior para lavarse apropiadamente, era placentero el sexo con su novio pero el día siguiente era atroz.

Buenos días, hoy mi desayuno es en la tina?- dijo tomando una toalla- te he dicho cuán sexy te ves en esa posición? Tus piernas húmedas y pecho mojados son una invitación para mi.

Soy sexy, lo sé- se levantó de la tina y dejó que lo cubrieran con la toalla- Pero solo dejo que tú veas mi cuerpo así... buenos días, Vitya.

Ambos amantes se besaron antes de iniciar un posible encuentro en el baño. El mayor se abstuvo y se bañó solo mientras su amante se arreglaba para salir.

Lo miraba por la abertura de la puerta del baño. Ver a su pareja cubriendo su cuerpo con crema humectante y perfume era un deleite que debaja poco lugar a la imaginación; pero lo más interesante era ver como se colocaba la ropa interior de su marca con tal sensualidad que daba a entender que sabía que estaba siendo observado.

Te gusta lo que ves Vitya...?- dijo entre risas mientras tocaba el liguero de sus bragas- puedes quitarme esto en la noche si eres buen niño hoy...

Rápidamente el mayor cerró la puerta y no dudó en meterse en la ducha con agua fría para bajar su erección. Tener una pareja tan sexy era una bendición y una maldición a la vez.
Salio del baño y encontró a su novio colocándose maquillaje y unos aretes pequeños.

Irás como mi novia?- dijo al quitarse la toalla y colocarse la ropa del día- hace tiempo que no usas faldas.

No, aún soy tu novio- dijo colocándose base en el cuello- solo estoy cubriendo las marcas de mordidas que alguien me dejó anoche.

Estamos en otro país, no conozco a nadie, no hablo el idioma...- le dio una nalgada- tengo que establecer mi territorio, Lybov

Con eso último, el mayor salió de la habitación para buscar las maletas que habían quedado en el pasillo, era un alivio que siguieran afuera.

Oye amor, traje la otra ropa, si quieres puedes... Yuuri?- quedó sin palabras al ver a su pareja con una falda negra y unos ligueros que acentuaban su delgada figura- crei que dijiste que no usarías falda... te ves ultra sexy, My Lybov.

Lo reconsidere, iremos a Akihabara y Tokyo central, no creo que una pareja como nosotros sea mal vista si me visto así- se colocó unos aretes brillantes- además...puedo publicitar tu marca en Japón. Tengo uno de los pocos números de Nigth Dance de la colección de Verano de mi novio.

Realmente no sé qué es más sexi...si tu cuerpo o tu habilidad para los negocios- introdujo una mano bajo la falda- pero...no quita el hecho que podemos jugar un poco aprovechando esto...

El mayor lo apoyó sobre el escrito donde estaba el maquillaje para bajar su ropa interior e introducir un dedo en su entrada logrando gemidos leves.

Vitya...- empezó a gemir- no quiero... aún estoy sensible...ah!