sɪᴇᴛᴇ

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-Chicos soy solo yo o ¿Tord nos está ignorando? -cuestionó el pelirrojo algo confundido-

Desde el día anterior el nórdico los había estado ignorando de forma muy directa. El trío de amigos supuso que se había enojado por algo que pasó con la máquina dispensadora, pero ya había pasado demasiado tiempo como para que el noruego siguiera molesto. Cuando los chicos llegaron a la prepa, lo vieron sentado en el mismo asiento alejado en vez de donde se solía sentar.

-Parece ser que si, no contestó ninguno de mis mensajes ayer -contesto Edd igualmente desconcertado- Creo que me bloqueó-

Tanto Matt como Tom miraron atónitos al castaño oscuro. Él era con quien el cornudo mejor se llevaba, así que el hecho de que este lo hubiese bloqueado les parecía un escenario poco probable.

-No creo que esté molesto por lo de la máquina- El de verde se levantó de su asiento decidido a saber el porqué de su repentino alejamiento-

Se dirigió al nuevo lugar del castaño cobrizo, se paró frente a este con ambas manos en los bolsillos de su sudadera a la par de una pequeña sonrisa. Tord ni siquiera se molestó en girar a verlo.

-Hey Tord, quería saber si tenías un pequeño momento para hablar -trató se sonar lo mas tranquilo posible, el rostro inexpresivo del contrario empezaba a ponerlo nervioso. Al no ver ninguna reacción de este, suspiró y continuó- ¿Tienes tiempo?-

El nórdico sacó unos auriculares de sus bolsillos, poniendoselos mientras buscaba una canción en su lista de reproducción. El de ojos cafés esperó pacientemente una respuesta del noruego, pero lo único que obtuvo fue:

-Estorbas, Edd-

Ahora el disgustado era el castaño Edd, se había tomado las molestias de preocuparse por su amigo ¿Y este solo le decía que estorbaba?
Enojado volvió a su lugar obteniendo las miradas burlonas de sus amigos.

-Si quiere seguir ignorándome y no decirme por qué, que lo haga. Dos pueden jugar a ese juego- gruñó indignado-

No pudo estar más equivocado.
El trío de chicos se encontraba en la cafetería comiendo apaciblemente, o bueno, dos tercios de ellos. El de verde estaba totalmente impaciente, penso que si no le daba importancia al enojo del nórdico este dejaría su rabieta y les diría que le pasaba, pero claramente no fue asi. Sus amigos se quejaron por su paranoia y solo le aconsejaron que dejara al cornudo tranquilo para que no se enojara más de lo que estaba, pero esas palabras solo le entraron por un oído y salieron por el otro.

-Ire a buscarlo, espérenme aquí- el castaño oscuro se levantó ansioso de su asiento para emprender su búsqueda-

-Por Dios ¿Acaso Tord es una especie de droga que desarrollaste  síndrome de abstinencia? -Bufo el de cuencas hastiado-

Edd nuevamente hizo caso omiso a las palabras de su amigo y siguió su camino. La ansiosa actitud del de ojos cafés tenía una razón, en unos meses habría una gran convención de anime, juegos y demás, cosa que lo había emocionado. Asi que compró boletos para que sus amigos y él pudieran ir, pero sabía de antemano que a quien le iba a emocionar esa noticia tanto como a él era a Tord.
Asi que no quería peder la oportunidad de ver cómo se iluminaban los lindos ojos grises del nórdico al enterarse. Estuvo buscando por los patios, aulas e incluso los baños, pero no habían señales de Tord. No fue hasta que pasó por la dirección que de casualidad escuchó a la directora nombrar al chico que anhelaba ver.

-Gracias Tord, escuchar eso es un gran alivio- agradeció la directora desde el otro lado de la puerta-

-No hay de qué señora, estoy bastante impresionado de que estos altavoces de la era prehistórica sigan funcionando, bueno ya no, pero me encargaré de eso -al escuchar la característica voz del noruego del otro lado, se apresuró a tocar la puerta para entrar-

☹︎¡ʜᴇʏ ᴛᴏʀᴅ!-ᴇᴅᴅᴛᴏʀᴅ☺︎︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora