Me tire en mi cama con dramatismo, suspirando sonoramente mientras tomaba a mi pingüino de peluche favorito, con el cual había descubierto aquellos sentimientos hacia mi Unnie Nayeon.
Flashback
Era la fiesta de mi cumpleaños número 11, yo estaba emocionada saludando a la gente y recibiendo los regalos que me traían, aunque no me gustaban mucho los abrazos, dejaba que la gente me los diera en modo de felicitación.
---Minari! ¡Feliz cumpleaños! –Chaeyoung llegaba hasta a mí, tirándose a mis brazos, unos segundos después se separó teniéndome una colorida bolsa de regalo ---Toma, ¡es para ti!
---Gracias Chae ---agradecí su regalo y de la emoción no me pude contener abrir la bolsa, un pequeño y hermoso peluche de pingüino estaba en el interior, mi animal favorito ---¡Es hermoso! ¡Gracias!
---Sabíamos que te gustaría ---dijo Chae mirándome ---Nayeon Unnie me ayudo a escogerlo.
Levante la vista, notando como Nayeon se acercaba a nosotras sonriendo ---Se que te encantan los pingüinos pequeña.
Asentí sonriente, sorprendida por que Unnie supiera eso ---Gracias a ti también Unnie.
Nayeon se acercó a mí, agachándose un poco para darme un fuerte abrazo ---Feliz cumpleaños pequeña.
No sabia que me pasaba, pero el sentir sus brazos alrededor de mi me hizo sonrojar, yo también le devolví el abrazo hasta que lastimosamente ella se separó.
---Estas muy linda pequeña ---el cumplido de Nayeon hizo que el calor en mis mejillas aumentara ---¿No es así Chae?
---¡Si, estas preciosa Minari! ---aseguro Chae.
Que Nayeon me dijera aquel cumplido me hizo sentir bien, ya que anteriormente tenia la pequeña duda si aquel vestido blanco con flores azules me quedaba bien, pero si mi linda Unnie me decía que me veía preciosa entonces había hecho una buena elección.
Durante toda la fiesta no pude evitar mirar a Nayeon Unnie, quien cada vez que me atrapaba me sonreía, aquel gesto solo hacía que mi corazón golpeara con fuerza mi pecho.
Fin flashback
Ese día comencé a darme cuenta sobre los sentimientos que empezaba a tener hacia Nayeon Unnie, al principio pensé que tal vez solo era admiración por que una Unnie tan linda como ella me hubiera hecho un cumplido, pero con el paso del tiempo me di cuenta que no era así. Poco a poco comencé aceptar que me gustaba su linda sonrisa de conejo, me gustaba tenerla cerca, que me mirara, que jugara conmigo, hasta que por fin acepte que me gustaba todo de ella, acepte que me había enamorado de mi Unnie
Obviamente al principio me asuste, ya que no pensaba que por nuestra diferencia de edades estuviera bien que ella me gustara, trate de hacer un lado lo que sentía, pero nada funcionaba, solo bastaba ver a Nayeon al otro lado de la calle para que mi corazón volviera a latir desbocado. Por lo que cuando un año paso me di por vencida, estaba total y absolutamente enamorada de Nayeon y nada podía hacer ante eso.
Decidí que tal vez y solo tal vez podría intentar enamorarla, lo sé, es una locura, pero se que no es imposible, tal vez y lo logre, no importa lo que me tarde, se que hay una posibilidad para hacer que Nayeon Unnie se fije en mí.
--Mina! ---y como siempre Momo entraba interrumpiendo mis momentos de reflexión. Entro a mi habitación corriendo a tirarse sobre mí, seguida de Chaeyoung, quien fue más consciente y solo se acostó a mi lado.
---Ah, Momo, quítate de encima--- trate de empujarla, pero ella solo se acomodo mejor, siguiendo encima mío ---¡Me estas aplastando!
---¿Si te dieron permiso para ir a la fiesta de Dahyun? ---Momo ignoro olímpicamente mis protestas de que se quitara de encima, recargo su cabeza en mi pecho y me abrazo ---Chae y yo ya tenemos permiso.
---Te responderé si te quitas de encima --- mi amiga me hizo caso y se hizo a un lado ---Si, si iré, mama me dio permiso.
---Bien, mañana saliendo de la escuela solo venimos a cambiarnos y nos vamos a casa de Dahyun ---decía Momo abrazándose a mi cuerpo ---Tenemos que llegar temprano, Dahyun me conto que habrá pizza y hotdogs.
Momo como siempre pensando en comida.
---Chicas, ¿puedo irme mañana con ustedes? ---pregunto Chae, yo la mire extrañada ya que siempre Nayeon Unnie la llevaba a todos lados.
---¿No nos llevara Nayeon Unnie? ---parece que Momo pensó lo mismo que yo.
---No, lo que pasa es que saldrá mañana con sus amigos ---eso me entristeció, yo tenía la esperanza de ver a Nayeon Unnie cuando nos fuera a dejar ella a la fiesta.
---Pues nosotras pensábamos en irnos contigo ---comento Momo ---Pero no importa, podemos irnos solas, está a pocas calles de aquí.
---Mi mama nos puede llevar, solo tengo que decirle ---hable tratando de levantarme, pero tanto Chae como Momo seguían abrazadas a mi cuerpo ---Chicas, tengo que ir a decirle.
---Estamos cómodas Minari, en un rato le dices ---comento Momo y Chae asintió, yo suspiré y mejor volví a acostarme.
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Ya era de noche cuando Momo y Chae se fueron a sus casas después de cenar con mi familia, yo me quede en la sala viendo una película con Sana, quien cuando mire ya estaba dormida, la tape con una frazada, estaba por volver a sentarme cuando escuche una voz familiar afuera. Por curiosidad me asome por la ventana, viendo la casa de enfrente, donde cierta rubia despedía a lo que parecían unos amigos.
Aun cuando el auto se fue, ella se quedó parada en la acera, viendo por donde se habían ido sus amigos, al ver que aún no entraba a casa de los Son y el querer estar un momento con ella me incitaron a salir de mi casa, cruzar la acera y acercarme a ella.
---Nayeon Unnie... ---Salude tímidamente al llegar frente a ella.
---Hola pequeña, ¿Qué haces afuera a esta hora? ---pregunto la mayor ---Ya deberías estar durmiendo, mañana hay escuela.
---Es que no tenía sueño y quería salir a tomar un poco de aire fresco ---mentí, claramente no le iba a decir que Sali solo para verla ---¿Y tú que haces afuera Unnie?
---Sali a despedir a unos amigos que vinieron a verme ---me conto lo que ya sabía ---Pero ya iba a entrar por mis cosas, mi mamá no tarda en pasar por mi para ir a casa.
---Oh, ya veo ---al parecer solo tenía pocos minutos para estar a su lado ---Quieres te puedo hacer compañía en lo que llega tu mama, Unnie.
---Pequeña, ya es noche, debes entrar a casa.
---Por favor Unnie ---suplique haciendo uno de mis mejores pucheros, lo que pareció funcionar.
---Bien, pero ven, sentemos en el porche --- mi sonrisa era enorme al caminar a su lado y sentarme con ella.
Nos sentamos en los escalones, era una platica tranquila, ella me preguntaba sobre la escuela y esas cosas, a lo que yo con mucha emoción le contestaba y trataba de alargar mucho mas la conversación, por mi podíamos pasar toda la noche hablando, solo las dos, pero eso no iba a suceder, no esa noche.
En un momento Nayeon Unnie y yo nos quedamos en silencio, ella parecía muy pensativa y yo no la queria incomodar al preguntar que pasaba, aunque me estaba muriendo de la curiosidad, así que solo me quede callada, me bastaba con estar a su lado. Aunque no pude evitar quedarme viendo su rostro, esas bonitas mejillas, sus gruesas pestañas y sus labios... se veían tan rosados y suaves, perfectos para un primer beso, mas bien para mi primer beso. Lentamente me fui inclinando, poco a poco acercándome a su rostro y ella en un momento volteo a mirarme, solo necesitaba acercarme un poco mas para poder probar sus labios.
