1942
11 y 12 añosAhí estaba de nuevo, esos movimientos en seco, esas voces pequeñas y esos chillidos de su madre en una noche de verano, donde el viento en un vapor caluroso peinaba sus hebras, que muy pegadas a su frente por el sudor yacían, muy quietas sin querer danzar con el viento, ante la angustia y confusión de su pecho pequeño, que muy quieto subía y bajaba con cada respiración, aunque tratase de ahogar ese jadeo temeroso con ojos expectantes ante una imagen que se volvía a repetir pero con protagonistas diferentes.
Su madre le había explicado sobre este tipo de situaciones, cosa que exigió Jungkook una vez estuvo un poco más grande. Era inocente más no un tonto, sabía perfectamente que esto no se trataba de una prueba de amor como Jiwon le había explicado. ¿El amor era así de doloroso? ¿Y era correcto amar a dos personas o incluso a tres?
No sabía nada del amor, no tenía siquiera una plantilla a la cual adaptarse y generar un poco de este sentimiento, no tenía idea de nada. Pero esto, definitivamente esto no era lo que se imaginaba como algo mágico.
Suspiró, aferrado a los barrotes de madera de las escaleras, con un rostro lastimero y casi que decepcionado al tener una idea de lo que se tratase. Tenia once años, era hora o nunca de que al menos supiese la verdad, una verdad que él mismo ha estado descubriendo al paso del año. Siempre a la misma hora su madre se encontraba rodeada de tres hombres que ante sus ojos inocentes, la atacaban.
Ahora ya no piensa eso.
Es amor ¿no? ¿Así de malo era?
¿No era mágico como en las películas?
Se ven horrible..
Ahora se ve horrible.
El amor suele ser contado como el sentimiento más divino, pulcro y lleno de unas mariposas que revolotean en tu estómago, siendo incómodo al inicio, pero terminando de una forma mágica. Su proceso suele ser extraño, doloroso en parte, abrumante cuando te lo guardas por mucho tiempo y no sabes a quien contarselo. Pero a la final, resulta ser tan perfecto, suave, cálido, lleno de ese algo que expande tu corazón para que ese amante lo envuelva. Cuando amas a alguien, sientes todos tus huesos temblar, todas tus neuronas vibrar y la piel quemar hasta el punto de que una ráfaga de carmesí se instale en tus mejillas y pertenezca ahí, algo que jamás se irá. Amar va más allá de lo que podemos imaginar.
Jungkook nunca supo diferenciar entre un te quiero y un te amo, oía a muchas personas decir esta última, de sus labios sonaba tan fogoso y lleno de ese algo, de un dulce relato que lo hacía ladear la cabeza ante una duda pequeña. ¿Por qué era tan diferente estas dos palabras? ¿No significaban lo mismo? ¿Qué tan importante podría ser?
"Es todo una mentira" fue lo que pensó en ese instante, cuando la ropa cayó al suelo y de nuevo tuvo que desviar la mirada, apretando sus labios ante la posible mentira de un egoísmo ajeno, siendo Jiwon una mentirosa.
"Amar es mágico"
—Mentira.
"Así le demuestras a alguien que lo amas"
—Es feo..
"Pero eso que has visto es un amor diferente"
—¿Hay más tipos?
"Solo que por amar, recibo dinero"
—¿Y eso es bueno?
"Con duda lo mira, pensando en una respuesta que no confunda más a su pequeño hijo— Lo malo a veces puede ser bueno, Jungkook, y esto que yo hago resultará bueno para tu futuro."
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Una carta para mi amor | Kookv
FanfictionJeon Jungkook nunca entendió como es que llegó a amar tanto a Kim Taehyung; su mejor amigo. Pero sí entendió que él nunca sería el que Taehyung llegaría a amar. . . . . . . . Fanfic que anteriormente era un one shot's. Historia extensa. Basado en lo...