BAILANDO A LA LUZ DE LA LUNA ||TERMINADO||

CAPÍTULO 2

Harry estaba deprimido, descaradamente y abiertamente deprimido. Realmente trató de contener todos sus sentimientos, pero cada vez que se imaginaba a Louis haciendo las mismas cosas que le hizo a él y a otra persona, su omega se ponía furioso. Y lo peor es que notó que Louis estaba gruñendo más de lo habitual, tal como dijo Zayn, y su tonto omega también estaba reaccionando a eso, siempre tratando de consolar al alfa y calmarlo cada vez que lo veía esa semana.

—Entonces, déjame aclarar esto… –dijo Niall, el mejor amigo de Harry, sentado en el taburete de su cocina–. Hace apenas una semana estuviste aquí, alardeando de que tenías este acuerdo realmente casual con este tonto alfa...

—No le dije tonto –Harry hizo un puchero.

—Un alfa tonto por el que no sentías nada, una comodidad realmente agradable para tus necesidades y antojos y estabas feliz por ello, porque tú (y cito) 'no querías una relación seria mientras estabas en la universidad'. Así que explícame, ¿por qué estás aquí en mi apartamento el día de San Valentín, preparando galletas para un alfa tonto que hoy tiene una cita con alguien? El mismo alfa tonto por el que juraste que no sentías nada.

—No está siendo el mismo de siempre –murmuró, sacando una bandeja de galletas ligeramente quemadas del horno–. Por lo general no es tan sombrío. Parece casi triste y bueno… ¿sabes lo que dicen, no hay mejor cura para la tristeza que las galletas?

Niall parpadeó.
—Literalmente nadie dice eso... –él suspiró–. Solo estoy preocupado por ti, no quiero que te lastime.

Harry negó con la cabeza.
—No lo hará, es demasiado amable para eso.

—Parece que podría masticarte y escupirte si tu sabor no es lo suficientemente decente.

—Louis no es nada de eso, es amable y divertido –Harry sonrió para sí mismo–. En realidad es un poco idiota y le encantan demasiado los reality shows inmobiliarios. Es bueno, es… es realmente bueno.

—Bebé... –susurró Niall, la expresión de lástima en su rostro hizo que el corazón de Harry se contrajera un poco–. Eso es... Dios, ni siquiera sé si debería decirte esto, pero escuché en el campus que la razón por la que ha estado actuando tan extraño y estresado es porque hoy está haciendo algo muy importante para su omega.

—Oh… Eso es...eso es muy amable de su parte. Me alegra mucho que no esté triste, estoy... –Harry comenzó a poner sus galletas torcidas y quemadas en una bolsa marrón–. Más galletas para mí, supongo –intentó reírse mientras el dolor dentro de su pecho se hacía más intenso.

—Oh, sol –susurró Niall, caminando hacia Harry.

—Lo sé, ¿de acuerdo? –gimió el omega dejándose abrazar por su amigo. Niall siempre dio los mejores abrazos. Incluso en momentos como éste, siempre se sentía afortunado de tenerlo en su vida–. Sé que debería haber retrocedido tan pronto como no era sólo la parte sexual del trato lo que anhelaba.

—Estás siendo demasiado duro contigo mismo –Niall le acarició la espalda con una mano y le sostuvo la cabeza con la otra–. ¿Y qué si te enamoraste de ese tonto alfa? Lo disfrutaste, ¿verdad? Te sentiste feliz y disfrutaste, eso es lo que importa. Y te sentirás así otra vez, tal vez no con Louis, pero vendrá otro alfa tonto y te cortejará como te mereces. –Niall le sostuvo la cara con ambas manos–. Porque mereces que te cortejen y mereces grandes gestos, te mereces todo el paquete.

Harry le sonrió, intentando parpadear para alejar el ardor de sus ojos.
—Tienes razón. Pero creo que voy a aprovechar este día para deprimirme un poco.

—Puedes quedarte aquí si quieres. Tengo algunos tratamientos faciales nuevos –dijo Niall, caminando hacia su refrigerador–. Esto está hecho con oro y polvo lunar –le mostró un paquete dorado.

Harry soltó una carcajada.
—No, tienes planes y yo quiero irme a casa. Espero que te diviertas –el omega agarró su bolsa de galletas calientes.

—Está bien, te llamaré más tarde para ver cómo estás, ¿de acuerdo?

—Está bien, y Niall –Hary tomó la mano de su amigo–. Gracias por todo, eres increíble.

—Ambos lo somos –le sonrió con una gran y cálida sonrisa.

Realmente Harry fue el más afortunado por tener a Niall en su vida.