CAPÍTULO 4

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Louis vivía solo en un departamento cerca de su campus, estaba dentro de un hermoso y moderno complejo. A Harry le encantaba pasar los fines de semana allí, estudiando, comiendo y bueno… haciendo otras cosas. Simplemente no podía creer que esta fuera la última vez que visitaría a Louis.

Tal vez podrían intentar ser amigos, esta vez de verdad, sin sexo de por medio. Solo Louis y él, haciendo la tarea y viendo películas. No sonaba tan mal, tal vez si aprendiera a controlar ese monstruo verde que crecía dentro de su cuerpo cada vez que pensaba en Louis con su nuevo omega, podría mantener al alfa en su vida.

Harry respiró hondo y apretó su bolsa de galletas (decidió que al menos podía darle a Louis un pequeño regalo, incluso si estaba un poco quemado) antes de abrir la puerta de la terraza y prepararse para ver a Louis. Pero antes de que sus ojos pudieran encontrarse con el alfa, miró boquiabierto alrededor y veía todo cubierto de globos rosas y rojos, luces de hadas y velas apagadas. Había una mesa con los postres más deliciosos y otra con chocolates, bolsas de regalo y flores. En el suelo había un enorme “Be Mine” hecho con pétalos de rosa, y si Harry no estuviera tan sorprendido y débil, habría descubierto que eso no era tan genial porque, ya sabes, abajo el capitalismo y esas cosas. Pero Harry estaba sorprendido y tan débil y cada fibra de su cuerpo deseaba que todo fuera para él.

—Dios, esto es tan vergonzoso –dijo Louis cerca de él. Se veía triste y un poco frío, Harry estaba contento de haber traído las galletas con él.

El omega se encogió de hombros.
—Sucede, no fue tu culpa que la puerta se cerrara.

—No, pero debería haber esperado a que alguien más contestara el teléfono.

El corazón de Harry se llenó de decepción y dolor. Quizás Louis no era tan amable como pensaba.
—Está bien... eso no es algo muy educado para decirle a la persona que acaba de salvarte el trasero –murmuró.

Louis gimió.
—No, lamento que haya sonado muy mal, solo... sé cómo te sientes acerca de todo esto.

Oh Dios, ¿Louis sabía lo que Harry sentía por él?

El corazón de Harry se aceleró.
—¿Tú lo sabes?

—Sí, lo hago –las puntas de las orejas de Louis se enrojecieron–. Zayn me lo dijo hace apenas unas horas cuando estaba terminando esto.

Las cejas de Harry se fruncieron.
—¿Zayn lo sabe?

—¿Se lo dijiste esta semana? –Louis frunció el ceño–. Bueno, al menos eso es lo que me dijo.

—¿Lo hice? ¿Qué le dije? –Preguntó Harry, genuinamente confundido.

—Que no te gusta el Día de San Valentín ni los regalos ni nada de eso –Louis volteaba a ver toda la exhibición– y yo solo… Joder , no lo sabía y simplemente seguí adelante e hice todo esto sin preguntarte , y ahora mira este desastre –Louis presionó la palma de sus manos contra sus ojos–. Se suponía que no debías verlo, pero nadie más tomó el teléfono y entonces tú lo hiciste y, sinceramente, no pensé que aceptarías venir, pero por supuesto que lo hiciste porque eres, literalmente, la cosa más dulce y perfecta que existe en este planeta y yo...

—¿Esto es para mí?

—Por supuesto que es para ti, Hazz –Louis ladeó la cabeza–. ¿Para quién más sería esto si no fuera para mi novio?

Todo se congeló. ¿Novio? Hace apenas una semana, Harry ni siquiera sabía si eran amigos, pero ahora –después de que el alfa dijera esas palabras en voz alta– el ​​omega podía verlo claramente. No eran amigos, estudiaban juntos, veían películas, compartían libros e historias personales, y sí, también follaban, mucho. A veces era salvaje, rápido y desesperado y otras veces dulce y lento, pero siempre posesivo, siempre lleno de algo más que Harry nunca podría describir. A Louis le encantaba marcarlo y a Harry le encantaba que lo marcaran. También amaba los pequeños toques de Louis, cómo siempre acariciaba su mano con el pulgar mientras estaban en clase y cómo le daba de comer todos los dulces que Harry quería.

BAILANDO A LA LUZ DE LA LUNA ||TERMINADO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora