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Existen cuatro reinos en ese continente, el reino del sur,norte, este y oeste cada uno gobernado por un soberano que son conocidos como los reyes, en cambio hay un quinto rey que este gobierna las aguas del océano y se hace llamar el rey de los piratas.

En el reino del sur había un principe que nació como un alfa que era talentoso en cualquier cosa y se presumía que sería el gobernante perfecto para el reino junto a su prometido el principe del norte el único omega que quedaba en ese reino el cual el principe era demasiado inteligente y manipulador que era considerado un prodigio en el arte de la espada que nadie lo podía vencer, un Omega que es demasiado lindo ante los ojos de aquel alfa rubio que cada dia no podia hacer que amarlo más aunque a veces le sacará canas verdes de todas las tonterías que el contrario hacia.

Aunque la familia del norte era algo especial por tener guardianes que estos nacían el mismo día de su amo, el rey actual tenía como guardian a una serpiente gigante que podía convertirse en un humano para poder estar las 24 horas del día protegiendo a su amo a excepción cuando el rey pasaba las noches con la reina, el principe mayor era un alfa que amaba demasiado a su hermano menor el cual había nacido como Omega, el primer principe tenía a un lobo negro como guardian y el segundo principe a un kitsune de seis colas como guardian, ambos guardianes sabían que ni siquiera eran necesarios en las vidas de los principes ya que estos perfectamente se sabían cuidar solos.

-¡Estoy aburrido!—recostandose en su silla— oye Heli—dijo en voz alta así para aparecer un lindo Kitsune de seis colas— ¿Y si salimos al pueblo un rato?

-No puedes salir —respondio el Kitsune transformándose en un humano— recuerda que tú padre aún no te levanta el castigo y si te vuelves a escapar está vez no te buscaré.

-Pero si ese es tu trabajo —con un puchero— recuerda que si yo muero tu también desapareces.

-Ni me recuerdes eso—suspirando— pero ya te lo advertí no te buscaré si te vuelves a escapar.

-Esta bien —recostandose sobre la mesa— dentro de seis meses será mi boda con Kunikida.

-Si dentro de dos meses es tu cumpleaños número 20—con una sonrisa— aún recuerdo aquel bebé que me jalo mis orejas cuando recién lo ví por primera vez.

-Eso era cuando estaba recién nacido—avergonzado— pero eran bastantes esponjosos tus orejas.

-Pero me dolió cuando me las jalaste —suspiro y transformandose en Kitsune nuevamente— voy a dormir si te vas me dejas una nota y tal vez te salga a buscar.

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-Capitan Oda —dijo su mano derecha— seguro de ir a ese lugar.

-Solo necesitamos suministros —contesta— nada más y tal vez encuentre a un omega con el cual divertirme un rato.

-Si como al último no te gusto demasiado y casi lo matas —acomodandose los lentes— solo por una tontería.

-El mismo tuvo la culpa —serio— solo fue una aventura de una sola noche —viendo para otro lado— se lo dije desde un principio y si el se quiso suicidar solo por qué no lo lleve conmigo no es mi problema.

-Es que tú también solo los enamoras con ese cara y todos los omegas caen —suspiro— espero que está vez no pase lo mismo, vamos al reino del norte es el que está más cerca.

-Es la primera vez que voy a ese reino —con un dedo en el mentón— aunque por lo que escuche en ese reino no hay muchos omegas, tal vez me encuentre a un beta entonces.

-Sabes algo mejor voy yo y Akutagawa a comprar los suministros y tu te quedas en este barco —enojado— pinche alfa calenturiento.

-Pero así eres mi amigo después de todo —le refuta— pero tal vez salga del barco o tal vez no.

-Solo me avisas así para poder cubrirte la espalda por cualquier cosa.

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-Su alteza —dijo uno de los ministros— no sería mejor que cancelara su compromiso con el principe Dazai y así se casara con la hija del duque Nobuko.

-Es verdad príncipe —dijo el duque— después de todo mi hija es su omega destinada y su alfa buscará la forma de estar con ella.

-Podrian guardar silencio sus voces me enferman —dijo enojado— no cancelaré mi compromiso con Osamu ya que a él es el único que quiero a mi lado para reinar.

-¿Entonces porque no toma a la princesa Sasaki como consorte?—sugirio otro ministro— no creo que la futura reina se enoje por eso.

-Despues de todo cuando la reina encuentre a su alfa destinado el omega interior de el lo pediría en cada celo —dijo el duque tratando de manipular al rubio— así que es mejor prevenir antes algo que lamentarlo.

-Una palabra más —ya al límite de su paciencia— y les cortó la lengua, no permitiré que hablen de esa manera de Osamu, lo quieran o no Dazai Osamu será la futura reina de este país y no tomaré a ninguna concubina si el reina a mi lado.

Los ministros se quedaron en silencio ya que era rara y contada la ocasión en la cual el principe se enojaba y a veces si cumplía con sus palabras más cuando se trataba del omega que este amaba.

-Si la reunión solo era para hablar sobre sus estupideces —levantandose de su silla— entonces aquí termina está tonta reunión.

Kunikida se retiró de la sala de la reuniones  para dejar solo a los ministros que estaban en ella, perfectamente el sabía que desde que encontró a su Omega destinada el pueblo iba a querer que se casara con ella y cancelara su compromiso con el otro príncipe pero eso no lo haría jamás.

-¡Maldita sea!—enojado el duque Nobuko.

-El principe es demasiado terco —revolviendose el cabello— pero de que la señorita Sasaki se convierte en la siguiente reina de este país lo será, así que déjeme todo a mi duque Nobuko.

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Continuara............

Ese Omega me perteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora