En las profundidades del océano, donde el sol apenas logra tocar con sus tenues rayos, vivía una sirena de cabello turquesa, de notable belleza y encanto llamada Darya. Esta tenía un particular don: su voz, capaz de tranquilizar las más furiosas tormentas, era admirada por todas las criaturas del mar.
Sin embargo, a pesar de la fascinante vida bajo el agua, Darya sentía una profunda curiosidad por el mundo terrestre, siempre salía a la superficie y admiraba aquella vista tan preciosa a sus ojos, y su curiosidad era aún mayor cuando lograba personas en aquella playa.
Hoy había sido un día aburrido para ella, sus amigos estaban ocupados en otros asuntos, por lo que ella se había quedado sola todo el día sin tener nada que hacer más que armar algunos collares de perlas hermosas de color blanco. Siempre hacía ese tipo de actividades cuando no tenia nada más que hacer, y así es como ahora contaba con una increíble colección de sus más bellas creaciones en perlas.
Terminando el último de sus trabajos, lo tomó entre sus dedos y suspira mirando hacia la superficie. Quería ir allí, pero ya sabía que alguien no la dejaría.
Darya era cuidada por su tío Roy, un triton respetado por todo el mundo marino, y cuando ella quería escapar este la castigaba dejándola encerrada por días.
-Qué haces aquí sola?
La bella sirena voltea y logra ver a su mejor amigo, Jimin.
-Jimin! Que alegría verte, estaba tan aburrida sin ti.-dice abrazando con fuerza al nombrado mientras esté sonríe por aquella acción.
-Me lo imaginé, asique me tome un tiempo para venir a verte. ¿Cómo estás?
Darya suspira y le pone el collar de perlas a su amigo, viendo lo bonito que había quedado y lo lindo que se le veía a Jimin en su cuello.
-Roy no me deja salir fuera del arrecife.
-Vaya, tu tío es un poco severo en cuanto a los castigos. Pero creo que en parte tiene razón, Darya.
-Oh, no...Jimin, no lo digas.-dice intentando taparse los oídos, pero falla en el acto, ya que Jimin lo evitó para que lo escuchara.
-Sabes que es verdad. Es peligroso, los humanos nos han hecho mucho daño incontables veces. No se cual es tu obsesión con el mundo humano, en serio.
Darya ofendida por lo último dicho por su amigo, simplemente se dio la vuelta y se sentó en una roca con la mirada perdida en un punto fijo. Ella sabía acerca de los peligros, su tío se lo había advertido más de una vez, pero su curiosidad y fascinación por el mundo no marino era tanta que la llevaba a saltarse las "reglas" de su mundo, para así inmiscuirse un poco más en el mundo humano y aprender mucho más de él.
Pero esta curiosidad no era mero capricho de la joven sirena, no. Ella había descubierto hace tiempo la verdad sobre su existencia. Una verdad que su tío intentaba ocultarle, pero que fue imposible al ser Darya una pequeña curiosa.
-Lo sé, Jimin. Se que debo tener cuidado y que es peligroso. Pero...no puedo dejar de hacerlo, quizás si es una obsesión para mí el conocer más sobre ese mundo.—dijo cabizbaja mientras su amigo la mira a con un poco de pena.
Era innegable la curiosidad de Darya por el mundo terrestre, pero debía tener cuidado, era una sirena y los humanos aveces eran muy crueles.
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¡SORPRESAAA!
He aquí a "MERMAID". Así es, una mini historia con Taehyung como nuestro protagonista. Espero que les guste, tenía ganas de hacer algo de este estilo.
