Los días siguientes Darya volvió a salir a la superficie, y todos los días aquel barco permanecía en el mismo lugar, aunque al joven castaño no había vuelto a verlo, y dentro suyo sentía las necesidad de encontrarselo nuevamente allí, de poder deleitarse con esa voz maravillosa y elegante.
-Taehyung! Tenemos un problema con la vela, al parecer se ha dañado el mástil y no conseguimos que suba completamente.
-Dile a tus hombres que intenten solucionarlo, se que podrán hacerlo bien.-dice él muchacho con una pequeña sonrisa, que para la joven sirena no pasó desapercibida.
Ella se mantenía escondida, mientras continuaba observando al joven que llevaba días queriendo volver a ver, y allí estaba él, afirmado en sus codos mirando a lo lejos el extenso desierto de color azul.
La sirena había escuchado bien, aquel joven se llamaba Taehyung. Él era un apuesto marino que solía cantar con su melódica voz mientras navegaba en su barco al atardecer.
Por supuesto que ella pensaba que él jamás había notado la presencia de aquella sirena los próximos días, ya que ella siguió yendo a verlo, mientras se escondía bien para poder admirar tan encantador y fascinante joven.
Ella se había enamorado de aquel marino llamado Taehyung, un audaz joven con espíritu aventurero, que había surcado los siete mares, enfrentado tormentas y descubierto tesoros ocultos. Este un día llegaba con su barco a destino, y aburrido por el largo viaje decidió mirar un poco el paisaje que el hermoso mar combinado con el precioso atardecer le ofrecían.
Pero lo que realmente cautivó su corazón fue la melódica voz que escuchaba, sin saber de donde o de quién provenía.
La sirena, escondida entre las olas, lo observaba desde la distancia, soñando con la vida junto al hombre que había robado su corazón.
Determinada a conocerlo y experimentar la vida humana, Darya decidió un día buscar la manera de poder salir fuera del agua, asique nadó hacia las profundidades, donde vivía el gran sabio, un anciano con una gran magia poderosa. Él era el único capaz de conceder el deseo de convertirse en humana.
Llegó a aquella cueva, oscura y tenebrosa, casi no se podía ver y el agua en esa zona tan alejada era aún más fría.
-Hola?-preguntó adentrándose al oscuro lugar.
Al no obtener respuesta tomó una pequeña roca y la lanzo hacia la oscuridad, y el impacto de esta con la cueva retumbó en todo el lugar haciendo eco.
-Supongo que me estas buscando.-dijo una voz tras ella, rápidamente se dio vuelta y vió al triton anciano cubierto de una capa oscura, dándole un aspecto tenebroso al no poder ver su rostro.
-Es usted el Gran sabio?-preguntó.
-Así dicen.
Respondió simple, y Darya se atrevió a decir el motivo de su repentina visita.
-Escuché que usted puede hacer que una sirena se convierta en humana.
-¿Porqué una joven sirena como tú querría cambiar de forma?-preguntó el anciano mientras se alejaba y adentraba más a la oscuridad. Darya lo siguió con prudencia.
-Eso no es de su interés. Simplemente necesito que me convierta en humana.
El anciano no respondió y siguieron nadando, hasta que llegaron a una puerta marrón que el anciano sabio abrió, y la joven sirena al entrar se sorprendió.
Habían todo tipo de tesoros, joyas, perlas, diamantes. Una estantería con muchos libros que parecían bastante viejos, y un montón de frascos con diferente contenido, y diferentes colores y formas.
-Sí lo que quieres es eso, puedo hacerlo. Pero todo efecto tiene su consecuencia.-dijo el hombre mientras tomaba un libro de la gran estantería.-Todas las sirenas que deseen cambiar su forma para convertirse en humanos tienen que pagar por ello.
-Pagar por ello?-preguntó la joven.
-Así es, tienen que dar algo a cambio...-explicó mientras dejaba el libro en una mesa de roca y luego miró a la joven sirena.- Su voz.
Darya lo miró sorprendida, sin poder creer lo que el anciano había dicho. Todos sabían que lo que más atesoraba una sirena era su melodiosa voz, y ella no podía vivir sin cantar, amaba cantar.
-Puedo hacer que seas una humana, pero a cambio, te advierto que perderas tu voz, tu más preciado don.
-P-pero solo será cuando este en la forma humana? Será temporal?
-Así es, siempre y cuando cumplas con las reglas del hechizo. ¿Porqué quieres convertirte en humana?-preguntó mirándola.
Darya tragó nerviosa, ¿cómo le iba a decir a aquel anciano que se había enamorado de un bello joven y que quería ser una humana para que se fijara en ella? Era una auténtica locura para cualquier ser marino.
-Y-yo...
-Sabes?...esto ya lo viví una vez. Con la excepción de que la persona anterior venía muy decidida.
-No es que no esté decidida.
-Entonces responde. ¿Porqué quieres convertirte en humana?-volvió a cuestionar.
Darya suspiró y decidió contestarle al anciano que la miraba esperando una respuesta.
-Estoy enamorada de un humano.
El anciano suspiró mirando hacia otro lado, era lo que suponía.
-Toda sirena que se enamore de un humano y quiera convertirse en una humana congelará su corazón si no recibe su amor verdadero de ese hombre.-comenzó a explicar el Sabio- Para volver a convertirse en una sirena, tiene que recibir un amor verdadero y recíproco por parte de su enamorado antes de la luna llena. Si esto no sucede entonces...su corazón se hará hielo, y nunca más volverá a sentir lo que un corazón normal.
Darya asustada abrió sus ojos, pensando si debía o no hacerlo. Pero recordaba al joven Taehyung y su corazón palpitaba como loco, y sentía la urgente necesidad de poder verlo una vez más. Ella quería que la vea, pero sabía que siendo una sirena lo único que conseguiría sería espantar al dulce muchacho.
-Está poción te convertirá en humana, pero te advierto nuevamente, si no consigues el amor verdadero de ese humano, entonces...
Aceptando el riesgo por la promesa del amor, Darya bebió la poción verdosa que el anciano le dió.
-Ten mucha suerte, joven sirena.—dijo el mayor mirando a Darya cuando terminó de beber el líquido mágico.
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Mermaid | K.TH | COMPLETA (Resubiendo)
Fanfiction~Mini historia. ~De mi autoría. ~No copias. ~Fic.