"la felicidad ya no puede ser alcanzada, sucumbir a tu propia miseria es tu única alternativa."
El funeral se había completado y Dazai simplemente ya no sabía que hacer, Chuuya se ofreció a ayudarlo pero se negó a aceptar, no quería depender de él. Quería ser libre y poder desaparecer, pero para ello primero debía de completar algo, debía conseguir el divorcio, Fyodor ya no tenía a Kyori como medio de chantaje, ya no tenía con que mantener atado a Dazai, prácticamente lo uno que los ataba era la molesta marca en su cuello que aún no desaparecía del todo y que obligaba al omega de Dazai a insitarlo a volver con él.
—Osamu, ¿por qué-?
—Quiero el divorcio. Ya no tienes excusas o formas de chantaje, firma.
Estaban reunidos en su hogar, bueno, el que Fyodor le indicó era suyo, no se sentía bien allí, no tenía buenos recuerdos de cuando llegó alli, pero Kyori pasó, ella llegó e hizo que ese deprimente lugar sea un hogas para ellos, solo ellos dos.
Kyori y Dazai.
Era un hogar para ellos.
Fyodor miro confundido los papeles de divorcio que Dazai dejo sobre la mesa de la sala, pensó que tras los últimos acontecimientos Dazai renunciaria a la idea.
—¿Estas bromeando verdad?
Sonrio mientras giraba los papeles y los devolvía al lado de Dazai, quien se tomó la molestia de volver a deslizar los frente a él.
—No veo que parte de esta situación es una broma para ti. No pienso seguír atado a ti, quiero que borres la marca y firmes los papeles. No quiero volver a pasar mis días junto a ti.
—No los firmare, pensé que era solo un capricho tuyo por la aparición de ese alfa.
—¿Bromeas? Es un niño aun, no me liaria con él.
Explicó mientras movía sus manos ligeramente inquieto, llevaba días sin dormir y alimentarse adecuadamente, estaba cansado y quería irse.
—Eres mi familia ahora, no puedo simplemente dejarte ir Osamu, eres mi omega. Mio.
Familia, ¿cuando fueron ellos una familia? ¿él siquiera sabe lo que esa palabra significa?
—No lo soy, ni siquiera eres mi destinado, forzaste la marca solo para mantenerme a tu lado, ahora quiero que la borres.
Recordó mientras frotaba su mano por la marca, sentía náuseas de solo recordar la primera vez en la que el alfa lo marcó, fue doloroso.
—Podrías esperar a que se borre por si sola.
—No estoy dispuesto a soportar los síntomas que eso implica, Fyodor.
No podría soportarlas por mas tiempo, se sentía cansado, el ardor de la marca que exigía ser renovada cada semana no le permitía dormír o concentrarse en algo, necesitaba deshacerse de esa marca pronto. Quería desaparecer lo mas lejos posible de Yokohama, no quería permanecer allí durante mas tiempo.
No sólo estaba afectado por la muerte de su hija, la marca constantemente lo instaba a reunirse con Fyodor, su omega aunque molesto le exigia su cercanía, no se amaban, solo no podían estar sin el otro.
—No la borraré o te dare el divorcio, eres mio, Osamu y te lo recordaré las veces que sean necesarias hasta que no seas capaz de olvidarlo.
Ni bien terminó de hablar se levantó para tomar a Dazai del brazo, la fuera en el agarre difinitibamente dejarían marca, para ser anemico, Fyodor tenía una fuerza considerable.
—¿Qué crees que haces? ¡Alejate!
Ordenó firme apesar de que Fyodor contrario a obedecer comenzaba a acercarse hasta el punto de tirar a Dazai por completo sobre el sofá, no podía resistirse demasiado, su omega y la marca estaban a completo control de Fyodor, no tenía demasiadas salidas.
No quizo ir a esa casa pero necesitaba recoger unas cuantas cosas, además, Fyodor no acepto reunirse con él en cualquier otro lugar, internamente sabía que algo haci podría pasar, pero había pocas veces en la que él no tomaba completo control de sus desiciones, su omega comenzaba a tener mas control sobre él tras días sin compañía de quien él reconoció como su alfa.
—Fyodor, no quiero. Aléjate, por favor.
Suplico mientras apretaba con fuerza la camisa del azabache, sus manos temblaban de tan solo imaginarse teniendo una vida junto a Fyodor, no lo quería, contrario a eso, lo odiaba. Sabía también que Fyodor no lo quería, solo deseaba satisfacerse utilizándolo, solo lo veía como un medio de conseguir un heredero 'digno'.
Una mezcla de la inteligencia de Dazai y la de Fyodor, sus habilidades y capacidades juntas en un solo individuo, seria imparable.
Se sobresalto al sentir las manos de su aun esposo recorrer su cuerpo con lentitud, esa era la habilidad de Fyodor, él siempre tuvo la habilidad de engañarlo y hacerle creer que realmente lo amaba. No mentiría, en el inicio de todo ese tormento estuvo dispuesto a intentar amarlo, intentaría aligerar su infierno, pero Fyodor no ayudó, sus ideas extremistas y sus acciones contradictorias no lograron mas que confundirlo desde un inicio.
Un día lo quería y al otro no.
Soltó un corto gemido al sentir el contacto de los labios del azabache sobre su piel que succionaba dejando marcas en él. Siempre fue demasiado receptivo ante las estimulaciones, eso le encantaba a Fyodor.
—¿Lo vez? Me necesitas Dazai, yo también te necesito.
Admitio cínicamente mientras levantaba las caderas del castaño y le quitaba los pantalones, y ropa interior, Dazai trato de detenerlo en un inútil intento de apartar sus manos, pero tras el toque de Fyodor en sus muslos y trasero cayó rendido ante las súplicas de su omega quien le pedía no detenerlo.
Realmente odiaba ser un omega.
—B-basta, no quiero Fyodor.
Suplico aún con una pisca de voluntad, Fyodor rodó los ojos y lo silencio besando sus labios, las lágrimas corrían por los orbes castaños quien no podía definir exactamente si se trataba de placer o simplemente miedo.
Como era costumbre Fyodor siguio jugando con él, paseo su manos por su miembro comenzado a complacerlo mientras mordía y chupaba sus pezones.
—Ugh~ F-fyodor-
—Lose cariño, solo relájate y déjamelo a mi.
Comentó con una sonrisa mientras continuaba su trabajo de complacerá al omega, Dazai ya no oponía resistencia, su omega estaba completamente dominado por el placer y la emoción de estar nuevamente junto a 'su alfa'.
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𝗅𝖺 𝖿𝖾 𝗇𝗈 𝖾𝗌 𝗌𝗎𝖿𝗂𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾
Fanfiction¿Cuan cruel puede llegar a ser el ser humano? La suerte nunca a estado a su favor, quizas cometió mas errores los que pensó, quizás todo era culpa suya. Quizas no merecía vivir.