Fetters (La delicada elección del invierno)

III: Drei

Capítulo 3: Encuentro en las ruinas

Ron caminaba por los pasillos del Ministerio de Magia al finalizar el día laboral, con el rostro bañado de serenidad. Tuvo tiempo de calmar su crisis por el pánico creciente en su pecho, la noticia de Malfoy atravesó como un puñal hecho de hielo. Le prometió que no diría nada; sin embargo, cumplirlo sería complicado. Su esposa tenía el don de leerle el alma con un pequeño vistazo a sus ojos azules.

Las bromas y las risas que usualmente compartía cortésmente con sus colegas estaban ausentes, sustituidas por su rostro estoico, el segundo piso del Ministerio iba a tener días difíciles con el auror Weasley sin su complemento, el auror Potter.

Cuando llegó a la salida que lo llevaría hacia las chimeneas Red Flu, escuchó voces conocidas y se detuvo. A pocos metros, su colega Marva estaba conversando con otros aurores. Su tono era bajo pero lleno de veneno, y Ron agudizó sus oídos.

"¿Viste la cara de Potter cuando salió? Parece que ya no puede manejar la presión. Quizás debería tomarse un descanso largo, ¿no creen?" dijo Marva, con una sonrisa de fingida compasión. "¿Cuántos casos ha resuelto realmente este año? ¿Uno? ¿Dos?"

Uno de los aurores, un joven de nombre Rick, asintió, riéndose.

"Sí, y no es solo él. La mayoría de nosotros estamos desgastados. Pero claro, la mascota de Shacklebolt tiene el favor de Merlín".

Otro auror, Beth, añadió:

"He escuchado rumores de que a veces ni siquiera duerme y habla con el aire, dicen que le susurra cosas. No es de extrañar que esté tan... inestable. No es posible que Shacklebolt le haya asignado esto a Potter".

Ron apretó sus dedos en el arco de su maletín. Se acercó lentamente, sus pasos resonaron en el suelo de mármol, y se detuvo justo detrás de Marva. Miró a cada uno de los aurores directamente a los ojos, haciendo que se sintieran incómodos bajo su mirada azulada.

"¿Eso es lo que piensan?" cuestionó Ron. "Nuestro colega se ha ido hace unas horas, y las ratas salen de sus sucios escondites para compartir la basura".

"Solo decía lo que muchos de nosotros pensamos, Ron" respondió Marva, tratando de sonar desafiante pero fallando en ocultar su nerviosismo. Giró sobre sus tacones y se cruzó de brazos "Harry no está al nivel que solía estar. No podemos ignorar eso".

Ron entrecerró los ojos y dio un paso más cerca, obligando a Marva a retroceder un poco. "¿De verdad crees que es apropiado hablar así de un colega, Marva?"

Ella trató de responder, pero Ron la interrumpió, su tono aumentando ligeramente.

"Harry Potter ha dado más a este Ministerio y al mundo mágico de lo que cualquiera de nosotros podría soñar. Está trabajando en un caso que ninguno en este piso pudo lograr en años. Si creen que esta vez pueden hacerlo mejor, los invito a presentar sus nombres y tomar su lugar".

Rick tragó saliva, nervioso.

"No quisimos decir eso, Ron. Solo..."

"Solo nada", cortó Ron. "Harry Potter es un héroe. Y deberíamos recordarlo todos los días que venimos a trabajar aquí".

Beth miró a Ron con cierta vergüenza. Un novato no podía quedar mal frente a un auror anótero.

"Tiene razón, auror Weasley".

Ron asintió, alisó su traje con una mano -no lo necesitaba, era un pronunciado tic- y mostró su espalda.

"Bien. Recuerden eso la próxima vez que decidan abrir la boca para hablar del auror Potter".