🍮Una Bestia 🍮⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆ Butters x Kenny [𝐵𝑢𝑛𝑛𝑦]

[X🍁]

Ya era lunes, un nuevo inicio a la semana de clases, todos los alumnos ingresaban al instituto, entre ellos un tal chico de cabellos rubios y parka naranja que se disponía a sacar algunas cosas de su casillero para luego dirigirse a su respectivo salón.

Grande fue su sorpresa al encontrar a Butters y a Stan conversando plácidamente, para que justamente en ese momento el chico de cabellos negros le entregara una flor de papel al chico rubio con el que conversaba, recibiendo de esto un abrazo suave y tierno como agradecimiento.

«Maldita sea, ¿Dónde mierd4 está Kyle?» pensaba el rubio viendo tal escena, buscando por todo el salón al chico pelirrojo, sin éxito. «Qué?... no vino? imposible, ¿por qué no vendría?»

Y así sin hacer más, solo se dispuso a sentarse en su respectivo lugar, sin dirigir ni una palabra al par que vio, limitándose a esperar a Kyle y de ahí hacer algo al respecto.

Pasaron los minutos, y el pelirrojo nunca se apareció; así entrando por último la profesora que daría inicio a la clase de biología «¿Será que vendrá tarde?» pensaba algo frustrado el rubio.

Las clases transcurrieron con normalidad así llegando la hora de receso, todos los alumnos ya concurrían los pasillos y un chico q andaba en medio de la algarabía notaba desde lejos como el chico que amaba se alejaba junto a un chico integrante de la familia Marsh, sin duda no era nada disfrutable y lo detestaba rotundamente.

«M4ldita sea Kyle, esto me la debes» pensaba el rubio totalmente frustrado, ni siquiera se le apetecía ir a comer algo, no iba soportar ver a ese par juntos, así que solo se dispuso a ir detrás de la escuela donde estaban unos tachos de basura y de vez en cuando veía a otros alumnos ingiriendo sustancias ilegales.

Claro, Kenny no era de esos chicos que fumaban o tomaban en ese lugar, solo iba a pasar tiempo viendo algunas cosas en su celular, aunque en esta ocasión decidió prender un cigarrillo y fumar de este mientras miraba videos en su celular, solo por la pura mera frustración y ansiedad.

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Llegó la hora de salida, todos los alumnos salían de la institución para ir en camino a su lugar de destino, y claro, no hace falta decir que Butters y Stan estaban juntos, que a petición de Stan, se dirigían a la cafetería familiar de uno de sus compañeros.

Kenny no quería intervenir, ganas no le faltaban, pero tenía que controlarse, no quería hacer un papelón en frente del rubio de ojos celestes, así que solo optó por dirigirse a su casa.

Llegando este a su destino, notaba como sus padres no estaban, pero como siempre, le importaba en lo más mínimo. Esa casa, donde el rubio solo le puede ver como un lugar a donde llegar para tener un techo y no vivir en las calles, pero que difícil llamarlo "hogar".

Esa casa donde nunca pasa nada, además de solo peleas, gritos...

Esa casa vacía.

Esa casa desolada, que un poco más y parece abandonada.

Ya se había acostumbrado a tal ambiente...

—¿Por qué te la llevaste?...— decía el rubio en un suspiro, mirando ese desastroso lugar, lleno de latas y botellas de bebidas alcohólicas, llena de basura, con varias cosas tiradas en el piso.

Dirigiéndose a su cuarto, se disponía a echarse en su cama dejando su mochila en el suelo. —Me siento... tan solo...—se decía a si mismo, se sentó en su cama y vio de nuevo esa casa donde vivía. —Pero supongo que era lo mejor...—

Sacó su celular y le envió unos mensajes a Kyle, reclamándole por faltar a clases y así por medio de esos mensajes de texto dejar salir su frustración.