Te extrañe tanto que era inevitable echar de menos eso a besos en las despedidas, esos buenos días al despertar, ese beso en la frente que me hacían sentir tan segura y me hacía decir que eras mi ángel de la guarda, aquel que algún día creí que no me lastimaria, aquel que creía mi refugio y mi lugar seguro.
Ahora te extraño más que nunca, extraño cada una de esas cosas, cada uno de esos pequeños detalles que me hacían la persona más feliz del mundo y tanto extrañarte sólo hace que en mi mente retumbe una pregunta.
¿Me extrañas?
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El Diario Del La Poesía Y Melancolia
PoesíaPoesía que escribí cuando tenía el corazón roto.