Cap. 15: A salvo.

798 79 69
                                    

-"¿Miguel, qué haces aquí, cariño? Oh, mírate.."

No quería levantar mi mirada, me sentía tan débil, tan cansado.

Sentí una mano acariciando mi cabeza, creo que ella se sentó a mi lado.

-"Miguel, todo estará bien."

Sentía una inmensa paz con ella, me atreví a levantar mi cabeza a duras penas para verla.. Ella, no podía creer que la estaba viendo.

-..¿Usted, usted no es la madre de Luis?

-Lo soy, pequeño.

-¿Que está haciendo aquí tan..temprano?

-Me gusta salir a caminar en las mañanas. Pero te ví, cariño, estás muy mal herido, creí que estabas durmiendo con mi hijo, ¿Qué pasó?

-Yo..

Tenía miedo de decirle lo que me hicieron, siempre tuve miedo, nunca tuve el valor para hablarlo con alguien..
¿Y si me tachaba de raro?...¿Y si ya no me dejaría ser amigo de Luis? No quiero, no quiero estar solo otra vez.. no quiero-

-Tranquilo, Miguel, no estás en obligación a decirme, sólo te llevaré con Luis para curarte..

-... Gracias.

(Pobre chico.. ¿Quién podría hacerle esto?)

Aquella señora, era tan dulce conmigo, no parecía ser como mi madre, no se veía como un mounstro.
¿De verdad merezco la amistad de Luis? Pienso que hay mejores personas que yo.. ¿Por qué me eligió a mi?

-Veo que estás pensando mucho, Miguel ¿Te preocupa algo?

-...No, no, no es nada, no sé preocupe..

-Oh, está bien pequeño, sabes que puedes contarme lo que sea, no quisiéramos que te esté pasando algo.

-¿"Quisiéramos"?..

-Me refiero a mi hijo y a mí, eres muy importante para ambos, en especial para él, Miguel.

-¿De verdad, lo soy?...

-Claro, cariño, no sabes cuánto me habla sobre tí, jamás lo ví tan feliz ¿Sabes? Me alegra que seas tú la razón de su felicidad.

Me quedé en silencio, la verdad, nunca creí ser especial para alguien. Me siento..bien, estoy feliz.

Ya habíamos llegado, ella sacó unas llaves y abrió la puerta, al entrar, se escuchaba a alguien en la cocina.

-¡Hijito!, ven por favor.

Luis salió de la cocina, creo que estaba preparando algo, además tenía un delantal, se veía un poco friki.

Al verme, supongo que se quedó horrorizado, o asustado, no lo sé, se paralizó.

Corrió hacia mí para abrazarme, juro que casi se me rompían las costillas, sin mencionar que hasta me regresó el dolor de espalda.

Pero, me sentí a salvo entre sus brazos, no quería despegarme, supongo que es el único que me hace sentir paz interior.

-Oye, idiota, me tenías preocupado :,vv

-Aghh, lo sé, perdón.

Me sentí un poco bien, al menos se que hay alguien a quien le importa mi estúpida existencia.

-Cariño, voy a trabajar, cuida a tu amigo, no se metan en problemas.

-Está bien gfita, vaya con cuidado

-Lo haré cielo, cuídense ambos.

Volvió a salir y cerró con llave, Luis me llevó a su cuarto e hizo que me sentará en su cama mientras él se alejaba.
Al regresar, traía cosas para curarme, o algo así.

"¡Se supone que soy Hetero!"  Papulince X PanafrescoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora