"Ella es el tipo
De música que
Escuchas con los ojos cerrados""Placer por crear escenas irreales en la cabeza"
...
Arcadia se había levantado, admiro a su amiga Medora dormir plácidamente así que salió de su vagón y fue a buscar el carrito de caramelos.
Sus ojos se encontraron con una figura de cabello naranja, que cuando dio con ella salió corriendo a su dirección.— ¡Delaney! — exclamó el pelirrojo, colocando las palmas de sus manos en sus rodillas mientras jadeaba en busca de aire. — Al fin... Oh Merlin...
— Ronald Weasley. — nombró Arcadia con su voz rasposa al mirar a Ron. — ¿A que debo el placer?
Ronald me estiro una carta, estaba algo doblada y tenía gotas de sabra que cosa. Arcadia enarco una ceja y miró la carta entre sus manos.
— Escuche que hacías favores... — murmuró Ron mientras aun jadeaba.
— Todavía no hemos llegado a Hogwarts — contestó Arcadia decidía a pasar por el lado del pelirrojo.
— ¡Te pagare!
Y Arcadia se giró sobre sus talones y se acercó a Ron algo más interesada. Tomó la carta y carraspeó antes de leer me voz alta.
Querida Hermione.
Me gustas. Me gustas demasiado, no puedo decir que más que el pollo pero eres hermosa, tu risa es perfecta, tus ojos tu voz, tu todo. Te amo.
De, Ronald Weasley.
Arcadia levantó su vista curiosa y miró a Ronald esperando una explicación.
— ¿Así que lo que intentas decir es...?
— Que estoy profundamente enamora de ella y que es el amor de mi vida. — contestó Ron, con una sonrisa boba como si le hubieran dado ahora de Amortentia.
— Son opuestos.
— Si.
— Pero ¿sabes que la amas? — preguntó nuevamente Arcadia disgustada.
Ron jugó con sus manos y miró el suelo algo sonrojado. — Pues... se que pienso en ella cuando me despierto, y cuando hablo con ella es como... wow, que hermosa y cuando...
— Eso significa que eres terco. — interrumpió Arcadia mirando cómo Ron fruncía su ceño. — No enamorado.
— No, es amor.
— ¿Apenas tienes catorce y piensas saber que es amor? — Arcadia quiso reír. ¿Enserio el mejor amigo del elegido está tontamente enamorado de su mejor amiga?
— ¿Te gusta Granger? — preguntó Arcadia mirando con disgusto la carta, recibiendo un asentimiento por parte de Ron. — Serán diez galones, tómalo o déjalo.
Arcadia extendió su mano, arrugando con la otra la carta que Rom había hecho. El chico acepto la mano gustosamente y miró triste la carta que había puesto tanto empeño.
— Empezaremos con sustituir tu carta tan ridícula. — dijo Arcadia, se acercó al carro de caramelos y Ron abrió sus oídos para poder escucharla mejor.
— Pero...
Arcadio pareció irritarse ante la queja que Ron creó. — ¿Deseas mis servicios o no?
— Por supuesto.
[...]
La llegada a Hogwarts fue un desastre, Arcadia ni siquiera se dignó a ir al gran comedor. Ella de escapó y se fugó en su habitación. La habitación estaba sumida en un silencio profundo, solo interrumpido por el suave rasgueo del lápiz sobre el papel. Arcadia se encontraba sentada en su escritorio, intentando escribir una carta para expresar los "sentimientos" que Ron sentía hacia Hermione. Pero había un problema.
Arcadia no conocía del todo como era Ron.
Sus dedos se movían con cautela, tratando de plasmar en cada palabra la confusión y el nerviosismo que Ron podría trasmitir intentando poner las palabras correctas. Miraba fijamente el papel blanco frente a ella, buscando inspiración en cada rincón de su mente.
— "Querida Hermione" — comenzó a escribir Arcadia su voz hablando en voz alta y resonando en su cabeza.
Arcadia se detuvo por un momento, sintiendo la presión de encontrar las palabras adecuadas. Sabía que debía ser sincera y clara. Pero claro, ella no sabia como Ron pensaba y tenía miedo que si Hermione los descubre, ella pensarse que la rara de Arcadia Delaney está enamorada de ella.
— No, así no... — Arcadia mordió suavemente su labio inferior, Sabía que estaba arriesgando por un tonto pelirrojo que apenas sabe contar hasta mil, pero también sabía que no podía ocultarlos por más tiempo. Era mejor hacerle el favor. — "Me encantaría vivir en otra época. Con más cartas y menos prisas; empapada de música, pudor y la infinita belleza de lo sencillo."
Arcadia no se sintió satisfecha, pero firmó la carta con el nombre de Ron y la misma letra del chico. La dobló con esmero, sintiendo una mezcla de felicidad solo por los galones que ganaría. Sabía que entregarla sería un riesgo en su vida y en el de Ron. Guardó la carta en un sobre y escribió el nombre de Ron en él, antes de salir de su habitación con decisión.
Camino hasta la Torre de Astronomía donde ella había quedado con el pelirrojo para entregarle la carta. Espero por varios minutos hasta que escucho a una persona junto a unas pisoteadas fuertes como si corriera y unos jadeos.
— ¡Merlin, aquí... llegue! — intentó exclamar Ron, sentándose en el suelo y limpiando el sudor de su frente con su camiseta. — ¡Perdón por tarda!
— No tienes que gritar. — murmuró Arcadia con disgusto al ver a Ron pasar su mano por su frente sudorosa.
— ¿Lo lograste?
Arcadia miró su mano, donde en sus dedos sostenía la carta que había escrito. Era corta y sencilla. No quería provocar un fuerte impacto.
— Suerte. — dijo Arcadia. Ron le sonrió y tomó la carta, entregándole una pequeña bolsa donde seguramente estaba su recompensa. — Hombre de palabra.
— Por supuesto. — Ron le sonrió a Arcadia. Se sumieron en un pequeño silencio incómodo hasta que Arcadia le hizo un gesto de que largaba de ese lugar.
Arcadia camino por los oscuros pasillos de Hogwarts, el susurro de sus pasos resonaba en la soledad de la noche. Las sombras danzaban a su alrededor, creando una atmósfera misteriosa y cautivadora.
Al acercarse, distinguió a una figura familiar, Hermione Granger, quien se encontraba en modo libre. Su cabello castaño caía en cascada sobre sus hombros, y su mirada brillaba con determinación y sabiduría. Arcadia se detuvo frente a ella, confundida por la presencia de la famosa bruja.
Un silencio cómplice se estableció entre las dos jóvenes, como si el tiempo se hubiera detenido en ese preciso instante. Hermione rompió la quietud con una sonrisa cálida y acogedora, invitando a Arcadia a compartir ese momento de tranquilidad y conexión en medio de la magia nocturna de Hogwarts.
— ¿Cómo estás? — preguntó Hermione, retomando su camino junto a Arcadia.
Arcadia alzo sus hombros, mirando los pasillos oscuros y ser alumbrados por un par de antorchas encendidas. — Todo bien.
— Me alegro. — contestó Hermione sinceramente.
Arcadia asintió tornando el ambiente incómodo, Hermione la miraba de reojo y la rubia fruncía su ceño aun mirando las antorchas.
— ¿Esa no es la lechuza de tu amigo? — preguntó Arcadia, hasta que recapacito.
Maldito pelirrojo, no es para nada inteligente. Ojalá lo rechace.
La lechuza aún agitaba sus alas, frente a Hermione y con la carta que Arcadia hizo. Ella apretó sus puños temblando por si la atrapan. Hermione agarro la carta y la desdobló abriéndola.
— "Me encantaría vivir en otra época. Con más cartas y menos prisas; empapada de música, pudor y la infinita belleza de lo sencillo." — leyó Granger en voz alta, mirando al final la firma de Ron. — ¿Desde cuado Ronald agarro un libro para leer a Elena Poe?
Y Arcadia se maldijo a si misma.
— Curioso. Pensé que no sabía leer. — dijo Arcadia intentando desviar el tema.
...
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Basorexia. || Hermione Granger
Hayran KurguArcadia Delaney, una fría alma de Ravenclaw. Luchando por los problemas de su familia y por ser la mejor en sus estudios. Acepto ayudar a Ronald Weasley a conquistar a su amiga. Mediante ella le escribía cartas y Hermione pensaba que era su amigo qu...