El amor es un sentimiento hermoso, la experiencia más hermosa dicen algunos... pero, ¿Realmente esto siempre era así...?
El amor no tiene porqué doler, ¿No?, pero un corazón dañado y un alma engreída nunca le entenderían.
Aún ambos en el suelo tras el berrinche de Luis, Miguel pasando suavemente su mano derecha por la cabellera ajena en una caricia mientras que con la izquierda acariciaba una de sus mejillas cariñosamente.
-Miguel...
Musitó Luis con la voz quebrada para después mirar a los ojos bicolor de su novio, su mirada tenía un atisbo de posesividad hacia el chico frente a él, con un fingido tono de tristeza y con un ligero gran toque de manipulación volvió a hablar en un tono más alto.
-Si de verdad me amas... demuestremelo... deja de hablar con Samuel, él es el que te mete ese tipo de ideas... deja de hablar con él.
Su tono se volvió claramente más serio e irritado en cuanto mencionó al pelirrojo amigo de Miguel, no queriendo que este par mantuviera contacto para no perder "querido" novio quien estaba siendo mal influenciado por ese tipo.
-Luis, por favor no me pidas eso, es mi amigo y...
-¡DEJA DE HABLAR CON ÉL!
Gritó fuertemente dejando una sensación de dolor en su garganta mientras que Miguel parecía asustado por la furia de su contrario, se alejó un poco antes de levantarse del suelo y limpiarse el rostro del sudor y de las lágrimas por el desesperado evento sucedido con Luis hace algunos minutos.
-¡No! No tengo porque dejar de hablarle, y no lo voy a hacer.
Con rapidez, Luis también se levantó del piso con la cabeza gacha antes de acercacele peligrosamente unos cuantos pasos, tomó a Miguel por la mandíbula de forma agresiva, casi tomando su cuello y alzó la cabeza para verlo a los ojos con una mirada fría y llena de zaña.
-Escúchame bien, maldito bastardo. Vas a dejar de hablar con ese estúpido, quieras o no, te prohíbo volver a verlo, hablarle, o siquiera pensar en él, o si no...
-¿¡O si no qué!?
Respondió Miguel tratando de tomar dominancia por primera vez, pobre ingenuo... ¿Realmente creía que iba a poder dominarle?... Luis acercó su rostro al costado del de Miguel para hablarle al oído en un susurro con tono amenazante mientras lo iba acorralando contra la nevera lentamente.
-O si no será tu amiguito el que sufra las consecuencias de tus actos.
-¿Qué...?
Hubieron al menos 6 segundos de silencio por parte de ambos antes de que Miguel, segundos en los que Miguel se quedó totalmente estático antes de que pudiera terminar de procesar lo dicho por el castaño y reaccionar.
-¡N-no puedes...!
-Oh, pero claro que puedo. Yo me entero de que te volviste a ver con ese imbécil, y le doy cuello.
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