Amas Odiarme. [Vilentometro] (Papufresco)

꧁𝟏𝟎꧂

  ⏜︵⊹︵⏜︵୨୧︵⏜︵⊹︵⏜
  Manosear.
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Luis llegaba de trabajar tarde en la noche... con marcas de labial en el cuello de la camisa como ya era costumbre y con una marca roja en la mejilla, estaba de mal humor... hace unas horas, en la oficina se le había juntado el ganado y se había llevado dos cachetadas bien puestas. Abrió la puerta de entrada con fuerza antes de soltar un grito.

-¡Miguel! ¿¡Dónde chingados estás!?

De inmediato Miguel supo que lo que le convenía era bajar de inmediato, se apresuró a bajar las escaleras y se dirigió a Luis.

-Aquí estoy, amor, ¿Qué pa...só?

Su voz se hizo más baja y un ligero nudo en su garganta se hizo presente al ver las manchas rojas de labial en la camisa de su contrario...

-¿Quién carajos te hizo eso?

Tomó a Luis por la camisa y lo atrajó hasta él de forma brusca pero sin la intención de lastimarle. Luis tomó a Miguel por las muñecas para quitárselo de encima y aventárlo al sillón.

-A ver pendejo, tú a mí no me vas a estar hablando así, pendejo, yo te hablé para que me dieras algo de tragar, no para que me cuestiones, así que ahora vas a la cocina, preparas algo, y me sirves... ¡Y apúrate que traigo hambre!

-Está bien...

Fue a la cocina a recalentar algo de comida que había en el refrigerador para no hacer esperar más a Luis, la puso en un plato y lo metió al microondas para después ir con Luis.

-Perdón, pero... no puedo simplemente quedarme callado si estoy viendo que traes el cuello de la puta camisa todo embarrado de labial, ¿Quién te hizo eso?

-¡Te vale verga!

Este comentario solo hizo enojar más a Miguel, por lo que levantó más la voz y dió un fuerte golpe a la mesa.

-¿¡Y cómo chingados no me va a importar si eres mi novio!?, mira, Luis ¡Ahorita mismo me vas diciendo con que zorra te metiste!

-Bueno, a ver, si tanto quieres saber, pues sí, te engañé, y con un chingo de viejas, ¿Y sabes porqué? ¡Porque tú eres un puto traumado de mierda que no puede complacerme, porque no puede superar que cuando era pequeño lo violó su papá!

Entonces se ganó la tercera bofetada del día... ¿Cómo se había atrevido a decir eso...?

-¡Tú dijiste que lo entendías, dijiste que me esperarías!

-Pero no toda la vida, cabrón. Yo tengo necesidades y si tú no puedes satisfacerlas pues me busco quién sí.

Luis resopló con hartazgo para después subir las escaleras, dejando pensativo al de lentes oscuros... tal vez... había sido demasiado duro... Luis tenía razón, no podía esperarlo toda la vida solo porque él no se sentía listo... tendría que encontrar la forma de disculparse mañana que ya no esté tan molesto. De momento, tomó la decisión de dormir en el sofá hoy, no quería molestar más a Luis con su presencia.

Eran ya las once de la noche, cuando Miguel despertó por la mañana Luis ya se había ido así que no pudo pedirle disculpas... lo estaba esperando en la sala con leve mortificación, pasaban las horas y su novio todavía no llegaba... dió la una, las  dos y las tres de la madrugada, Miguel tomó su chamarra para, dispuesto a salir para buscar a Luis, y justo mientras se estaba poniendo los zapatos escuchó las bisagras de la puerta rechinar acompañado de algunos quejidos...

-¡Luis! Luis, mi amor, estaba preocupado, ¿Estás bien?, ¿Por qué llegas tan tarde?

En cuanti se acercó a él para ver cómo estaba pudo sentir un tremendo olor a alcohol golpeando su nariz.

-¿Tomaste...?

-Solo me puse contento para que me resivieras~

Dijo Luis arrastrando la voz por el exceso de alcohol en su cuerpo, tomó a Miguel por la cintura para atraerlo a él, se agachó un poco para poder dejar algunos besos en su cuello.

-Ahm- ¡No, esperate! ¿¡Qué haces!?

Miguel intenta alejarlo un poco con un empujón.

-Agh... ¿Por qué te pones así...?, solo son besos...

Bajó su mano derecha un poco para tocar uno de los glúteos me Miguel y  la izquierda la fue deslizando por debajo debajo de la camiseta de la pijama de Miguel para tocar y acariciar su piel desnuda suavemente.

-¡Luis, suéltame! Estás borracho... ¡No sabes lo que haces!

Luis hizo caso omiso a las palabras de su novio, iba subiendo su mano izquierda por la espalda de Miguel.

-Luis, suéltame por favor... suéltame o...

-¿O qué?, ¿Me vas a pegar?, tú sabes que no te iría nada bien~

Empezó a succionar en ciertos lugares del cuello de Miguel para dejar sus  marcas de "amor", empezó a empujar a Miguel lentamente hacia el sofá.

-¡No! Suéltame ¡Maldito imbécil!

En cuanto terminó recostado sobre el sofá con Luis encima, Miguel empezó a patalear y sacudirse en un intento de quitárselo.

-Puta madre... como te haces del rogar, chingada madre...

Le dió un pequeño golpe en la frente antes de levantarse del sillón, enojado y resoplando antes de subir las escaleras para irse a la habitación. Miguel se limpió la saliva del cuello con su camiseta antes de ir tras Luis.

Ya estaban durmiendo... o al menos así se suponía, en realidad Miguel no podía dormir, no le gustaba irse a dormir enojado con Luis... De repente sintió los brazos de su pareja rodeando su cintura, una sensación de calidez y tranquilidad lo invadió al sentir el gesto cariñoso... hasta que sintió un bulto frotandose contra su parte trasera... entonces escuchó algunos jadeos desde atrás de su espalda...

Que asco...

Pensó Miguel antes de cerrar los ojos en un intento desesperado por dormir y dejar de sentir lo que estaba haciendo Luis...