Hermano querido.

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"Te juro que me importaría una mierda lo que los demás pensarían de esto..." eso fue lo que dijiste mientras me hacías el amor por última vez antes de decirme que te casarías... y lo que me hiciste creer durante mucho tiempo.

Casi 9 años en una "relación" con mi hermano gemelo ¿debería considerarme enfermo por estar enamorado de él? No lo sé, solo sé que lo que sentí por él era real.
A los 18 años me di cuenta de que el cariño que sentí por él no era solo de hermandad, iba más allá de eso.

Hoy estoy escribiendo una carta que te entregaré antes de irme de aquí, porque no soportaría ver cómo te entregas a alguien más frente al altar.

-¿Estás bien?- preguntó Georg y yo terminaba de cerrar el sobre en donde le entregaría la carta.
-Dale esto por favor Georg- le pedí con un nudo en la garganta.
-Tienes que estar ahí...- Georg era el único que sabía lo que pasaba entre nosotros, al principio estaba en desacuerdo, tardo en comprender lo que sucedía hasta que por fin nos dijo que nos apoyaba, aunque todo fuera un secreto. Un secreto que yo ya estaba dispuesto a sacarlo a la luz, pero al parecer él no- él te quiere ahí- me tocó el hombro y yo lo mire con los ojos llorosos.
-No puedo Georg... me iré y lo sabes- me miró con pena y me recibió el sobre- por favor no le digas a donde me fui y dile que lo amo, que siempre lo haré- mis lágrimas salieron sin previo aviso y Georg me abrazo fuerte.
-Cuídate mucho por favor, sabes muy bien que cuando quieras volver mi casa seguirá siendo tu casa- me sonrió y yo a él, o al menos eso intenté. Tome mi maleta y mire por última vez a Georg para salir de aquel departamento y tomar un taxi al aeropuerto. Me había mudado esta última semana con Georg y vendí mi departamento para poder irme de aquí, agradecí tanto venderlo en menos de lo que esperaba.
Tenía planes con la persona que más amaba en el mundo los cuales se vinieron cuesta abajo después de aquella noche...

"-Ah... sigue... no pares- gemía mientras él estaba arriba de mi y me miraba con esa lujuria de siempre.
-Me encanta verte mientras te penetro...- mordí mi labio inferior para después tomarlo del cuello y besarlo, había sido nuestro cumpleaños número 27 y después del festejo fuimos a su departamento a entregarnos el uno al otro cómo nos gustaba, la diferencia es que yo sentía que me hacía el amor.

Después de terminar, ni siquiera me abrazo como en otras ocasiones, se levantó y se puso su bóxer, me senté en la cama y lo noté nervioso. Así que busque también mi bóxer y me lo puse.

-Fue la última...- lo mire sin entender.
-¿a que te refieres?- le dije en tono tranquilo.
-Esto se terminó aquí...- fruncí el entrecejo y él ni siquiera me miraba- no seguiremos juntos... porque...- carraspeo y dejo salir un suspiro- me voy a casar en 1 semana- mi mundo se vino abajo, mi vista se empañó y no sabía que decir ni que hacer.
-¿Q-qué...?- dije casi en un susurro y él se pasó ambas manos por su cabello.
-Me casaré con Fiorella- su "novia" italiana, se supone que solo era para aparentar y no levantar sospechas, ya que nos habían tomado unas fotos que dejaban mucho que desear, y en lo que encontrábamos la manera de estar juntos formalmente...
-Pe-pero dijiste que ni siquiera la querías- dije con la voz rota y el corazón hecho pedazos.
-Me enamoré de ella... no sé cómo, pero lo hice- por fin me miró- ambos sabíamos perfectamente que no podemos estar juntos, somos figuras públicas y no podemos solo salir y decir que "nos enamoramos"- me reí irónicamente.
-Yo si me enamore de ti...- dije acercándome a él.
-Entiende que no podemos... esto es... es incesto... es enfermo- y ahí me destruyo, tantas veces que hicimos el amor, tantas veces que me dijo que no le importaba la gente mientras estuviéramos juntos, tantas veces que me dijo que me amaba...
-Vete a la mierda...- me gire y tome mi ropa, se acercó a mi y me tomo del brazo pero me aparte bruscamente- en serio vete a la mierda- le dije mientras mis lagrimas salían sin parar y me vestía.
-Lo siento... pero tú sabías- lo interrumpí.
-¡Basta! No quiero escucharte más- me puse mi chaqueta y me dirigí a la puerta pero su voz me detuvo.
-Nunca mentí cuando te dije que te quería...- solté una risa y me quite el anillo que compartía con él desde los 20 años y se lo aventé.
-Jodete, imbecil- salí azotando la puerta de su habitación y después salí de su departamento con el corazón desecho, con lágrimas cayendo a cascadas de mis ojos, sentía que me faltaba el aire, me mintió, siempre, en todo momento y yo ahora estaba destrozado..."

Su boda era hoy y mi vuelo también era hoy, no había marcha atrás, dolía y mucho, no sabía cómo sacarlo de mi mente, mucho menos de mi corazón...

-Georg ¿si vendrá?- preguntó preocupado después de no ver a su hermano en la ceremonia pero ¿por qué lo quería ahí si hace una semana le había roto el corazón después de follar con él? Por egoísta, porque solo pensaba en él estos últimos años.
-Me... pidió que te entregara esto- Georg le extendió el sobre, ambos se encontraban afuera de aquel establecimiento en donde celebraban "su matrimonio"- y también me pidió que te dijera que te ama y que siempre lo hará- dijo con cierta pena en su voz al recordar a su amigo en aquel estado de tristeza y dolor- iré adentro- Georg se metió y entonces abrió el sobre y leyó...

"Bueno... no sé cómo empezar, mejor dicho no sé cómo expresar todo lo que siento en estos momentos. Quizá cuando leas esto ya estés casado y yo esté por abordar o incluso ya esté en el cielo volando, que más da, lo importante es que tú estarás feliz y bueno... yo me estoy yendo con el corazón hecho pedazos. Si... es extraño porque nunca creí que mi amor por ti perduraría tanto tiempo ¿sabes?
Aun recuerdo cuando nos confesamos después de una fan party ¿te acuerdas? Ambos creíamos que era una locura, sé que llegaste a pensar que era un capricho nada más y créeme, yo también lo pensé pero cuando estaba entre tus brazos o tú entre los míos y me sentía tan tranquilo, sabía que no era solo cariño de hermandad... supe que me había enamorado de ti cuando quería verte bien, feliz, cuando quería complacerte en todo, cuando te veía sonreír y mi mundo se removía, supe que te amaba de verdad cuando no quise mirar a nadie más que no fueras tú. Pero en tu caso fue diferente, nunca sabré si en verdad me amaste o si lo hiciste y se te acabó el amor, no lo sé... me quedo con todo lo hermoso que vivimos, con los momentos en donde solo éramos tú y yo y nos importaba una mierda el que dirán.
Yo si habría estado dispuesto a enfrentarme al mundo entero con tal de estar contigo, pero a veces las cosas no salen como uno espera y los sentimientos no son mutuos.
Me voy lejos así que me despido, se muy feliz, Fiorella es una gran chica y sé que con ella harás todo lo que me hubiera gustado que hicieras conmigo... quizás en otra vida no somos hermanos y podremos estar juntos.
Te amo tanto que duele, quema y lastima... algún día volveré y podré verte como mi hermano nada más, un poco imposible porque estoy enamorado hasta los huesos de ti... mi hermano querido.

Recuerda nuestro viaje a París ¿quieres? para mi fue la mejor noche de mi vida.

Te ama, Tom."

Con lágrimas en los ojos arrugo la carta en su pecho y se dejó caer de rodillas en el césped, entonces Georg al percatarse de eso se acercó y lo acunó en sus brazos logrando que Bill sacara todo el llanto que había guardado desde aquella noche al dejar a Tom.
Se arrepentía de haberle dicho que se había enamorado de Fiorella, de decirle que era enfermo que estuvieran juntos... se arrepentía demasiado tarde.

-Se fue Georg... me dejó- dijo entre sollozos sin importar que lo miraran en el suelo de rodillas siendo abrazado por uno de sus mejores amigos mientras lloraba como niño pequeño, esta vez de verdad no le importaba lo que dijeran de él.

Desgraciadamente se dio cuenta demasiado tarde que si amaba a Tom, que él también habría estado dispuesto... ¿qué pudo más? Su egoísmo, su cobardía...

Pero ¿quien habría aceptado esa relación? nunca lo sabrá porque se había casado con alguien que no amaba y por presión social y además...

Tom, se había ido...

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