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Peinaba su cabello mojado, que goteaba por sus hombros, aumentándole el frío. Su reflejo le devolvía la mirada en el empañado espejo. Su agotamiento era notorio, incluso después de ducharse.

Jeonghan ciertamente seguía sintiéndose así, exhausto. Sin mucha energía o ánimos. Su cuerpo estaba tenso y pesado, especialmente su espalda y hombros, su cabeza empezó a doler en el momento que escuchó la alarma y su visión estaba vacía, pequeña, enrojecida y con ojeras. Todo en él gritaba el estrés que había acumulado en el trabajo.

Quiso llorar.

No podía presentarse así ante el señor Choi, menos para ir a un viaje que era personal. Sería muy mal visto.

Dejó el cepillo a un lado, se volvió a fijar en la hora por tercera vez en la madrugada para cerciorarse de tener tiempo y con ello empezó a maquillarse. Se aplicó lo que usaba diario para tapar sus ojeras, y las demás imperfecciones que tenía su cara, se dio algo de color en sus mejillas ligeramente por primera vez en mucho tiempo para verse con un poco más de vida y terminó echándose bálsamo en los labios para que no parecieran tan secos. Se miró en el espejo y se sintió satisfecho, se veía ahora más presentable.

Su cansancio aún seguía intacto mentalmente pero con la cara pintada podía disimularlo mejor.

Se secó el cabello para empezar a alisarlo. Había pensado en cortarlo un poco, pero corría riesgo de hacerlo mal, así que solo lo dejó como está. Se hizo unas pequeñas ondas en el cabello que caía por su frente para verse un poco diferente, lo acomodó mejor y, ya cuando se sintió cómodo con su aspecto, salió del baño.

Cerró la maleta después de asegurarse de que tenía todo lo que necesitaba empacado y, antes de irse de su cuarto, se aplicó perfume y se colocó sus pulseras. Se revisó una vez más en el espejo de cuerpo entero al lado de su armario. Bien, él nunca se había arreglado así para ir a su trabajo, solo se aplicaba corrector y ya estaba. Así que dudó por un segundo. ¿Habrá exagerado? Jeonghan espera que no. Pero no sabe cómo vaya a reaccionar su jefe cuando lo vea así, no le gustaría que pensara algo malo porque Jeonghan no sabe la razón exacta del viaje, solo es consciente de que es personal y que él va como invitado por ser confiable para el señor Choi.

No tenía por qué pensar algo malo, ¿verdad? Él no se veía mal, y no cree estar siendo irrespetuoso a nada ni a nadie. Se arregló precisamente, porque sería aún más irrespetuoso si aparece luciendo como un muerto viviente. Así que estaba bien, o eso quiere creer.

Después de unos segundos más mirándose, suspiró. Sí, estaba bien. Agarró todo lo que tenía que sacar, cerró la puerta y se dirigió a la sala. Iba a intentar comer algo antes de irse, pero no creía que le pase tan temprano, así que solo se aseguró de tener todo en su lugar para salir de su apartamento.

Su celular sonó cuando estaba dirigiéndose fuera de la recepción. Era el señor Choi. Revisó la hora antes de responder. Bien, probablemente esté tardando un poco.

— ¡Voy saliendo! — esa no fue la mejor manera de contestar su llamada, pero fue su primer instinto.

— Buen día, Yoon. Por favor, apúrese. — No sonaba molesto por su tono de voz, bien.

— Sí señor. — Y lo siguiente que escuchó fue el pitido indicándole que había colgado.

Tomó el primer taxi que pasó.

En el camino jugaba con sus dedos en un acto nervioso por su ansiedad.

De verdad esperaba estar bien.

journey of love ; jeongcheol 💭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora