Encuentros y lugares

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Comenzare esto con una analogía que a todos nos pasa por la cabeza pero que a nadie le importa realmente, dentro de toda historia existen escenarios y dentro de esos escenarios existen sucesos que muchas veces son dignos de ser recordados, sucesos que aportan a una historia aún más grande que se vincula con el lugar donde están aconteciendo. Esta historia es igual, sucede en un lugar que conecta a varias historias entre sí, cada una dependiente de la otra y vinculada de alguna manera, sin embargo este lugar no tiene nombre, solo es un pueblo dentro de algún lugar en algún país. Es obvio que todos saben dónde está y es obvio que todos pueden visitarlo, de menos dentro de la historia.

Así fue como él llego al lugar, siendo un joven de familia estricta pasaba por una época de rebeldía que provoco al ira de su padre y, aunque su progenitor se ofendió en gran medida por sus acciones aquella discusión fue suficiente para que el joven de tez morena tomara un autobús y llegara a aquel pueblito con no más que una mochila que llevaba dentro un cambio de ropa, algunos artículos de aseo personal y no más de 100 dólares. Orgulloso, el joven poso con arrogancia frente a la estación del autobús observando el lugar a un costado del letrero que le indicaba el nombre de la ciudad, mismo que se encontraba en un parque rodeando un quisco.

Lugar pintoresco, más aun al ver a la cantidad de personas reunidas en el parque central del pueblo haciendo sus deberes o simplemente pasando un buen rato dentro de aquella area común, alrededor, se encontraban un sinfín de comercios satisfaciendo las necesidades básicas de sus habitantes, si bien parecía no faltarles nada a pesar de estar algo lejos de la ciudad, lo cierto era que nadie intentaría buscarle dentro de aquel lugar, o de menos no activamente. Asintió con entusiasmo, su nueva vida estaba por comenzar y tendría que esforzarse al máximo para poder vivir como le apetecía, libre de ataduras absurdas y deberes impuestos, una libertad utópica que solo la juventud otorgaba con un sinfín de oportunidades; tomo la mochila en su hombro, la apretó con fuerza y comenzó su camino hacia un recorrido por el lugar, debía buscar donde pasar la noche y encontrar un trabajo para sustentarse, sin embargo el destino tenía planes para cada uno.

Un golpe inesperado seria lo que le llevaría al piso, distraído por sus aires de oportunidad el joven no pudo notar que un rubio inquieto no paraba de correr detrás de un canino Golden retriver, le había visto antes mientras daba una vista por el panorama, jugaba con algunos niños y el perro a la distancia, aunque por el escenario el perro persiguió su pelota hasta casi la avenida principal saliendo el rubio detrás de él tratando de evitar un accidente del cual arrepentirse a la vista de las infantes mentes. Un accidente había ocurrido, pero no el que trataba de evitar, ahora con ambos en el piso el rubio sonrió con amplitud.

-Lo siento amigo ¿Estas bien?- Pregunto antes de extenderle la mano al moreno en el piso frente a él mientras el perro movía gustoso la cola y lamia la cara del mismo, el recién llegado no podía hacer más que reír, era claro que era un accidente y no era tan arrogante como para hacer una escándalo de eso. Tomo la mano contraria en respuesta.

-Lo estoy, pero espero que no sea de tu gusto arrollar a las personas sobre la alameda, tendrás problemas un día compañero- El rubio rio halando al moreno, este entendió lo que intentaba hacer y respondió la acción halando también de su lado obteniendo el impulso necesario para colocarse en pie. Aquel joven de ojos azules y cabello color del sol encontró simpático al recién llegado, su actitud le agradaba y que haya sido capaz de soportar su golpe sin mucho efecto le daba la señal de que encontró un buen compañero, la primera impresión lo era todo para aquel joven muchacho cerca de graduarse de la preparatoria.

-No hay de qué preocuparse, soy bastante resistente- Expreso con orgullo dejando atónito el moreno.

-Eso se nota, pero no me refería exactamente a ti...- Retribuyo soltando el garre de camaradería instantánea que acaban de formar, el rubio solo rio con exageración, aquello que podría denominarse la perfecta risa americana salió del rubio robándole años de vida al moreno ¿Orgullo? ¿Prepotencia? No lo sabía, pero esa risa le molestaba de alguna manera.

-Conozco a todos aquí, es la primera vez que veo tu rostro ¿Vienes de visita?- Vaya que era un pueblo pequeño... ¿Ven a lo que me refería con las historias? El muchacho negó.

-Busco un lugar tranquilo para vivir por un tiempo, busque en internet "lugares pacíficos" y salió este pueblo en maps; es increíble cuanta publicidad sobre este lugar que tuve que ver luego de esa búsqueda, YouTube no paraba de mostrarme anuncios turísticos antes de cada video; siento que si no venía a este lugar en vida arrastrarían mi espíritu hacia acá desde el Mitlan- Por fin soltó todo, era una queja silenciosa que se guardó por bastante tiempo, nadie le creía cada que lo decía pero por alguna razón el rubio empatizo con él antes de tocarle el hombro en señal de solidaridad, no sabía bajo qué circunstancias o bajo que parámetros pero el rubio parecía haber vivido lo mismo. De pronto, una idea pareció surgir de la cabeza inocente de aquel cuasi adulto.

-¡En ese caso necesitas un guía! ¡Yo puedo hacerlo! Tómalo como compensación por arrollarte- Dijo en una explosión de entusiasmo antes de señalarse con el pulgar derecho –Mi nombre es Alfred, estoy en el último año de preparatoria, mi sueño es ser piloto aéreo- De nuevo aquella sonrisa americana... ¿Qué sentido tenia decirle su sueño?... Bueno no era molesto, incluso le daba cierta ternura. Él sonrió con amplitud antes de extender su mano derecha en busca de un apretón social, lo normal, según él.

-Soy Juan, quedo a tu cuidado, es un gusto conocerte Alfred.

Destiny RoadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora