Tyler tomo mis manos y miro mis nudillos manchados y enrojecidos por propinar golpes tras golpes. Saco un pañuelo de su bolsillo y con delicados toques trato de limpiar las gotas de sangre.
Tenía el seño fruncido y me reprochaba el no haberme puesto guantes o mínimo una cinta, y negaba con la cabeza. De pronto fue brusco, sentí un pinchazo que llegó a mi codo. Volvió su mirada hacia mi, era una mirada de gran preocupación. Iba a decir algo cuando sus amigos entraron. Astrid nos miro dolida.-¿Que pasa aqui?
Dijo cruzando sus brazos acercándose a nosotros. Tyler aún sujetaba mis manos, me inmovilice
-¡Mi saco!
Christian estaba parado en ring, viendo el saco de arena reventado con todo su relleno disperso. Había huellas marcadas en la arena roja esparcida, en la lona azul.
-¿Quien lo hizo?- preguntó.
-Lo siento- respondí moviendome después un tiempo- no pensé...
-Era nuevo- dijo el con tristeza- solo entrene con el dos días.
Realmente me sentí mal, Sam se acerco y tomo mis manos de las de Tyler. Las inspeccionó como si nada, eran un poco más frías que las de su amigo. Las retiré tímidamente.
-No uso guantes- afirmó.
-Es buena peleando- dijo Tyler- Si no se hubiera relajado posiblemente me hubiera ganado... ¡Ay!
Alexandra le digo un golpe en el brazo con bastante fuerza, Amber se reía al lado de ella.
-No es de caballeros ganarle a un mujer.
-Yo no...
-¿Puedo hablar contigo?- Astrid parecía realmente molesta- En privado.
Dio un paso, apartando me y poniéndose en medio el y yo . Tyler le hizo una seña con la mano, antes de desaparecer por una puerta doble miro hacia Sam quien asiento con la cabeza.
Ayude a limpiar el desastre de arena que había hecho, Christian descolgó el saco estallado de su soporte. Al rato volvieron Astrid y Tyler. Ella tenía los ojos y me miraba con enfado, en ese entonces yo era muy inocente y joven para darme cuenta de los problemas de pareja.
No tenía noción de tiempo, no sabía que hora eran, comenzaba a sentirme muy cansada. Quizás a estás alturas fue demaciado para un día después de haber estado en cama semanas. Era hora de la cena
Siendo la última del grupo, los seguí hasta un comedor, habia un gran sector con platos y bandejas como en un buffet y muchas mesas largas. Ellos iban hablando de temas que desconocía y riendo de pequeñas anécdotas, Tyler iba abrazando a Astrid por los hombros y ella le sujetaba con su mano derecha. El le dió un beso en la cien para disimuladamente ver hacia mí. Desvíe la mirada y me sonroje, era incómodo.
-No te preocupes por el.
Sam se había resagado conmigo
-Me confunde, el..
-Ty tiene un carácter...- pareció dudar- especial. Ya te acostumbraras.
Sam se ofreció a elegir mi cena, me pidió que buscará lugar en alguna mesa. Al poco tiempo se apareció sujetando dos bandejas, una en cada mano, y coloco ante mi la que traía un bol de sopa cremosa de auyama. De verdad era reconfortante. El grupo se sentó dejándome un poco excluida. Empezaba a sentirme aturdida entre tantos murmullos, luchaba conmigo misma para no salir corriendo como desquiciada en busca de mis hermanos, como a su vez me quedaba donde estaba porque no tenía ni idea de por dónde empezar a buscarlos. Enfoque mi atención en el grupo de jóvenes que acaba de conocer solo hace un par de horas, viendolos desde mi silla.
Después de la cena Ana y Carlos llegaron con un joven bajo de mi misma edad, de cabello negro petróleo y con un rostro casi idéntico al mío. Cargaba un montón de bolsas de compras, las dejo caer a la vez que yo corria hacia el.
-¡Nathan!- el me abrazó en su pecho, era apenas más alto que yo- llegaste.
-Ya estoy aquí- dije el acariciando mi pelo largo- llegué antes.
Tenía mi rostro enterrado en su pecho y lloraba.
Él era lo que más necesitaba, ese calor, la desolación se alejaba cada vez que estaba junto a el.-¿Quien es el?
Tyler, se había puesto de pie, me volteé a verlo con mis ojos llenos de lágrimas, lo último que ví fue su rostro y a Sam apoyando una mano en su hombro, si fue lo último que ví, antes de que una absoluta oscuridad me cubriera por completo...
Desperté al día siguiente nuevamente en una cama de hospital, alguien sujetaba mi mano. Nate, dormí con su cara apoyada en su brazo y su mano sujetando la mía, La aprete un poco y el se despertó, al mismo tiempo Sam, Tyler, Ana y Carlos entraron. La cara de estos últimos era sería.
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Guerra Oscura
RandomLa Gran Guerra Oscura se ha desatado en la tierra dejando a su paso muerte y destrucción. Una eterna lucha entre el bien y el mal que nunca parece terminar. Nina deberá dejar todo atrás para acabar de una vez por todas con La Oscuridad, ¿Podrá enfre...