Extra

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Ya había pasado un año desde que Thittipong y Wasuthorn empezaron a ser novios y en ese tiempo varias cosas habían cambiado.

Peat ya tenía más amigos, sus inseguridades cada vez eran menos y ya no le importaban los comentarios de las personas que lo juzgaban por su cuerpo.

¡Ya tenía más amigos! Eso era lo que tenía feliz a Peat.

Pero el omega de cabellos rosados se convirtió en su mejor amigo desde la primera vez que lo conoció.

Aunque los primeros dos meses Peat quería estar más tiempo con Jimin a Fort no le importaba porque sabía que su omega se encontraba feliz de empezar hacer amigos por el mismo. Le gustaba verlo feliz, sonriendo.

En estos momentos se encontraban acostados en la cama de Fort, la cabeza del ahora peli azul se encontraba en el pecho del alfa.

El pelinegro se encontraba dándole caricias en la espalda del omega.

Las caricias eran levemente que hacía que Wasuthorn se le cerraran sus ojitos. El suspiro del menor hizo saber a Fort que en cualquier momento caería dormido.

— Bebé, no te duermas — le pidió y Peat le gruñó de manera juguetona.

— Tengo sueño, Fortie — le dijo.

— Pero tenemos que ir al gym para que hagas tu rutina — le recordó.

Peat negó — Ya no quiero ir — se aferró a Fort.

— Pero tú querías ir, bebé — le recordó.

Peat negó con la cabeza e hizo un puchero — Ya no quiero ir — le murmuró mientras tenía sus ojitos cerrados.

— ¿De verdad? — preguntó Thittipong sorprendido y sonrió cuando vio a su omega asentir — Bueno entonces, ¿Qué quieres hacer? — pregunto acariciando los cabellos peli azul.

Peat sonrió — Podemos ir al parque para comer un helado — opinó.

El alfa asintió — Está bien — acepto — Anda vez arreglarte — le dijo y el menor se paró de su cama.

— Fortie, ¿Me puedo quedar a dormir hoy contigo? — le preguntó.

— Por mi esta bien, pero antes le tenemos que preguntar a tu padre — le dijo y Peat asintió con una sonrisa puesto sabía que su padre aceptaría.

— Está bien — dicho eso se concentró en buscar algo que ponerse.

Fort sonrió al ver a su novio buscar ropa en el clóset que era de él, pero también era de su novio ya que había ropa que el omega dejaba cada que se quedaba a dormir.

— ¿Por qué quieres dejar de ir al gym de la nada, si cuando empezaste estabas emocionado con ir? — se atrevió a preguntar.

El peli azul se quedó quieto y volvió a ver a Fort para luego hacer un puchero — Por ti — murmuró.

— ¿Qué?

— Quería hacerlo para poder bajar de peso y seguirte gustando, por eso empecé hacer ejercicio — confesó.

— Amor — murmuró Fort.

— No quiero dejarte de gustar, Fortie — le susurró abrazando la cintura del alfa.

— No, por qué no hagas ejercicio o tengas una pancita que te haga ver tierno quiere decir que yo te voy a dejar de querer — le dijo — Yo te quiero desde el primer día que te conocí y eso creo que te lo he demostrado — le dijo acariciando las mejillas del menor.

— Lo sé, pero hay omegas más hermosos y delgados que yo — le dijo.

— Para mi la única persona que es hermoso, perfecto y la cosa más adorable, eres tú — le dijo para cargarlo — No hay otra persona que dice que no sea Peat Wasuthorn aquel omega que se enoja si su novio le quita uno de sus dulces favoritos — le recordó.

— También lo hice por mi madre — murmuró cambiando de tema ya que no estaba acostumbrado a recibir halagos.

— Eh..

Tenía mucho que el menor no mencionaba a su madre.

— Tal vez si adelgazaba ella me iba a quedar o me iba a decir que me amaba — le dijo — Pero me equivoqué — sus ojos se cristalizaron.

— Bebé — lo llamó.

Wasuthorn negó — Me di cuenta que aunque yo intente mil cosas nunca voy a conseguir aunque sea una sonrisa sincera de ella — abrazó al alfa — No puedo más, no voy a seguir esforzándome con alguien que se que no me va a querer aunque sea un poco de lo que yo la quiero, aunque no fue muy buena conmigo — sorbió su nariz.

— Eres muy fuerte amor, has podido superar cada miedo e inseguridades que tienes de ahora en adelante los dos vamos estar juntos para enfrentar todo — beso la frente del omega.

— Juntos — asintió Peat.

— ¿Vamos a ir por el helado o no? — le pregunto y Peat se separó de él para seguir buscando su ropa.

— Claro que si, tonto — le regalo una sonrisa.

— Te amo, mi gordito Wasuthorn.


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Y se acabo :( esta adaptación fue muy tierna me gusto mucho!!

Estaré actualizando pronto las demás historias, díganme cual quieren q actualice, los leo!!

Byeeeee, besoooossss

Gordito Wasuthorn // FortpeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora