Una vida en Wooden Spoon con mi novio adolescente vampiro

Capítulo 2: ¡Qué grande la tienes!

Por culpa de la puta lluvia me tocó ayudar a Kaya a recoger la terraza del Paco Mer. Y encima era el primer día de clase. Otra vez. Ni en 200 años conseguiría sacarme el bachiller. Pero bueno, era mi primer día de clase y tenía que ir con actitud. 

- ¡Va tío que me mojo el pelo! - me gritó Kaya.

- Joder, ya voy…  - Contesté yo.

- ¡Callambín Bombín, ya te he dicho que la terraza tiene que estar recogida en 5 minutos! - gritó furioso Paco, el dueño de Paco Mer. 

- Joder Paco, te he dicho que no me llames así. - Replicó Kaya. 

- Vale Kaya. 

- Calla tú subnormal. - Paco resopló, exasperado y dijo: 

- Dame un motivo por el que sigues trabajando aquí. 

- Por lo guapo, carismático e inteligente que soy. Ahí van tres porque soy generoso. Mira, ahí tienes el cuarto. - Sentenció Kaya mientras le guiñaba un ojo a Paco, el dueño de Paco Mer. 

Conseguimos, por fin, recoger la terraza. De ahí fuimos, sin mucha prisa, hacia la moto. De camino nos encontramos a una señora paseando un gato. Al instante me dí cuenta de que era un gato Carey y me quedé mirándolo fijamente. 

-  ¿Os gustan los gatos? - dijo la mujer con voz ronca y sacándome automáticamente del trance. 

- Sí, pero solo los Carey. - Contesté yo instantáneamente. 

- ¿Los conoces? Son una raza muy poco común… 

- Esto no me da buena espina… - susurró Kaya para sí. Me agarró del brazo y me apartó de la mujer. 

- Kaya tío, sospechar de una vieja  no es muy rockstar de tu parte. - Le respondí a mi amigo. 

- Joder Minav, después de casi 200 años sigues hablando como un puto crío. ¿Te sabes la de tocar una teta? 

- No me saques el temita… - Respondí. 

- El “temita” es lo que nos ha traído hasta aquí campeón. - contestó Kaya vacilón. 

Decidí no entrar al trapo. Tras eso estuvimos 15 minutos sin hablar.

Llegando a la moto Kaya decidió pellizcarme el culo. Yo dí un salto y acto seguido le dije:

- Kaya tío, no todo puedes resolverlo todo tocándome el culo. 

- ¿Cómo que no? Ya me estás hablando. - Puse los ojos en blanco ante semejante argumento.  

- Va, que llegamos tarde. - Anuncié. Ambos nos subimos a la moto. Durante el trayecto no dijimos nada más. 

Íbamos a 120 por una carretera de 40 y de golpe un subnormal vestido de putísimo Van Helsing y con una ballesta del tamaño de un niño de ocho años apareció de entre los árboles y se paró en mitad de la carretera extendiendo el brazo hacia nosotros indicando que paráramos. Kaya frenó en seco y yo salí despedido por los aires para acabar rodando por el suelo unos metros más allá. El “Van Helsing” se acercó a Kaya ignorando por completo que casi me abro la cabeza. 

-Hola caballero, ya que su compañero está ahora indispuesto, ¿ha visto algún vampiro por aquí? - Kaya se quedó callado mirándome.

- ¿Pero no se extinguieron con un meteorito o algo así? - contesté yo desde el suelo. 

- Eso pensábamos, pero hemos descubierto que no era así. - Siguió el “Van Helsing”. Yo me levanté y me acerqué a ellos mientras me limpiaba la sangre negra de la cara. Kaya, rompiendo el silencio, simplemente dijo: 

- Joder, qué grande la tienes. - Nos quedamos callados. - La ballesta, ¿qué si no? - Aclaró Kaya. 

- Kaya tío, 200 años y no hay día que no intentes ligar con alguien. 

- Es que la vida eterna es muy solitaria. - Me contestó. 

- Bueno, si no saben nada de vampiros, dejo de molestarlos, caballeros. - Dijo el “Van Helsing” y acto seguido volvió a sumergirse en el bosque de un solo salto. 

- Joder, estoy cansado Kaya. ¿Nos vamos? 

- Yo me lo tiraba. - Afirmó ignorándome mientras se acomodaba el pantalón 

- No hace falta que lo jures… - solté en un suspiro. 

Por fin. Kaya me hizo caso y emprendimos de nuevo el camino hacia el Wooden High School. Y a todo esto: seguía lloviendo. 

Llegamos al Wooden High School. Estaba repleto de niños repelentes ultraruidosos. El director dijo algo que no conseguí escuchar. A mi solo me importaba encontrar una cosa. No una cosa, si no una persona llamada Mina. Pero mis intenciones fueron interrumpidas por una joven adolescente de apariencia repelente y dijo: