1-Lo que me espera

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Otro señor está preguntando lo mismo que el anterior y lo mismo que él que viene, otro día transcurriendo de la misma forma que el de ayer y el de mañana, estos últimos 6 años no le encuentro sentido a muchas cosas, pero las sigo haciendo para creerme el hecho de que estoy con vida aún, tengo personas que preguntan por mí, por ella, por nosotros, mi respuesta esta grabada en mi mente “bien” es la misma siempre, sin darle mucha importancia a su interés de saber algo de lo que ya tienen una respuesta con solo mirarme, saben al mirar mis ojos que no hay nada nuevo que decirles que todo está como siempre, congelado, por lo menos para mí, en su rostro veo sus genuinas ganas de tener las palabras adecuadas para decirme, pero ellos y yo sabemos que esas palabras no existen.

Llegó la hora de salir, termino mi día laboral sin ninguna particularidad, me despido de mis compañeros, hoy es por ser sábado salen a divertirse en grupo, todos los sábados programan una actividad diferente, a la que me invitan por su puesto, pero cordialmente declinó su invitación, colocando diferentes escusas que ellos aceptan sin más preguntas, a pesar de que siempre declinó su ofrecimiento, nunca dejan de hacerlo, eso no puedo negar que no se siente mal, a pesar de todo no puedo creer que no he sido mal compañero si me siguen considerando, después de bajar las escaleras y encontrarme en la puerta de la salida, como todos los días analizó por un minuto todo lo que me espera en casa, y busco la manera de hacer más largos mi trayecto a casa, me voy lo más lentamente normal que pueda y llegó a la para de bus escojo la ruta más larga, me siento en uno de los bancos de la parada, espero a que el bus termine de cargar y llegué el siguiente siempre me voy en el segundo, procedo a montarme, me siento en los puestos finales, y espero que el bus de el mismo recorrido de todos los días, saco mi teléfono, me coloco los audios, en realidad no escucho ninguna música, solo busco evitar que alguien me quiera hablar en el trayecto, me pongo a revisar las actividades para mañana, no tengo ninguna reunión que amerite un esfuerzo de mi parte parece que mi día de mañana será tal como lo predije, igual de monótono que siempre, eso no me molesta ya no necesitó sentir la presión y competición, la cual me apasionaba tanto antes, tenía mucha motivación para alcanzar altos rangos en la empresa a la cual pertenezco, para ser realista pude haber alcanzado el puesto que tanto deseaba, pero ya no existe esa motivación, el puesto que tengo ahorita me sirve muy bien para la vida que llevo, a la única persona que le puede afectar, no le afecta, así que ya no me importa.

Me quedo en la última parada, a pesar de tener que quedarme en la parada anterior, esto lo hago por dos razones, alargar el tiempo porsupuesto y comprar algo que me piden todos los días al llegar a casa, y si no lo llevo sería un problema, solo una ves no lo lleve, no porque se me olvidará, solo que no había y no me imaginé todo lo que pasaría cuando llegara a casa sin eso, paso por la tienda comprando, dónde estoy seguro que siempre hay desde ese día nunca llegó a faltar ese producto, creo que hay una caja exclusivamente para venderme a mí, asumo que todos los vecinos se enteraron de lo que paso en mi casa ese día, al día siguiente que vine a comprar, ví culpa en el rostro del despachador, como si el pobre tuviera culpa de algo, trate de hacerle ver que la responsabilidad no era de nadie, pero el solo me responde que contara con que nunca faltaría en su almacén este producto, con una sonrisa genuina de comprensión, por eso puedo llegar a creer que hay una caja exclusiva para mí en este negoció, sin sonar arrogante.

Se que podría yo mismo comprar una caja para evitar, pero el problema es que yo quiero todo este proceso, no es mi deseo evitar, ya sin poder alargar más la situación me dirijo a mi casa, sabiendo lo que me espera al llegar, y sin poder cambiar nada por más que yo desee, en este momento en específico es que deseo con todas mis fuerzas que esto fuera una pesadilla, pero no importa cuando lo desee no despierto, ya empiezo a ver mi casa en la distancia ese color verde suave al que ya estaba acostumbrado desde hace 8 años que tiene ese mismo color, todos los años hago un retoque de color, pero no un cambio nunca un cambio, ese era el color que le gustaba a Oscar, su cuarto estaba pintado de ese mismo color a exención, de una pared en la que estaba pintado su personaje favorito, me acuerdo que cuando se pinto el mural, el hizo muchas peticiones de como queria que quedara, cuando quedó finalizado su felicidad era contagiosa.

Me paró en el frente y tocó la puerta, por costumbre, porque claro que puedo sacar mi llave y abrir la puerta, solo que hacer eso me quitaría el único momento del día que me da fuerzas para continuar...

Mientras se abre la puerta..... Allí está ella.

Vida a MediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora