Progresando

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Emma había mostrado bastante progreso en sus actividades a lo largo de los siguientes días y años. Pasó de jugar con las muñecas a la casita y cosas por el estilo a ejercitarse todas las mañanas. Corría en la mañana en la tarde y en la noche. Pero no solo se ejercitaba sino que además cuidaba su alimentación su aspecto y sus tareas escolares de modo que sus calificaciones fueron mejorando cada vez más no era raro que concursara en las diferentes actividades de la escuela incluso le ofrecieron becas deportivas y escolares. Sus padres estaban encantados con el grado de madurez que emma iba demostrando conforme iba creciendo, cuando su madre se ausentaba le encargaba a sus hermanos menores a emma. Y aún así ella seguía cultivando sus artes culinarios, ya que preparaba bocadillos saludables para sus hermanos y sus padres.

Conforme los hermanos de emma iban creciendo veían en ella una mujer admirable fuerte y capaz de todo así es que le obedecían cuando ella daba órdenes y la respetaban, fue así como emma obtuvo la beca escolar que le dio rumbo a su vida. A la edad de 17 años la secretaría de la defensa nacional le ofreció una beca todo pagado hasta el doctorado si mantenía buenas calificaciones. Emma lo tenía claro así es que habló con sus padres y les dijo que quería estudiar en ese lugar, aplico para el examen médico y lo pasó sin problema. Así es que se mudó al campo militar de la ciudad más cercana donde emprendió sus estudios, inmediatamente llegó al aula todo se le quedaron viendo como si es de alguien raro se tratara Y es que emma entró en el aula con unas chanclas flop. La chanclas más comunes y corrientes que uno puede tener en su casa, el maestro que era un teniente la observó con cierto desprecio como si estuviera faltandole al respeto a su aula de estudios y le preguntó a qué se debía esa insolencia. Entonces con una mirada fría y con voz firme emma dijo...

- disculpe señor no es mi intención faltarle el respeto a su clase, pero una parte de mi beca está condicionada a los eventos deportivos que pueda ganar en un futuro en la pista. Y para ganar esos trofeos para mi país necesito que estos bellos pies se mantengan lo mejor cuidado posibles. Y eso no incluye unas botas que pesan cerca de 800 g que además de presionarme pueden deformar mis piecitos, lo cual además de quitarles lo atractivos que son pueden provocarme alguna lesión.

El teniente la miró con ojos de desprecio como si de una niña arrogante se tratara y la expulsó de su clase ese mismo día.

Así es que emma se retiró sin decir nada más. E inmediatamente se dirigió a la oficina del general donde solicito una audiencia. El general le atendió escuchó sus argumentos y dijo...

- Veo señorita que usted habla con mucha convicción, si usted es tan buena como para hacer una excepción en su caso, demuéstrelo! Es más si usted le gana a nuestro actual campeón de atletismo no solo le permitiría utilizar sus chanclas en las aulas sino que asignaré escolta personal y hasta pedicura si lo desea. Jajaja

Emma miró al general le sonrió y le dijo...

- Señor no esperaría menos de lo que me está ofreciendo.

El general quedó bastante furioso con la respuesta de emma pero fiel a su palabra solicitó que trajeran al mayor exponente de atletismo de todo el campo militar que por cierto era ganador regional. Y además de eso dio permiso a las demás aulas para que presenciaran lo que desde su punto de vista sería una lección para la conducta de cualquier estudiante que tuviera la osadía de levantarse contra las normas de la escuela.

Con todo el público en las gradas emma se preparó, sacó de su mochila un par de vendas que comenzó a aplicar a sus tobillos de forma enérgica después se puso unas calcetas y finalmente los tenis. Hizo algunos movimientos para calentar y al sonido de las instrucciones del general se pusieron en sus marcas. Entonces el general hizo detonar su arma que indicaba el comienzo de la justa. Emma comenzó su camino con mucha energía pero a paso firme y constante mientras su contrincante salió despotricado gastando todas las energías que pudiera tener y con todo y todo solo le aventajó con un par de pulgadas, de modo que emma apresuró El paso y sin mayores problemas dejó atrás a su contrincante. Después de eso se alejó de la pista al pasto donde de un solo movimiento se retiró los zapatos, después se quitó las calcetas y finalmente los vendajes. Y con pies descalzos sostuvo en sus manos los calcetines que acababa de utilizar se acercó al teniente que lo había expulsado de su clase Y le dijo...

MatriarcadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora