''Fuimos cobardes, desde siempre lo fuimos, por jamás admitir lo que realmente sentíamos, por enterrar las palabras que pudimos y no dijimos, maldito, pero a la vez bendito sea el destino que nos hizo conocernos, pero maldigo tanto a nosotros mismo...
Por alguna razón se encontraba en un prado verde y solitario, el suelo estaba despejado y la brisa acariciaba su rostro. No entendía qué estaba pasando o cómo llegó a ese lugar, no recordaba nada, iba a sobarse las sienes para relajarse cuando noto sus manos, no, no puede ser, se miró a sí mismo para confirmar que ya no tenía apariencia demoniaca, su piel dejó de ser rojiza y ahora era de tez morena, ya no poseía garras, llevó sus manos a la cabeza y se dio cuenta que tampoco tenía sus cuernos. ¿Volvió a ser humano? ¿No sé supone que debía estar pasando su eternidad en el infierno? Tenía muchas preguntas y ninguna tenía respuesta.
A lo lejos se escuchó el sonido de una risa, se puso en alerta, miro a todas las direcciones, Pero no encontró a nadie, frunció el ceño, no estaba solo y sea quien sea posiblemente es el responsable que acabará en este campo abierto y que su apariencia volviera a ser la misma cuando estaba vivo. Camino sin rumbo por aquel lugar y entre más avanza las risas más se intensifican, como si se estuvieran burlando de él, cosa que le irritaba.
No sabe por cuánto tiempo estuvo caminando sin rumbo fijo ¿Minutos? ¿Horas? Este lugar parecía un campo sin fin y se cansaba de esta situación, no podía usar sus poderes por alguna razón era como si volviera de nuevo un ser humano ¿Acaso eso era posible? Esperaba que no. Las risas después de un rato cesaron, pero ya no podía dar marcha atrás, ya que estar estancado en un sitio tampoco era una buena idea, ni caminar hacia la nada era la mejor de sus ideas, pero a falta de opciones.
Estaba realmente Frustrándose cuando diviso a lo lejos algo, siguió en dirección hacia el punto desconocido y a medida que se acercaba le pareció de lo más absurdo de lo absurdo ¿Qué hacia un estúpido espejo en medio de la nada? Esto no tenía sentido, bueno, nada en este lugar tenía sentido en primer lugar. Llegó y terminó detrás donde estaba el enorme espejo, examinándolo, buscando algo que le diera entender el porqué estaba en este lugar, al intentar mirarse en el espejo vio el reflejo de una mujer, por instinto volteo detrás de él, pero no había nadie, extrañado volvió a intentar mirarse al espejo y volvió a encontrarse con el de una mujer, al tratar de moverse notó como el femenino hacia lo mismo que él, cosa que le extraño aún más, sentía demasiada desconfianza por la situación.
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Detallando a la mujer en el espejo no había duda de que es humana ya que no tenía ni sentía ninguna característica demoniaca o angelical, su piel era blanca, contextura delgada, le calculaba un aproximado de 25 años, su cabello es de negro como el carbón, lo que más le impresiono fueron sus ojos, el izquierdo era de un intenso azul metálico y el derecho era un color marrón claro, heterocromía, sin duda tenía un reflejo de una mujer bastante curiosa, reconocía que su apariencia es singularmente hermosa, un pensamiento algo aburrido, se acercó al espejo con el fin de tocarlo cuando volvió a escuchar una risa a su alrededor, miro al reflejo pero en este solo lo imitaba se quedó mirándolo un momento con desconfianza cuando las risas se hacían más y más intensas, se obligó así mismo a voltear tratando de buscar la fuente de las risas en vano pero si noto como su alrededor comenzaba a distorsionarse, aquel campo iba poco a poco desapareciendo a sus ojos, el cielo también perdía brillo cada vez era más opaco, por alguna razón todo perdía color, nada tenía ni una pizca de sentido se volteo de hacia el espejo y mayor consternación era ver como el espejo se iba agrietando por completo.
