HASTA EL DÍA QUE ME QUIERAS | KOOKJIN

7. No tan nuevo

Estoy tan cómodo, diosito, siento que estoy en el paraíso.

“Jinnie levántate, vas a llegar tarde!”  escucho a mi omma desde el pasillo.

“¡Oh no! Que hora es”  Carajo, ahora sí me pase de flojo. De un salto salí de mi cama pero... Dios que me sucede, mis piernas no lograron contenerme y...mi cuerpo  se desvaneció, como un saco de papas caí.

“Que sucede Jinnie....¡Dios santo jin levántate” eso estaba haciendo omma, se que mi madre me levanto del suelo hacia mi cama, pero no entiendo como lo hizo, cuando recobré la conciencia tenía un gran chichón en la frente.

Mis lágrimas empezaron a salir. No sabía lo que me pasaba y mi madre me golpeó mi hermoso rostro. Me ayudó a cambiarme y por un demonio, ¿Que digo? ¡Por Adefagia! Mi madre me mato de hambre al ir al hospital para que me hagan una serie de análisis  para descartar alguna enfermedad en mi sistema neurológico o cardíaco. Era imposible que yo, Kim Seokjin, muriera joven, debía prevenir esta tragedia, no pienso dejar este mundo y privarlo de mi belleza.

“Su hijo tuvo hipotensión postural, los exámenes demuestran que tiene un hijo en excelente estado de salud” Oki, no iba a morir. No tenía una enfermedad, estaba sanito. Prometo no encomendarme a ningún demonio o dios pagano.

“No comprendo doctor, entonces ¿porque se desvaneció? debe haber una respuesta” mi madre siempre era persistente. ¿No lo oíste? ¡Estoy sano omma! alégrate por mi.

“Es verdad, como le dije, tuvo Hipotensión Postural,  una descompensación por la postura que tuvo toda la noche.  Es una forma de presión arterial baja que se produce al ponerte de pie después de estar sentado o acostado.  Puede causar mareos o aturdimiento, y posiblemente desmayos. Eso le ocurrió a su hijo. Él me comentó que durmió desde tempranas horas hasta el día de hoy. Debe ser por permanecer mucho tiempo durmiendo. Seokjin debes hacer más ejercicio no es bueno tener una vida sedentaria” el doctor le estaba llenando la cabeza de cosas a omma. Me puso de mal humor.

Hoy era mi primer día de clases en la preparatoria, no logré avisar a Tae sobre mi aturdida mañana.

“Omma, tengo hambre” le pedí comida, mi pancita sonaba y sonaba, mis intestinos iban a cometer canibalismo si no me apuraba a engullir cualquier alimento.

“¡Dios casi me matas del susto hoy Jinnie, y solo piensas en comer!” me contesto molesta. Que culpa tenía yo de lo que me dió.

Ya no dormiré tan temprano, puede que la siguiente vez, omma me saque un ojo en su intento por ayudarme.

Salimos del hospital y nos dirigimos a nuestra casa. Yo seguía hambriento e incomunicado, deje mi celular en casa, no tenía cabeza para pensar en llevarlo. Al llegar fui directamente a mi habitación me  bañe y baje. Omma había hecho una sopita para mi aliviado estómago, le agradecí y empecé a devorar sin tregua, mi plato terminó como recién lavado, mi lengua cumplió una gran misión el dia de hoy.

Escuché que alguien tocaba el timbre, ví por la pantalla que era Tae.

“Habla Houston, quien es” hablé por el intercomunicador

“Jinnie deja de bromear y abreme” Tae no tenía sentido del humor. Abrí la puerta y vi sus ojos examinando mi figura. “¿Que te paso en la frente?”

“Unos alienígenas vinieron por mi, luche con todo mi cuerpo pero fue insulso, fui abducido” le dije con mi gran sonrisa.

“Jinnie, estamos en preparatoria, no podemos seguir jugando como niños” bien, me llamo la atención.

“Hola Tae, se desmayo y tuve que llevarlo al hospital”. Al oír lo que me sucedió, abrió sus ojos enormes y frunció las cejas, nuevamente me examinó, buscó en mi cuerpo algún daño.