Ana
Actualidad.
Aprieto las manos sintiendo como mi cuerpo se entumece, respiro hondo llenando mis pulmones de oxígeno. Mi corazón late con fuerza a mil por hora sintiendo la adrenalina del momento.
Observo a mi novio aumentar la velocidad, puedo sentir su euforia y cuando se escucha el último pitazo, él ya ha golpeado el balón haciendo que esté entre al arco y todos gritamos a todo pulmón.
—¡Gollllll! — Grito con todas mis fuerzas hasta que mis cuerdas vocales se quemaron.
Todo el estadio gritó levantándose de su asiento y celebran el triunfo de su equipo. Una vez más ha ganado gracias al talento de mi novio.
Daniel es abrazado por sus compañeros celebrando.
Ojalá estuviera ahí.
Mi novio lleva año y medio y ha llevado justo hoy al campeonato a su equipo.
Estoy en la cafetería junto a algunos amigos quienes celebramos su triunfo.
Una lágrima se escapa por mi mejilla, por la emoción y la felicidad que me da. Esto le abre puertas para su futuro con equipos internacionales.
Ha estado jugando para el equipo nacional y anotó varios goles, haciendo que sea un icono para todo el país.
Cuando empezó a ganar dinero, lo primero que hizo fue mejorar la casa de la abuela. Él quería derrumbarla, pero la abuela no se lo permitió, así que solo tuvo que conformarse con hacerle reformas. También hizo lo mismo con la mía, no quería que construyera otra casa y la abuela y yo tampoco queríamos irnos para otro lado cuando él propuso comprar una casa más grande para las tres.
También me regaló un auto nuevo, para poder ir y venir sin problema a mi trabajo y claro, transportar a la abuela y a mi madre.
Tampoco fui a la universidad, no me sentía bien dejando a la abuela sola y más que este último año ha estado algo enferma.
Trabajo en una cafetería en el pueblo, esta misma donde ahora mismo estamos viendo el partido.
Daniel no quería que lo hiciera, pero la verdad es que necesitaba socializar y salir de casa o me volvería loca. Además, la abuela también dijo que no era bueno para ella ni para mí, que debía salir un poco más y no mantener encerrada mientras que su nieto está lejos de nosotras.
Lo que no sabe la abuela es que últimamente hemos tenido algunos inconvenientes, mi novio y yo.
El principal problema es la distancia. Pensamos que sería fácil, pero al principio fue súper duro para los dos y aun así el tiempo ha pasado y nos sigue costando.
No solo por eso, también es porque su nuevo entrenador y directivos del equipo sugirieron que las personas no podían saber de nuestra relación y que no era conveniente que yo fuera a verlo. Lo mejor es que lo mantuviéramos en secreto.
Esto puso furiosa a la abuela haciendo que su salud decayera un poco más, por eso nos hemos mantenido en secreto sobre nuestras disputas.
Él, como ahora es la imagen del equipo, tiene que estar saliendo constantemente a eventos. Lo he visto en revistas, diarios y lo busco mucho en internet después de haberme regalado un móvil. Pero las cosas que veo no me gustan para nada y él me dice que solo son apariencias, que nada lo que dice es verdad y que no debo preocuparme por nada.
Lo peor es que últimamente ha estado saliendo con varios jugadores de su equipo a fiestas y discotecas, Daniel no está acostumbrado a nada de esto y parece que está perdiendo el control.
Nunca habíamos peleado o discutido como lo hicimos hace una semana, desde entonces no nos hemos hablado y debo aparentar delante de mi madre y la abuela que todo está bien.
Tengo el corazón destrozado.
Nuestros amigos celebramos y yo como siempre debo fingir que nada malo pasa.
Siento un nudo en mi garganta hasta que escucho mi móvil sonar, veo su nombre y de inmediato respondo.
—¿Hola?
—Mi amor—Dice agitado —¿Lo viste?
—Claro que sí, felicidades—Debo salir del local para poder escucharlo mejor, puesto que los gritos no me dejan escuchar su voz.
—¿Dónde estás?
—En la cafetería.
—¿Con quién? —muerdo mis labios.
—Con nuestros amigos.
—Salúdalos.
—Está bien.
—Amor, perdóname—Susurra y se escucha como lo llaman —Debo irme, pero quiero que sepas que te amo mucho, eres la única en mi vida.
—Lo sé y perdóname también, sé que...
—Debo irme—interrumpe al escuchar como lo llaman.
—Está bien.
—Te llamaré cuando llegue al departamento.
—Está bien. Te amo.
—Y yo a ti.
Abro la boca para decir algo más, pero la llamada se ha cortado.
Llevo el móvil a mi pecho como si eso me reconforta.
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El gol de mi vida
RomanceDaniel es uno de los mejores jugadores del mundo y estuvo a punto de perder su carrera por culpa de malas decisiones. Aunque perdió lo que más le importaba y ahora hará todo por recuperarla. Ana entregó su corazón, apoyo a su novio desde siempre y e...