Narrador Apolo (5 de abril)
Era temprano, los rayos de sol ya entraban por la habitación dejando un amanecer cálido y embellecedor. Era como la quinta vez que daba alarma, la que programé para levantarme para ver el amanecer, pero las sábanas se me habían pegado más de la cuenta aquella mañana.
La noche había sido algo inquieta, los ruidos de la carretera me habían ocasionado algo de insomnio, por lo que decidí dormir un rato más. Alrededor de las 10:00 de la mañana ya estaba en pie, con la intención de hacer algo productivo por la casa, ya que estaba algo desordenada. Nada más salir por la puerta de mi habitación, me encontré con Llanos, que se estaba preparando su delicioso pero contundente desayuno.
- Hola bro - dijo con voz desganada y cansada, ya que había ido a horas tempranas al gimnasio y se le notaba algo reventado
- Hey, qué tal? - pregunté sonriente,
- Bro, estoy rotísimo, creo que me pasé con los ejercicios –
- Acuérdate que hoy viene Helena, y debemos tener la casa por lo menos presentable. No queremos dar malas impresiones ya desde el primer día, no quiero que piense que somos así de impresentables.
La conversación no duró mucho más. Antes de nada, me fui a dar una ducha refrescante, era todavía por la mañana, pero los rayos del sol empezaron a radiar con bastante fuerza. Al cabo de media hora todos los de la casa (Llanos, Alvarito, Tati y yo) nos pusimos manos a la obra. En menos de dos horas ya la teníamos lista.
Más tarde, alrededor de la 13:00, tanto Álvaro como yo decidimos hacernos los cocineros, aunque la verdad no tenemos mucha idea, pero nosotros vamos siempre a la aventura. Nos costó un rato elegir que íbamos a hacer, por lo que le pedimos alguna idea a Tati. De buenas a primeras, no nos convencía a ninguno aquellas ideas de platos, era muy "fit" para nosotros.
Estuvimos como unos 10 minutos discutiendo lo que íbamos a preparar, y al final llegó Llanos y lo solucionó todo, este había cogido su teléfono móvil y marcó el número de una pizzería. Al estar cerca de la casa, no tardaron mucho en traérnoslas, al fin y al cabo, era dar la vuelta a la manzana, aunque a nosotros sí que nos daba algo de pereza salir en busca de ellas, el sol estaba radiando en su máximo esplendor y salir costaba un poquito.
Más tarde, sobre las 3, tras mirar mi teléfono y responder a algún comentario, decidí irme a pegarme un bañito, total, a la invitada le faltaban unas dos o tres horitas por llegar. Me puse mi bañador más simple, me apliqué el protector solar por todo el cuerpo y cogí la toalla que más a mano tenía.
Antes de salir, cogí el altavoz, ya que un poco de música no hace mal a nadie. Nada más salir por la puerta principal me encontré con Llanos, que también venía a pegarse un bañito. Los dos comenzamos lo que sería una conversación muy breve, ya que la piscina está a dos pasos de la puerta principal.
Antes de meternos, dejamos las toallas apoyadas en una de las sillas del jardín. Descalzamos nuestras chanclas, y segundos antes de que me fuera a meter, Llanos cogió su máximo impulso, y la fuerza que tenía cargada sobre él, la derramó toda en mí, lo que ocasionó que me cayera al agua de una manera algo brusca.
- Oye bro, ¿estás bien? - preguntó algo asustado
- Sisi, tranquilo, estoy perfectamente – aunque la verdad sí que me había dolido un poco, pero tampoco había sido para tanto
Estuvimos un gran rato metidos en la piscina, entre risas, fotos y algún que otro Tiktok, no nos dimos cuenta de la hora que era, se nos había ido la noción del tiempo. Teníamos pensado ir a cambiarnos antes de que la invitara llegara, pero de pronto sonó a lo lejos lo que sería el timbre de la casa.
Le dije a Alvarito que fuera a abrir él, ya que era el único que estaba más presentable. No tardó más de un minuto en abrir la puerta, y en efecto, después de una larga espera, la nueva y última intrigante de la casa había llegado.
De buenas a primeras no la logré ver, ya que estaba metido en el agua. Asomé un poca cabeza por encima del bordillo de la misma, y la pude ver teniendo una charla inicial con Álvaro, por lo que decidí esperar un poco hasta que terminaran de charlar.
Al cabo de unos cinco minutos, decidí salir de la piscina y nada más salir, me la encontré de frente, -que guapa-, dije para mí. Aquel conjunto veraniego le quedaba bastante bien, y le favorecía mucho. Después de este rápido pensamiento, nos saludamos ambos con dos besos, lo típico que hacen dos personas cuando se conocen en persona ¿no?
- Holaaa – dijo con una admirable sonrisa
- Eras Helena ¿verdad?, para los nombres soy algo torpe - bromeé
- Si, la misma - riéndose del chiste
- Un placer soy... - no me dejó terminar la frase, se le veía bastante nerviosa
- Apolo, si lo sé, te llevo viendo un tiempo - respondió
Después de esto seguimos charlando un rato más, y luego se fue a dejar su equipaje y a conocer a los integrantes faltantes de la casa.
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Espero que os esté gustando la historia. No llevo mucho, pero la verdad que tengo varias ideas que pienso que pueden llegar a gustar. Quiero decir que es la primera vez que hago un fanfic y una historia en general, no me toméis mucho en cuenta si la redacción está algo mal representada, estoy intentando hacerlo lo mejor que puedo. Espero que poco a poco, los capítulos vayan siendo aún más largos, siento que por ahora están siendo algo cortos.
Gracias por ver <3
|| htolsom ||
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Una integrante más by htholsom
Fanfic"¿𝘗𝘶𝘦𝘥𝘦𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘴 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢?" Helena, una influencer en crecimiento, es invitada a una casa para grabar contenido y crecer más como persona. Una vez allí, es como una bomba de relojería, que...