Justo cuando comenzaba a preguntarme si todo era una pesadilla y en realidad aun estaba dormido, la hora de la competencia deportiva había llegado y mas gente comenzaba a congregarse en las calles del pueblo.
Mis compañeros compartieron con la gente local la noticia sobre la desaparición de Veko (así es como yo la llamo) y pronto, todos se unieron en su búsqueda y la competencia pasó a un segundo plano, ya que aparentemente no era la primera vez que ocurría algo así. Hace un mes, un par de turistas también habían desaparecido en circunstancias similares.
Nos organizamos en varios grupos y dedicamos todo el día a la búsqueda. Un grupo siguió el curso del río, pero no encontró rastro de ella. Otro exploró las casas abandonadas sin hallar nada. Un tercer grupo peinó los cerros, pero el resultado fue el mismo.
Me considero un chico muy optimista, de verdad lo soy. Siempre pienso que las situaciones no son completamente malas o buenas, sino mas bien son grises. Creo que incluso, de las circunstancias mas desfavorables se puede rescatar algo positivo. Sin embargo, en se momento, una intensa ansiedad comenzó a apoderarse de mi. Noté que mis manos temblaban y que había perdido completamente el apetito y la sed. Lo único que quería, lo único que realmente deseaba, era encontrarla, ver su rostro y escuchar su voz.
Sentí ganas de llorar cuando me di cuenta de que estaba enamorado. Y tal vez ahora ya era muy tarde. No quería admitirlo, ¡no podía terminar así!. Por lo que redoblé mis esfuerzos y me concentré mas aun en la búsqueda.
Con nuevas energía, pasé toda la tarde buscando a Veko sin éxito. Algunos de mis amigos estaban tan exhaustos que solo se retiraron a descansar por ese día.
Mientras el cielo se oscurecía y el frío se intensificaba, las luces del pueblo se encendieron.
Yo continué la búsqueda, muy cansado y casi sintiendo las lagrimas caer ante la desesperación. Sin embargo sabía que si me dejaba vencer por estos sentimientos, perdería el animo enseguida. Por eso me mordí un dedo y me obligué a seguir adelante.
Normalmente le tengo miedo a la oscuridad y con la noche cada vez mas densa y oscura, inicialmente me limite a explorar en los limites del pueblo. Sin embargo, en ese momento, la urgencia de encontrar a Veko y los fuertes sentimientos que tenía por ella me llenaron de una valentía inesperada. Esa fuerza desconocida me impulsó a aventurarme hacia la oscuridad. Camine por algunas horas.
Y escuché su voz.

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En la Oscuridad
ParanormalUn grupo de amigos, una competición deportiva y algo que cambiará completamente su forma de percibir la realidad