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But I know someday I'll make it out of here. Even if it takes all night or a hundred years.


-Mami, ¿En dónde te duele?

-Aquí -le señaló su dedo-

-Listo, ya pasará -dijo después de que vendara el dedo de su madre-

-Bravo, Nea. Con la delicadeza...

-Con la delicadeza se cura cualquier cosa

Mientras miraba su ventana un lobo pasó corriendo.

-Un lobo

-Que bonito -dijo su madre-

-No es bonito. Los lobos dan mucho miedo

-Solo porque alguien decidió que en las fábulas fueran villanos. Pero no siempre es así

-Nea, no lo veo. ¿Cuál lobo? - pregunto su padre-

-¡Cuidado, el camión! ¡Cuidado!

-¡No!

Grito intentando esquivar el camión que venía a su dirección.

Pero...El pequeño cuerpo de Atena quedó tirado en el pavimento. Con los ojos entreabiertos pudo ver al lobo que ante había visto.

En Grave contábamos muchas historias. Cuentos susurrados, fábulas de media noche. Leyendas que eran murmuradas. Siempre a la luz de una vela. Las más conocida era aquella del fabricante de lágrimas. Hablaba de un mundo donde ninguno era capaz de llorar, y las personas vivían como ánimas vacías despojadas de emociones. Pero oculto de todos en sus inmensos aislamiento.

Había un artesano solidario, rodeado de sombras, pálido y encorvado, quién con sus ojos, claros como el vidrio, era capaz de producir lágrimas de cristal.

La gente iba con él, pidiendo derramar llanto y parecer sentir el más mínimo atismo de emoción.

Y el artesano colocaba en los ojos de las personas sus lágrimas. Y he aquí lo que lloraba la gente:

Era rabia, desesperación, dolor y angustia.

En pasiones lacerantes, desilusiones...y lágrimas.

No me imaginaba que un lugar que eso, aquella historia, se volvería la mía.

Detuve mis pasos cuando estuve en frente de un señora mayor junto a muchos niños.

-Tú debes ser Atenea. Es el nombre de la diosa de la sabiduría, la estrategia y la justicia -me miró de arriba a abajo- Aquí tenemos pocas reglas. Orden, respecto y obediencia. Siguelas y no habrá problemas. La valija, tómala -un niño me quitó mí valija- Las cosas son de todos - extendió su mano- Dame la cadena. No sé permiten tener objetos personales

-Era de mí madre -la sostuve con fuerza para que no me la quitará-

-Orden, respeto y obediencia. No deseas trangredirlas el primer día...¡Nica!

Una niña se acercó y de un tirón me quitó mí cadena. Al tenerla en sus manos, salió corriendo entrando al lugar.

Para mí, no se trataba solo de una leyenda porque en Grave...me encontraría al fabricante de lágrimas

-Llorar no hará que regrese lo que has perdido. Adeline, acompañala a la alcoba. Anda

Una niña de cabello rubio me guió hasta dentro del orfanato.

𝐼 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑌𝑜𝑢: 𝐹𝑎𝑏𝑟𝑖𝑐𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑑𝑒 𝐿𝑎́𝑔𝑟𝑖𝑚𝑎𝑠 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora