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Era hora de dormir, pero tú estabas atendiendo unas cosas que te había mandado Jimmy, ha de pensar que tú no duermes, pues me imagino que por eso las mando a estas horas.
Solo hiciste muy poco, pues estabas cansado, ya mañana temprano seguirías con ese asunto, pues, pero no desaproveche mi oportunidad y te tome varias fotos, entre ellas una que sin querer la tomé con flash y fue la que mejor salió, me encantó.
“se va al álbum de las favoritas”
- Amor, ya ven a dormir - dije palmeando la cama.
- Ya voy bonita, ya mero acabo un poco de esto - muestras tu celular.
- Necesito dormir y te necesito aquí - hice un puchero.
- Bien, el trabajo puede esperar hasta mañana, vamos a dormir - dijiste apagando tu celular.
Te quitaste la camisa, para poder acomodarte en tu lugar, nos tapamos y me acomode en tu pecho, en forma de que pueda ver tu rostro.
- Si me sigues viendo así me vas a desgastar, mi bonita - dijiste y mis mejillas se tronaron rojizas.
- No puedo evitar mirarte, eres demasiado perfecto en todos los aspectos - dije sonriendo.
- Ojalá y la gente me mirara de la misma forma que tú - soltaste.
- Mientras este yo aquí contigo, subiendote el ánimo, que la gente se joda y se pierda de la buena persona que eres - confesé.
- ¿Sabes? A veces me pongo a pensar¿Que hice para merecerte, eres demasiado para mí, en cambio yo soy solamente en plebe que nomás anda de vago -
- Si estoy aquí, es porque tú mereces todo esto, soy suficiente para ti, y si, eres muy vago, pero ¿Sabes cual es la diferencia? Que ambos nos vamos de vagos a dónde sea - dije y besé sus labios rosados.
Ahora saben un poco más de ti, hay momentos en los que te sientes demasiado inseguro, no confías en tu magia, en las cosas que realmente mereces, en estos años me he encargado de alimentar más tu autoestima.
No voy a mentir cuando digo que es algo difícil de trabajar, pero poco a poco se van viendo resultados, ahora solo quedan esas pequeñas inseguridades que no te dejan pensar o dormir, pero solo las hablamos y todo queda solucionado.
A veces no es necesario de palabras, solo me abrazas y sueltas un “nuevamente regreso” y ahí es cuando entiendo todo, regreso la inseguridad y ahí es cuando comienzo a darte ánimos.
- ¿Sabías que te amo y mereces todo lo bonito de la vida? - dije acariciando tu pecho.
- Si, todos los días me lo haces saber, en el día, en la noche, en cada presentación y evento que tengo y te agradezco tanto - me diste un beso.
Nuevamente me quedé mirándote, mientras sonreía, en eso me entró una emoción de ternura y comencé a besarte.
Primero besé tu pecho, después tu cuello, tu cara para pasar a tus labios, duramos un rato besándonos, con intención mordí tu labio inferior y soltaste un suspiro pesado. Me subiste arriba de ti, pasamos de un beso tierno, a uno lleno de lujuria, ¿En qué momento? No lo sé, pasamos de un mood romántico a uno exagerado, ¿En qué momento? No lo sé, pero sin duda alguna, amo pasar todos estos momentos a tu lado, esposo mío.
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