¿Qué te puedo explicar si las noches son muy oscuras desde que te fuiste?La suave brisa del viento golpea suavemente mi cuerpo... Como si fueran tus manos heladas, recorriendo mi rostro con tanta suavidad, como si de un muñeco de porcelana se tratara, ahora que lo pienso, no recuerdo tu rostro, no recuerdo tu voz, no recuerdo casi nada de ti.
Mi mente siempre está divagando, tratando de recordarte, pero no puede, no lo recuerda y el sentimiento de dolor se acumula en mi pecho. Como si tú no existieras, como si tú nunca hubieras estado en mi vida.
La habitación se encuentra en calma absoluta, se escucha el suave ruido de los autos conduciendo para llegar a su destino, la luces trazando el camino para que no te pierdas en la absoluta soledad.
Me encuentro totalmente solo, buscando una salida de mi propia miseria con un cigarrillo en mano, como si fuera mi única escapatoria.
Observando toda la habitación, me estoy dando cuenta de lo descuidada que está. Desde hace mucho no le presto atención ni detalles a las cosas, solo me recuesto en ese rincón esperando que alguien me salve de esta vida en la que cometí tanto errores.
Ahogándome en mi propia miseria, ¿Por qué tú lo eras todo para mí y yo sin ti? No soy nadie más que una bolsa de huesos.
Estoy muy cansado y sé que nadie me salvará, pero me estoy engañando, solo, yo, si quiero que me salven.
Mi cuerpo se está quedando sin fuerzas y me estoy muriendo en ese rincón rodeado de mi propia soledad, con un cigarro en mano... Tratando de recordarte.