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Mientras tanto en un One-Shot del futuro.
Sanji estaba tranquilamente cocinando el almuerzo para su familia cuando, la puerta principal se abre bruscamente de una patada.
— ¡MAMÁ!
El mayor rodó los ojos, su pequeño e hiperactivo hijo era idéntico a su padre, imprudente.
— ¿Qué pasa, Kaito?
— ¡ESTOY EN APUROS! ¡Hoy es el día del padre y no tengo nada para papá!
Lágrimas salían de sus ojos, a Sanji le dió ternura.
Se repartieron los días, el día del padre era para Luffy y el suyo era el día de las madres, y su hijo se tomaba ese día muy enserio.
— Calma hijo, hoy iré al mercado, volveré con tu tía Nami, podrías pedirle ayuda, después de todo, tu eres su consentido al cual no le cobra.
Era gracioso, Nami también se tomaba el papel de tía favorita con seriedad, al ser su único sobrino, le daría hasta su riñón.
Nami no quería niños, y Kaito se robó su corazón sin piedad, era el único niño de la tripulación así que no era de menos. Era capaz de darle 100 mil berries de regalo, mientras que a ellos les cobraba el triple.
— Pero siempre se tardan en el mercado, ¿y si papá se enoja?
— Tu padre es incapaz de enojarse contigo, aparte, hazle una tarjeta hasta entonces, o preguntale que le gustaría.
— Mmm… ¡tienes razón mamá, gracias!
Sanji le iba a responder, pero cierta pelirroja entró sin invitación a la casa del rey pirata luciendo su presencia como de costumbre.
— ¡Hola Sanji! ¿Listo para irnos?
— Claro querida Nami, deja que termine con esto primero y podremos irnos-.
— ¡TÍA NAMI!
El pequeño infante se lanzó a los brazos de su tía que lo recibió con gusto abrazandolo y dando una vuelta de la felicidad de ver a su sobrino.
— ¡Kaito! ¿Cómo estás? Te extrañe tanto❤.
— ¡Yo también tía Nami! Te extrañe tanto💗.
— (Pero si se vieron ayer…). — pensó Sanji mientras veía a esos dos en su burbujita de cariño.
Aprovechando su charla para terminar de cocinar y busco algunas cosas. Aunque a Kaito le guste ir al mercado con su tía, tenía una misión, ¡hacerle un regalo a su padre!
Corrió a su cuarto, tomó hoja, lápiz y muchos colores para poner manos a la obra.
Le haría un dibujo y luego le preguntaría qué le gustaría, pero 20 minutos después, su momento de Picasso fue interrumpido por alguien.
— ¿Kaito, no vas a comer?
Luffy se adentro a su cuarto, su esposo les dejo el almuerzo listo y se le hacía raro que su pequeño azabache de cejas curvadas como las de su madre se tarde en bajar.
El niño tapó rápidamente su dibujo, era sorpresa.
— Ya voy papá, solo debo terminar esto e iré.
— ¿Mmm? ¿Y qué estás haciendo?
Por aburrimiento, el mayor se acercó para echarle un vistazo en lo que tanto hacía su hijo, fue entonces cuando el niño tomó su obra de arte y la estampo en su cara accidentalmente.
— ¡FELÍZ DÍA PAPÁ! Perdón pero no pude comprarte algo a tiempo, ¡es por eso que hoy haré lo que tu quieras! Ya sea lavar los platos y ayudarte en algo.
Una sonrisa se pintó en la cara de Luffy, ya tenía otro dibujo de su hijo para su colección, este tenía escrito en grande y en colores “¡Felíz día papá!” Y abajo un dibujo de ellos dos tomados de la mano, lo tomó en brazos y lo atrajo para un fuerte abrazo lleno de amor paternal.
— ¡Está increíble Kaito! ¡Cada día dibujas mejor!
— ¡Gracias papá, me alegró que te guste! Pero, ¿qué te gustaría que te de?
— Mmm, tengo algo en mente.
•••
No había palabras que describierán su enojo, ninguno de los dos las tenía, una vena roja apareció en sus cien, no podían creer el sinvergüenza que tenían de capitán.
Monkey D. Luffy estaba en una mini piscina inflable bajo la sombra del árbol de su patio mientras que el pequeño Monkey D. Kaito estaba en un trajecito de mayordomo y sostenía una bandeja con un vaso de helado.
Aunque debían admitir que se veía lindo y profesional, en su brazo flexionado una toalla y su segundo brazo atrás.
— ¡LUFFY, IDIOTA!💢. — Gritó Sanji dejando las bolsas en el suelo y yendo a darle un coscorrón a su esposo.
— Tks, ¿¡ay Sanji qué te pasa!?
Preguntó sin entender la causa de su enojo, puso sus manos en su cabeza, en la zona recién golpeada, Kaito seguía en su postura sin inmutarse, y Nami fue tras Sanji, también quería golpearlo.
— ¿¡A TI QUÉ TE PASA QUÉ TENES A NUESTRO HIJO DE ESCLAVO!?💢
— ¡SI!💢 — gritó Nami imitando la acción que Sanji, eso le formó otro chichón arriba del reciente —. ¿¡CÓMO TE ATREVES A USAR A MI SOBRINO COMO SIRVIENTE!💢
— Primero, esclavo ni tampoco sirviente, es mi mini mayordomo temporal personalizado. Segundo, él se ofreció. — vuelve a acomodar sus gafas —. ¿O no sirviente- que diga, hijito?
— Si sr. Papá, ¿se le ofrece algo?
— Na, estoy bien, puedes retirarte.
— Ok sr. Papá.
El pequeño Kaito de 7 años dejó la bandeja en el piso junto a sus gafas que tenía, y fue a la mesita del patio para seguir dibujando. Nami y Sanji se retiraron indignados.
— Por cierto amor, tu comida estaba riquísima.
— Si, si. Tendremos una seria charla de esto, Luffy.
