La familia Kim se acababa de mudar a Seongnam, ya que el padre de Minjeong, el señor Kim Hyun-ki había tenido que trasladarse de departamento policial después de asignarle un caso que iba para largo. Podrían haberse quedado Minjeong y su madre, Kim Jiwon en Yangsang, pero el matrimonio estaba muy unido así que decidieron mudarse todos juntos en lugar de solo Hyun-ki. Los padres de Minjeong trabajaban mucho y se veían poco, así que no querían verse aún menos. El padre de Minjeong es inspector de policía y la madre es cirujana. Tuvo que pedir el traslado también, pero por suerte no tuvo ningún problema.
-Bueno mañana es el día...- suspiró Minjeong.
La habían transferido a mitad de curso en la universidad Eulji. Minjeong estudiaba Bellas artes. Sus padres querían que siguiese los pasos de su madre y estudiase medicina para acabar trabajando de cirujana, pero Minjeong quiso cumplir el último deseo de su abuela, a la que le gustaba mucho dibujar. Minjeong guardaba con cariño todos los dibujos y cuadros que esta hizo. Su abuela jamás pudo estudiar y le gustaba mucho dibujar, así que sus padres no se lo tomaron a mal. Eran las 18 de la tarde y estaba terriblemente nerviosa, aunque sabía perfectamente que la noche sería aún peor, siempre se ponía muy nerviosa cuando se trataba de conocer gente nueva, ya que Minjeong era una persona muy tímida y reservada. Decidió darse una ducha para relajarse y ya después prepararía sus cosas para ir a la universidad.
Día siguiente.
-Tienes todo listo?- Preguntó Jiwon.
-Si mama.
-Vale, cualquier cosa llámame, con la mudanza tengo dos días libres.
-No te preocupes, irá todo bien.- Respondió Minjeong mientras cogía su bolsa y agarraba las llaves del coche.
-Y Minjeong, ¿siempre tienes que vestirte así? Sabes que podemos comprarte todo lo que quieras...
-Mamá, voy cómoda así.
Minjeong y su madre habían discutido durante muchos años sobre la forma de vestir de esta. A Minjeong le gustaba llevar ropa simple, holgada y comúnmente masculina, lo que molestaba a su madre, ya que siempre le decía que era muy guapa para ir vestida así, que no le favorecía nada. A Minjeong no le importaba como la viese la gente, lo que sí que sabía es que no quería ir con ropa cara y elegante como sus padres pues había crecido escuchando como juzgaban a la gente con dinero y no quería dar esa impresión a nadie. Hizo un trato con su madre que si ella no se quejaba de como vestía en su día a día, ella prometía vestirse como se esperaba de ella en las reuniones o eventos importantes de la familia. Era el precio a pagar para no tener que discutir constantemente y aunque ambas aceptaron, a Jiwon le resultaba imposible no decirle algo de vez en cuando al respecto de su vestimenta.
-Bueno, hija... Suerte.- Añadió Jiwon.
Minjeong cogió las llaves del coche y se dispuso a salir de casa. Abrió la puerta de su coche mientras suspiraba para relajar sus nervios, puso Spicy de Aespa en Spotify y emprendió camino. Minjeong tenía dos coches, uno lujoso y extravagante que le regalaron sus padres en su 20 cumpleaños, el cual apenas utilizaba en contadas ocasiones por lo despampanante que se veía y el que usaba normalmente, un coche pequeño y modesto que le regaló su abuela cuando se sacó el carné.
Pasados unos minutos ahí estaba, en el parking del campus de Eulji, con los nervios a flor de piel. Entró a la facultad intentando pasar desapercibida, cosa que le resultó imposible cuando, al cruzar la esquina, se chocó con una chica de pelo negro más alta que ella y cayó al suelo. Al abrir los ojos vio a la mujer más preciosa que jamás había visto Que guapa...
-Perdona yo-
-Pero tú eres tonta???- Gritó la chica más alta.
-Perdón?
-Claramente no te perdono.
-Vaya, aparte de simpática graciosa.
-No puedo decir lo mismo de ti.
-Si no hubieses ido cotorreando con tus amigas sin mirar al frente esto no habría pasado.-Añadió Minjeong.
La chica alta sonrió dulcemente mientras le extendía su mano.
-Tienes razón.-Dijo.
Minjeong agarró su mano mientras le daba las gracias cuando de repente le soltó la mano y volvió a caer al suelo.
-¡Au! Que haces?-Exclamó Minjeong.
-Ay, es que estoy muy ocupada cotorreando. Por cierto, no sabía que dejaban entrar vagabundos en esta universidad. Si vienes a la jornada de puertas abiertas ya te digo que no vas a poder entrar. Suerte!- Contestó la chica de pelo negro y se fue con sus amigas.
-Vaya petarda...-Susurró Minjeong. Y antes de que se alejase mucho, se giró y le respondió:
-¡Por cierto! A vagabunda quizá me ganes tu.-Dijo señalando la ropa de la otra chica, que, por el choqué, se le había caído todo el café encima. Esta no respondió, se limitó a levantarle el dedo sin siquiera girarse y se fue. Minjeong se quedó unos segundos en el suelo procesando lo que acababa de ocurrir. No pudo evitar sonreír al pensar que la había llamado vagabunda, siempre le hacía mucha gracia como la gente era capaz de juzgar a otros por el aspecto y precisamente por eso no le gustaba vestir con ropa cara o elegante.
Notó una mano en su hombro seguido de unas palabras:
-Estás bien?
Minjeong se giro y vio a una chica de pelo largo y negro, no se parecía en nada a la otra, pero también era realmente guapa.
¿Todas las chicas son tan guapas aquí?
-Si, gracias.- Dijo mientras se levantaba con la ayuda de la chica.
-Me llamo Ning Yizhuo, pero la gente me llama Ningning.
-Yo soy Kim Minjeong, encantada.
-Que hacías en el suelo? ¿Es algún tipo de ritual?
-No, no, es que choque con una chica que... Bueno, choque y me caí y aún estaba procesando todo. Gracias por preocuparte.
-Eres nueva por aquí? No me suena tu cara.- Preguntó la desconocida.
-Sí, vengo de Yangsang. Me han transferido ahora.
-Oh! ¿En que curso estás?
- Primero de bellas artes.
-Pues creo que llegamos tarde. -Dijo con una sonrisa.
Minjeong miro la hora y vio que pasaban 10 minutos de su primera clase.
-Mierda! No puedo llegar tarde a mi primera clase.-Exclamó Minjeong.
Y se fueron las dos corriendo al aula.
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Mine.
RomanceKim Minjeong se muda a una nueva ciudad y allí se encontrará con una chica que la odiará intensamente. O quizás algo más?