Mine.

Parte 14

Jimin se despertó. Cuando vió a Minjeong casi desnuda dormida abrazada a ella no pudo evitar sonreír profundamente. Le dió un beso en la cabeza que, lo que la hizo despertarse.

- Que hora es? - preguntó Minjeong somnolienta.

- Las 14:00.

- Umm... Habría que levantarse...

- Seguro...? - respondió Jimin con tono provocador, acercándose a Minjeong y juntando sus labios.

- No juegues con fuego... - dijo Minjeong con una sonrisa pícara en los labios.

- Me gusta quemarme. - acompañó mordiendo el labio de la menor. - Pero si que es cierto que me muero de hambre.

- Vamos a comer algo. Tenemos mucho tiempo por delante, hoy es sábado. Y, bueno... Si quieres... Puedes quedarte a dormir hoy también... - dijo Minjeong tímida.

- Mmmm, tendría que pasar por casa para coger ropa y coger unas cosas de un trabajo que tengo que entregar el lunes. Pero si a ti te parece bien, me quedo. - Minjeong sonrió feliz - Pero tendré que tomarme un buen rato haciendo esto, vale?

- Sin problema! Tienes mi ordenador y el estudio, todo lo que quieras usar es tuyo. - respondió Minjeong inmensamente feliz, como si fuese una niña pequeña, algo que hizo que el corazón de Jimin diese un vuelco. Le parecía adorable. - Pues vamos a comer algo y te acerco a tu casa.

Jimin asintio y le envío un mensaje a Giselle avisando de que pasaría por casa a recoger unas cosas más tarde. Giselle le dijo que a las 17 ella salía con Ningning, que si podía pasarse antes para darle sus llaves, que se las olvidó en su bolso. Quedaron en pasarse sobre las 16:30.

Ambas se metieron en la cocina y empezaron a cocinar algo rápido. Minjeong se puso detrás de Jimin y la agarró de la cintura mientras besaba su nuca.

- Minjeong... - se giró para quedar frente a frente con la otra. Minjeong sonrió y cerró los ojos mientras acercaba su boca a la de Jimin. - Así que quieres jugar... - añadió Jimin mientras se acercaba poco a poco a sus labios.

- Pero que?? - exclamó Minjeong, que tenía un trozo de tortilla en la boca.

- No te va a ser tan fácil como crees - guiñó Jimin.

- Mala... - dijo Minjeong haciendo un puchero.

Comieron mientras hablaban del trabajo que Jimin tenía que hacer. Era un trabajo de historia de la música, en este caso, la clásica. Cuando terminaron de comer y recogieron todo se vistieron para ir a casa de Jimin y Giselle. Minjeong condujo mientras Jimin ponía música y cantaba, se la notaba feliz y contenta, lo que provocaba en Minjeong la misma felicidad.

Cuando entraron a casa Giselle abrazo muy fuerte a Jimin.

- Hueles a sexo - susurró lo suficientemente bajito para que ni Ningning ni Minjeong la escuchasen.

- Que... Que... Que dices???? - dijo sonrojándose y apartando a Giselle de un empujón. Lo que provocó la mirada de las otras dos. Giselle empezó a reír a carcajadas.

- Tienes mucho que contarme - añadió mientras seguía riendo. Le encantaba molestar a Jimin.

- Callate - espetó Jimin - Donde están mis llaves?

- Te las he dejado en la mesita de la entrada.

Jimin fue a recoger sus cosas a su habitación mientras Minjeong se quedaba en el salón hablando con Ningning y Giselle, aunque estaba deseando entrar en la habitación de Jimin.

- Bueno, nosotras deberíamos irnos, Giselle, no quiero llegar tarde a la peli. - Dijo Ningning mientras, mirando a su amiga, se dio cuenta de que miraba de reojo la habitación de Jimin.