Con un equipo de solo seis hombres, Siva sale a hurtadillas de la manada con la intención de buscar al novio que se daba a la fuga, no importaba que este nunca dijo estar de acuerdo.
En los límites del territorio, en la parte oeste, Siva saca el celular de entre las ropas que llevaba en sus fauces, solo para mostrarles la dirección que debían tomar, y tenían que ser rápidos si deseaban alcanzarle, porque el rastreador indicaba que estaba inmóvil.
—¿Cómo lo hiciste? —cuestiono Dominic a Siva.
—Tome algunos de los juguetes de Roman y luego solo simplemente comprendí que debía ponerle uno cuando supe que le ofrecería ser parte de mi plan. Pero ahora démonos prisa, debemos llegar a él antes de que amanezca.
Por lo que volvieron a transformarse, aquí Dominic tomo el liderazgo del grupo y así le fueron siguiendo.
Siva jamás había puesto un pie fuera de la manada, las veces que lo hizo fue en algún vehículo, así que estaba experimentando un sentimiento de libertad como nunca antes.
Sus patas apenas si tocaban la tierra y su corazón retumbaba con cada respiración, no se sentía para nada exhausta, solo era ella disfrutando de la magnífica vista, los olores diferentes a los de sus tierras, porque claro que cambiaban.
Se dio cuenta de que podía seguir el ritmo de su gama, incluso esquivar los obstáculos y hacer los virajes con sobrada facilidad.
Al hacer una parada para verificar si seguían por la ruta correcta y que la señal del rastreador seguía activa, —Siva me impresionas —declaro Dominic, ella solo le enseñó la legua de forma juguetona.
Corriendo a toda velocidad les llevo cerca de tres horas llegar cerca del objetivo, el problema es que no estaba donde apuntaba la señal, por suerte Dominic llevaba un miembro que sobresalía por su nariz tan eficaz.
Desde ese punto les tomo más tiempo para dar con él, y al hacerlo no lo tomaron por sorpresa como habían imaginado, todo lo contrario.
Algunos cambiaron a su forma humana al ver el rastro del lugar donde descansaba Killian, enseguida uno fue tomado por la espalda y fue sofocado hasta ser subyugado con una llave que llevo los brazos de Killian a abrazarse del cuello del intruso.
Al cortar el aire del acompañante de Siva este callo desmayado, en el momento que Siva apareció, Killian volvió a enmascarar su ferocidad tanto en su rostro como en su aura.
—¡Alto! Somos nosotros, no pretendemos hacerte daño —Siva había demorado en aparecer por estar colocándose algunas prendas.
Para Killian y su instinto de supervivencia nada podía ponerlo tranquilo, captar el aroma de miembros de la manada Blackwell solo lo hizo tomar distancia, porque estaba la posibilidad que en verdad planearan eliminarlo.
Lo que cambio al ver a su anfitriona —¿qué haces aquí? Mejor dime, ¿cómo me encontraste?
Siva tomo su celular y lo ondeo para que Killian lo viera —en el momento que pediste tu mochila me dio la impresión de que harías algo como esto. Killian, de verdad te necesito —ella se acercó a él, pero él retrocedió.
—Lo siento, no soy lo que piensas y podría traerte problemas —Siva desestimo sus palabras, pensando que era cauteloso y que se lo decía por la renuencia que tenían para con él y su cercanía con ella.
—Déjame contarte por qué te necesito, si luego de escucharlo decides que aun así no vale la pena ayudarme, lo aceptaré.
Killian resopla, un poco derrotado, planeaba dormir plácidamente luego de haber cenado copiosamente, lo cual se arruinó y seguramente estaría despierto.
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Contraté un mate
WerewolfLa vida era perfecta para Siva siendo la hija del Alfa de la manada Blackwell, una de las más prósperas del país, lo malo es que la codicia vino a destruir esa hermosa realidad. Como si no fuera poco perder a sus padres a manos de viles y codicioso...