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En las mañanas la rutina se estructura bajo un acuerdo con mis hermanos; Cada uno toma turno un día para realizar todos los quehaceres mientras los otros dos disfrutan de unos minutos más de sueño.

Esta mañana es el turno de mi hermano mayor, Cole, quien es sin duda el más dedicado y perfeccionista de los tres. Siempre las realiza las tareas más rápido y de manera eficiente, por lo que me resulta extraño que esté recibiendo regaños, o al menos eso creo que es lo que está pasando pues los gritos que resonaban por la casa son los que me han hecho despertar de un salto.

Me tomo unos segundos para agudizar mi oído e intentar entender lo que dicen, pero no entiendo nada así que me acerco a la puerta y sigilosamente asomo la cabeza unos segundos, pero el ruido de unos pasos me apresuran a lanzarme a la cama, cierro mis ojos para evitar ser descubierto.

No estoy seguro de quién se acerca, pero si es mi madre, probablemente también reciba un poco de su regaño, ya que odia que estemos en la habitación después de despertar. Dice que es tiempo que podríamos usar para hacer cosas que ayuden a la familia.

Claro que, mi plan de fingir que duermo plácidamente hubiera funcionado mejor si no me hubiera golpeado el hombro al caer sobre mi cama. Cuando me percato que es mi hermano quién ha entrado, así que estiro mi cuerpo un poco antes de levantarme.

- Buenos días -lo saludo, fingiendo que el golpe en mi hombro no duele. Llevo mi mano a la boca y simulo un bostezo, asegurándome de mantener mis ojos entreabiertos con pesadez.

Pero no me responde, ni siquiera se gira a verme; en cambio, camina decidido hacia donde Rye duerme plácidamente.

De todos, él tiene el sueño más profundo

Rye suelta un pequeño ronquido que provoca que Cole, furioso, le arranque las sábanas de un golpe. Este da un salto y se incorpora, llevando una mano a su pecho.

-Oye... -comienza a protestar, pero Cole lo interrumpe.

-¡Idiota! -intenta no gritar, pero está muy alterado.

-Sea lo que sea puede esperar - murmura. Rye toma la manta y se la coloca de nuevo, le da una mirada de reojo a Cole antes de girarse y darnos la espalda.

Uh, mala decisión.

Justo cuando creo que la cara de Cole no puede ser más roja, veo cómo aprieta sus puños con fuerza. Cole no es nada violento, pero nuestro hermano es una de las pocas personas que logra hacer que él pierda el control.mLo siguiente que pasa es que Cole lo empuja con fuerza y este cae de la cama al suelo envuelto en la manta.

- ¿Qué ha pasado? -pregunto haciendo una mueca ante el estruendo de la caída.

- ¡Le pedí que me cubriera! Mamá me descubrió por su culpa.

- ¿Mi culpa? Pues debiste despertarme antes de irte. -Se defiende mientras se levanta del suelo.

- ¡Lo hice! Me respondiste: "en un minuto" - remeda la voz adormilada de Rye - ¡Eso fue hace dos horas!

- Pues debiste suponerlo. —Ese comentario lo hace enfurecer más y decido interrumpir antes de que Cole acabe por golpearlo.

-La próxima te cubriré yo, ¿vale? -intento calmarlo, pero él se niega. Lo miro confundido, no hay razón para negarse a mi ayuda. Es decir, soy el menor pero su otra opción ya no es una opción.

Finalmente, toma asiento a mi lado, su mirada como la de un cachorrillo triste.

La razon de todo esto tiene nombre y apellido y es una chica que mi hermano conoció hace poco. Al principio no se escapaba para verla, pues se juntaban en el valle, pero luego cuando nuestra madre se enteró de que se veía con una chica de la veta estuvo castigado durante semanas, por no mencionar la paliza que le dio. Desde entonces, se le prohíbe salir solo y mamá controla cada hora que está afuera dándole tiempos de llegada.

Corazón de Oro [Historias De Panem] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora