Todo está yendo demasiado rápido pero por lo menos tenía un plan... bueno más o menos.
Lo único que tengo decidido es que no me mudaré, he estado pensando y lo que más me va a rentar es quedarme y seguir con el negocio de Alice, es lo que ella habría querido, solo hay un problema, solo me pertenece "media librería", la otra mitad le pertenece a Jake, y no tengo ni idea de cómo ponerme en contacto con él para saber si le parece bien que me encargue de ella.Doy vueltas en mi habitación mientras pienso en cómo averiguar algo de él, lo que sea, por lo menos su correo electrónico.
No doy con nada hasta que se me pasa por la cabeza algo que he estado ignorando y que debería haber sido lo primero en mi mente. Tom, el contactó con Jake para que fuese al notario a firmar los papeles de la herencia, podrá decirme cómo dar con el.
No tengo el número de Tom así que paso al rededor de una hora buscando el teléfono de Liddy, la mujer que nos atendió para que me ayude a contactar con el.
Hablamos un poco, le gusta demasiado hablar pero es muy amable y me da el número de Tom sin problema alguno. Una vez lo tengo, me decido en llamarlo y rezo para que no me salte el contestador.—¿Si? —Escucho al otro lado de la línea.
—¿Tom? Soy Caitlyn Kyle, nos vimos hace una semana porque figuraba en el testamento de su clienta, la señora Flint, ¿Se acuerda?.
—¡Caitlyn, claro que me acuerdo!, ¿Como estás? —Pregunta.
—Eeeeh... bien, estoy bien. Oye, necesito preguntarle algo.
—¿De qué se trata?.
—La señora Flint me dejó la mitad de su negocio, y a su sobrino la otra mitad... he estado pensando estos días y algo me dice que debería continuarlo pero necesito hablar primero con Jake pero no tengo su teléfono, me preguntaba si usted podría ayudarme —Cruzo los dedos.
—Por supuesto, estoy seguro de que es lo que Alice hubiese querido.
—¿De verdad?, no sabe cuánto se lo agradezco en serio.Tom me da el número de Jake y el suyo en caso de que vuelva a necesitar contactar con él y se despide amablemente, después llamo al número que me ha dado, esperando que no me ignore al ver un número desconocido en la pantalla.
Suenan varios pitidos del buzón de voz hasta que por fin me contesta.—¿Si...? —Dice una voz ronca probablemente exhausta, no puede ser ¿acabo de despertarlo?.
—¿Jake?.
—Mhm... —silencio —¿Quien eres?.
—Soy Caitlyn, nos conocimos cuando fuimos a ver al abogado de tu tía, te llamaba para hablar contigo de...
—¿La herencia? —Pregunta sin ganas, parece molesto.
—Si... mira... —Intento decir.
—Haz lo que te salga de los cojones ¿Vale?, me da igual.
—Creo que deberíamos hablar sobre cómo debería continuar su negocio, y sé que el piso me lo ha dejado a mí pero Alice era tu tía abuela, imagino que ahí tendrá cosas que hubiese querido que tuvieses tú... —Quiero terminar la frase cuando me interrumpe.
—Ye he dicho que me da igual y que puedes hacer lo que quieras, ahora por favor te agradecería que me dejases dormir en paz.
—¿Quien coño duerme a medio día? —Murmuro.
—Una persona con resaca, y ahora si me disculpas...
—!Espera! —Digo, o más bien grito, estoy segura de que tiene ganas de estrangularme ahora mismo —Sé que dices que puedo hacer lo que quiera pero necesito tu aprobación porque no me parecería bien hacer algo que Alice no hubiese querido, y tú la conocías mejor que yo así que por favor dame un minuto de tu tiempo —Le digo casi con desesperación.
—Mira, si quieres la aprobación de alguien que la conocía bien, te rentaría más hablar con un puto mueble que conmigo —Dice antes de colgarme en las narices.No sé cómo sentirme después de eso pero lo que sí sé, además de que Jack es una persona terriblemente amargada, es que voy a hacerle caso y voy a hacer lo que a mí me apetezca, continuaré con el negocio de Alice hasta que sepa qué hacer con mi vida exactamente y pondré su piso en alquiler, haré un anuncio y entrevistaré a los candidatos que haya, si, es un buen plan para ir tirando y ganar algo de dinero extra.
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Las páginas que compartimos
RomanceCaitlyn es una romántica empedernida en la ciudad de Nueva York, que tras haber estudiado periodismo y haber pasado 2 horribles años como becaria en la oficina cutre de un periódico local no sabe que hacer con su vida a parte de ir a la librería de...