CAPITULO 15

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Se suponía que Renji tenía que estar feliz, pues hace un año que había terminado su carrera y gracias a que Sora era un abogado conocido en la ciudad fue fácil empezar para el ejercer como abogado.
Se suponía que todo deberia mejorar... Se suponía... Orihime le preocupaba, pues los últimos días no la veía muy bien, se veía más decaída y raras veces comía algo, cuando le preguntaba que pasaba ella solo respondía que era por qué tenía muchas cosas que hacer y el obviamente no le creía. Renji sabía muy bien que ella se sentía culpable de la muerte de su bebé, la tristeza era notoria en sus ojos.

Estaba a una cuadra de llegar a casa, y vio pasar una ambulancia, un mal presentimiento lo invadió y corrió... algo dentro suyo le decía que algo habia pasado...

Cuando llegó a la puerta vio como los paramédicos salían con una camilla y en ella estaba Orihime.

_ Renji_ salió Aghata de la casa, tenía su ropa y sus manos manchadas de sangre.

Renji corrió a abrazarla, y ella se puso a llorar.

_ ¿Que pasó? ¿Y tú estás bien?_ pregunto Renji mirando si ella estaba lastimada.

_ No... No es mi sangre, Renji_ respondio_ Orihime... ella ...ella intento..._ Renji la volvió a abrazar.
Tan mal estaba Orihime, y como no se dio cuenta...

La semana estaba por terminar y Orihime se había adaptado bastante bien a la rutina del hospital...
Además se había dado cuenta que el ambiente laboral era muy tranquilo y por eso muchas personas deseaban trabajar ahí, en este hospital la vida y salud de los pacientes era importante, pero también del personal, tanto enfermeras como los médicos, aqui les daban un horario exacto para laborar - a menos de que hubiera un accidente grave, ahí si tendrían que quedarse a apoyar- pues cada especialidad tenía varios médicos a su cargo, entre residentes e internos y así no eran sobrecargados de trabajo. Por eso tanto los médicos y enfermeras venían con buena actitud a trabajar.
Ella aún estaba como interna en el hospital, pues aunque quiso hacerlo en Londres hubo circunstancias que no se lo permitieron. Cuando les contó eso a Isshin y Masaki, estos se sorprendieron, pues estaban seguros que Orihime ingresaría ya como residente. Y para trabajar de manera tranquila, les había pedido que no dijeran nada acerca de ser una de las dueñas del hospital y para su buena suerte estos habían aceptado.

Pero para su mala suerte, Ichigo sería el residente al que tendría que obedecer y por ende sus horarios serían los mismos, pero al menos no era la única con el, habían tres personas más y eso la calmaba un poco.

_ Bueno chicos, eso sería todo por hoy, ya pueden retirarse, nos vemos mañana_

_ Hasta mañana_ dijeron los internos y se fueron por sus cosas para irse a casa.

Orihime estaba en la puerta del hospital esperando a Tatsuki, pues habían acordado ir por un café para ponerse al día de todo lo que había pasado en esos seis años.

_ Orihime sigues aquí_ pregunto Ichigo parándose al lado de Orihime, quién dio un brinquito del susto. _ Disculpa no quise asustarte_

_ Tranquilo doctor Kurosaki, no fue nada_ respondió Orihime mirando su teléfono, ¿Por qué Tatsuki se tardaba tanto?

_ Te parece si te llevo a casa_ pregunto esperanzado.

_ No gracias, estoy bien_

_ ¿Esperas a alguien?_

_ Eso no es de su incumbencia doctor_ Orihime no estaba contenta con la insistencia de Ichigo de querer conversar, ya bastante tenía con verle la cara diario.

_ Por qué no me llamas por mi nombre_

_ Es mi superior_

_ Pero ya no estamos en el trabajo_

Como se cura una herida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora