Como se cura una herida

CAPÍTULO 17

Orihime está en el hospital, su rostro está lleno de lagrimas, ve como su mejor amigo sostiene el cuerpo inerte de su esposa, el llanto desgarrador de Renji le rompe el corazón aún más.

_ Por favor mi vida, no puedes dejarme, por favor_ súplica Renji mientras le acaricia  el rostro_ por favor, despierta_ la palidez y la frialdad de su cuerpo solo confirman que no está, pero el sigue aferrándose a ella. Por qué tuvo que irse, aún tenían cosas que vivir, cosas que disfrutar, no era justo, ella era su felicidad, su mundo, por qué tenía que dejarlo justo ahora.

_ Renji... Ella ya no está_ Grimmjow se acerca a su cuñado, intentando apartarlo pero el sólo lo empuja.

_ No me toques, no te acerques_ dice sin apartar la mirada de su difunta esposa_ Quiero estar solo... Déjenme solo con ella un momento_ súplica, Orihime y Grimmjow sólo se miran antes de salir de la habitación.

_ Renji, te espero afuera_ Orihime le dice antes de cerrar la puerta.

Renji sigue acariciando el rostro pálido de su esposa... le da un beso... y otro ...y otro ... y otro, con la esperanza de que ella despierte, pero no obtiene el resultado que el gustaría, sus lagrimas no dejan de salir, sólo quiere que ella despierte y eso es imposible.

_ Mi amor, dime por qué me dejas cuando más te necesito, por favor_ súplica, el sabe que no es culpa de ella... es culpa de esa maldita enfermedad, por qué tuvo que llevársela. _ Amor, tú me prometiste que nunca me dejarías sólo, que tendríamos una familia, por favor despierta_

...

Aunque ella no había encontrado a alguien con quien estar, formar una familia, estaba feliz por qué Renji si lo había hecho, ella había visto como los ojos de Renji brillaban cada día que pasaba con Agatha, estuvo ahí cuando él le pidió ser su novia, y aunque no estuvo en la pedida de mano, estaba feliz, por qué vio como su amigo recuperaba su felicidad, y ahora otra vez volvía a la oscuridad, sabía que sería muy difícil para el recuperarla de nuevo.

                            (...)

La lluvia golpeaba con fuerza en la ciudad de karakura, los ciudadanos se refugiaban donde podían para evitar mojarse, pues el día empezó siendo soleado y la lluvia les había tomado por sorpresa.

Orihime e Ichigo llegaron al cementerio, la lluvia había empezado a caer cuando estaban a medio camino.

_Rayos, tendremos que esperar a que pase la lluvia_ dijo Ichigo, pero viendo la fuerza con la que caía estaba seguro que no pasaría muy pronto.

_Tranquilo, yo traigo un paraguas_ Orihime no espero a que Ichigo respondiera y salió del auto. Abrió el paraguas antes de que se mojara y se puso al lado de la puerta del piloto esperando a que Ichigo bajara.

Ichigo tomo el ramo de flores y bajo, cuando estaba al lado de Orihime este le dio el ramo y le quitó el paraguas, pues para ella sería incómodo sostenerlo por la diferencia de altura.

_ Vamos_ avanzaron a paso lento y cuidadoso, pues el piso al ser de piedra estaba un poco resbaloso._ Con cuidado Orihime_ con una mano sostenía el paraguas y con el otro la sostenía del brazo.

Orihime no dijo nada ante el agarre de Ichigo, estaba cansada de discutir con el, sólo quería estar en paz en estos meses en los que estuvieran casados.

Subieron con cuidado los escalones hasta llegar al lugar donde descansaba su hija.

Orihime se agachó y puso con cuidado el ramo de flores, unas lágrimas escaparon de sus ojos, no podía evitar sentir una profunda tristeza cada vez que venía aquí y ella lo hacía casi diario.