¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
01|| Ballet? ⋅˚₊‧ ୨୧ ‧₊˚ ⋅ ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
—¿Ahora es cuando sales del closet, Samu? Escucha, había otras formas de hacerlo.—Se burló Atsumu en un susurro.
Ambos miraban una obra de ballet, específicamente "Giselle". Cuando su hermano le pidió que si lo podía acompañar a un lugar terminando sus entrenamientos, se imaginó de todo menos un teatro.
—No soy gay idiota, ni siquiera entiendo que está sucediendo.—Se defendió el contrario mientras miraba a las chicas bailar de forma delicada y elegante.
—¿Entonces que hacemos aquí? Mira que si me ibas a traer a una obra mínimo hubiéramos llegado desde el inicio, ¿Por qué parecen fantasmas?
Su gemelo decidió ignorarlo pues sabía que si seguían hablando, llamarían la atención y no quería pasar vergüenza en público, menos en un lugar como este, suficiente había tenido con venir con el uniforme de la preparatoria.
—¿Osamu? Está bien, no me hables pero a la próxima que quieras un favor...
—Cállate por un segundo, ya va a terminar, vine a ver a una amiga.
El peliteñido abrió los ojos con sorpresa pero sin emitir ni un sonido, ahora su atención estaba por las nubes ¿Una de todas esas chicas lindas era amiga de su hermano? ¿En qué momento? ¿No debería estar más enfocado en el voley?. Siguió con sus dudas adentrándose más en pensar en qué momento Osamu tenía una nueva amiga y él nunca se había enterado que ni siquiera notó cuando las luces se prendieron; no era justo que su hermano le ocultara cosas, él nunca había revelado algún secreto, bueno, no muchos.
—¡Atsumu!— El nombrado miró a su llamado, viendo que su hermano ya ni siquiera estaba en las asientos con el; si no que estaba cerca de la primera fila con una chica que aún conservaba el vestuario de la actuación. Si no era muy estúpido y a lo que había observado, fácilmente sería la que hizo de protagonista.
—Tsumu ella es Sayuri, la amiga por la que vine; Izumi él es Atsumu, el idiota de mi hermano.— El más educado de los gemelos los presentó.
—Un gusto Miya.
—No seas tan cordial, dime Atsumu.—El rubio logró llegar a un acuerdo con la chica de llamarse por sus nombres.
—Por cierto Samu, ¿Y Kasumi? Pensé que vendría contigo.
El rubio comenzaba a tener un tic del enojo al notar que su hermano lo había usado como la segunda opción al no estar su hermana menor en casa.
—Creo que tuvo que salir de última hora a hacer un trabajo de la escuela que se entrega mañana.
—¡Solo me trajiste a esta obra aburrida porque ella no estaba!— Se quejó el rubio.
—No es aburrida, solo es su cerebro de cacahuate el que no sigue el ritmo de la historia.—Defendió la chica.— De hecho diría que es muy interesante.
