Capítulo 2. El rompimiento.

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Getou y Satorou llevaban 3 años siendo novios. Eran la pareja perfecta; todos a su alrededor envidiaban la relación de estos dos chicos. Se amaban como locos y lo gritaban a los cuatro vientos cada que podían. Sin duda era un amor puro y bello el suyo.

—Mi amor, ¿qué te parece Europa?. Siempre he querido conocer París. ¡Es la ciudad del amor!, ¿No crees que sería algo lindo?.— le decía el peliblanco a su novio. Estaban en la casa de Geto, exactamente en su cama, desnudos. Siempre que terminaban una sesión de sexo salvaje Satorou era muy cariñoso y buscaba el afecto se su novio. Habían comenzado a hablar de un viaje juntos pronto; Geto fue el que dio la idea.

Quería que Satorou eligiera un sitio para ir de viaje ambos; el secreto era que Geto estaba planeando su propuesta de matrimonio. Ya tenía el anillo comprado, solamente faltaba el lugar donde sería y, claramente, que Satorou aceptara ser su esposo. Quería hacerlo en un lugar que su novio considerara bonito.

—¿París? Bueno, es un lugar bonito la verdad. Me parece bien.— Geto estaba más ensimismado en la belleza de su novio al natural. Estaba tan desaliñado; su cabello humedo de sudor. Su cuello lleno de marcas que el mismo Geto había hecho. Sus labios tan hinchadls de todos los besos que hubo. Joder... ¿en serio Satorou era su novio? Después de varios años juntos aún no podía creer que él lo había elegido para ser su pareja. Era un sueño.

—¿Geto? ¿Hola? ¡Te hablo!.—

—¿Eh? Disculpa, ¿qué dijiste?.—

—Agh... olvídalo. No te ves muy convencido por París... Elegiré otro lugar entonces.— el peliblanco siguió viendo si celular, buscando ciudades y lugares bonitos para vacacionar. Según él eran vacaciones de verano normales.

—¡N-no! París me parece perfecto. Está bien. Me agrada mucho la idea, Cariño.—

—Mmmm, ¿estás seguro? Podemos ir a otro sitio, en serio.—

—París es perfecto. Que sea ahí.—


















—Mi amor la comida es deliciosa, mierda. ¡Tenía que serlo! Es carísima, joder.— decía el peliblanco emocionado. Geto sólo observaba y reía con su novio, pronto prometido.

Era el segundo día en París. Habían ido a cenar a un restaurante a elección de Geto. Pensó en que era bello y en que era buen ambiente para una propuesta. Estaba algo nervioso pero trataba de controlarse y pasar desapercibido.

—Sabes Gojo... Siempre he pensado... ¿por qué estás conmigo?—

—¿Eh? Pues porque te amo, tonto. Eres dulce, atento, talentoso, cariñoso, responsable y muy bueno en el sexo~— el pelinegro solamente rió por el último comentario. Su novio siempre sacaba algo así de pícaro en sus conversaciones normales. Le gustaba eso de él.

—Ya veo. Entonces te gusto por mi pene.—

—¡Pfff! Tonto, claro que no. Aunque sí que te da un plus~—

Solamente reía por sus bobas ocurrencias de siempre. Lo amaba con toda el alma... -Sí que eres un bobo bromista eh.-

—Pero así me amas mucho, guapo. ¿O no?.— reía burlesco el peliblanco. Sin esperarse para nada lo que venía a continuación.

—Sí... te amo... Eres el amor de mi vida...— nervioso saqué la cajita de mi bolsillo del pantalón. Dios santo, la valentía que tenía antes ¡se había esfumado!

Sus manos comenzaron a temblar y ya estaba mas nervioso que nunca pero en ningún momento pensó en retroceder. Se arrodilló al costado de la silla de su novio, el cuál lo veía atónito. Casi parecía que se le iban a salir los ojos ppr el asombro.

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⏰ Última actualización: Apr 21 ⏰

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